Medalla de Oro a toda una vida
JOSÉ IGNACIO IRURETAGOYENA RECIBE EMOCIONADO EL MÁXIMO GALARDÓN DE IRUN, SU CIUDAD, POR SU DEDICACIÓN AL SERVICIO PÚBLICO COMO PROFESOR Y DIRECTOR DEL INSTITUTO BIDASOA
REPORTAJE Y FOTOGRAFÍA DE XABIER SAGARZAZU - Domingo, 29 de Noviembre de 2015 - Actualizado a las 06:12h
La Corporación irunesa al completo, encabezada por el alcalde y los portavoces municipales, junto a José Ignacio Iruretagoyena, tras el acto de entrega de la medalla.
Hace ya casi dos meses que, “por obligación legal” como decía él mismo en una entrevista con este periódico, José Ignacio Iruretagoyena, más que conocido en Irun como Irure, se jubiló, con 70 años de edad, de su tarea de 52 años como profesor y director del Instituto Bidasoa de Formación Profesional. Ayer recibió el homenaje de su ciudad natal, que le concedió su más alta distinción, la Medalla de Oro.
Y aún a pesar de estar oficialmente jubilado, no pudo evitar, en su discurso de agradecimiento, el empleo de la primera persona del plural; el estamos, somos, hemos y nosotros, como si aún trabajara allí. “Tendréis que disculparme, estoy jubilado ya pero para mí es parte de mi vida y no puedo evitarlo”, decía, despertando una sonrisa del público, amigos, compañeros y familiares, que abarrotaron ayer la Sala Capitular del Consistorio para este acto.
EMOCIONADO Y AGRADECIDO José Ignacio Iruretagoyena se mostró “emocionado y agradecido” por una distinción “que jamás hubiera esperado” y confesó que, cuando el alcalde, José Antonio Santano, anunció el pasado 1 de octubre, en el homenaje que le tributó el Instituto Bidasoa por su jubilación, que había un acuerdo unánime para otorgarle la Medalla de Oro de Irun, se lo tomó “medio en broma”. Una vez fueron pasando los días, fue “recibiendo la felicitación de mucha gente” y tuvo que hacer “varias entrevistas en televisión, radio o prensa escrita”, y todo ello le llevó a la conclusión de que “sí, parece que era verdad, y aquí estamos hoy”, señaló Irure.
José Ignacio Iruretagoyena se emocionó con el vídeo que se proyectó en el acto de ayer, en el que amigos, compañeros y antiguos y actuales alumnos alabaron sus méritos para una distinción que todos consideraban “más que merecida”.
Tras recibir su medalla de manos del alcalde, José Antonio Santano, Iruretagoyena se acordó de sus padres, ya fallecidos, y de su hijo, que convaleciente de una enfermedad, se encontraba hospitalizado y no pudo estar ayer con él.
Sobre su trayectoria en el Instituto Bidasoa, Irure destacó que su mayor “satisfacción” era “haber visto como aquellos alumnos de origen muy humilde, algunos incluso problemáticos, que entraban en la vieja Escuela Sindical, luego prosperaron en la vida y hoy son empresarios y grandes profesionales”.
Además, Iruretagoyena señaló que hoy, el Instituto Bidasoa es “un referente de la Formación Profesional, no sólo en Euskadi, sino incluso en el Estado, por su labor en la innovación aplicada, por sus políticas de calidad y medio ambiente o por sus lazos con el mundo empresarial”.
CAPACIDAD DE TRABAJO Antes de entregarle la medalla, el alcalde de Irun, José Antonio Santano, señaló que Irure tenía “más que merecido” el máximo galardón de la ciudad, “por ser un ejemplo de dedicación a la enseñanza y al servicio público, por una capacidad de trabajo inagotable y por una vida, en definitiva, entregada a los demás, formando no solo a miles de profesionales, sino a personas con valores”.
El primer edil señaló que “aunque Irure se ha jubilado”, está seguro de que “seguirá ayudando a la ciudad” en múltiples facetas y que seguirá “enseñando a los demás y aprendiendo de otros, como ha hecho durante toda una vida”
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