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El Gazteleku acoge esta semana una muestra sobre el Holocausto nazi «para hacer pensar a los jóvenes»
Hasta el viernes, casi una veintena de paneles preparados por SOS Racismo explica «los elementos del ejemplo paradigmático del genocidio masivo»
03.12.13 - 00:13 -
Conocer el pasado para evitar que se vuelva a repetir es uno de los argumentos más empleados a la hora de razonar el porqué de los estudios sobre la historia. Quizá, como decía Anaitze Agirre, de SOS Racismo, «el Holocausto nazi sea el ejemplo paradigmático» de lo que es un exterminio genocida. Por un lado por su dimensión, desde luego, pero sin duda porque presenta para su análisis todos los elementos que de una u otra forma están presentes en este tipo de barbaridades si bien es difícil encontrarlos todos a la vez.
Identificar estos elementos, poder reconocerlos en circunstancias más sutiles que el Holocausto, pero a pesar de ello muy obvias, es una de las tareas que pretende SOS Racismo con la exposición que ha instalado en el gazteleku Martindozenea y que, aunque se dirige principalmente a escolares, está abierta hasta el jueves para cualquiera que la quiera visitar.
«Cuando SOS Racismo nos preguntó si podía montar la exposición en el Gazteleku», comentaba ayer el delgado de Juventud y Valores, Fernando San Martín, «nos pareció no sólo que era justo, sino que era muy necesario». Mencionando a Hanna Arendt, la filósofa alemana de origen judío que aparece en uno de los paneles de la muestra, San Martín apuntó que «el pensamiento paraliza la barbarie» y señaló al contenido de la exposición para afirmar que «esto es de lo que es capaz el ser humano cuando no piensa. Hoy no ocurre nada de la magnitud del Holocausto, pero aún pasan cosas similares: lo vimos en Ruanda y en los Balcanes; lo vemos en las concertinas de Melilla. Para que unos no entren, ponemos muros como los que en su día separaban los guettos. Hay que hacer que los jóvenes piensen sobre esto».
Agirre recogió la misma idea para hablar de que, efectivamente, «existen elementos que pueden desembocar en un genocidio masivo. No existen campos de exterminio, pero hay países que tienen un marco legal discriminatorio, existen prejuicios, rumores y estereotipos y que generan discriminación». Señaló el último panel «en el que hemos querido acabar la muestra con una foto de un cayuco llegando a Europa. No es un Holocausto pero sí un genocidio que sigue ocurriendo y la indiferencia sigue estando ahí».
Es contra eso contra lo que se dirigen los esfuerzos de SOS Racismo que, en palabras de Agirre, recordaba ayer que «el Holocausto se dio porque la sociedad, aquella gente, estaba asustada, adormecida y su espíritu crítico estaba desaparecido». Quieren activar esa actitud en los jóvenes «e impulsar una sociedad respetuosa y democrática y con valores humanos fuertes».
Con ese objetivo, se realizarán esta semana visitas guiadas a «más de 100 escolares» escolares de Txingudi Ikastola y San Vicente de Paúl. «Además, se les entrega un material didáctico que pueden trabajar en distintas asignaturas. Un material muy útil que persigue activar su espítritu crítico y evitar una sociedad que comulgue con la actitud permisiva con la discriminación hacia todo lo que no sea el modelo que se establezca como hegemónico».
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