Medalla a la enseñanza con mayúsculas
El maestro y director del Instituto Bidasoa recibió el cariño y los aplausos de de familiares, amigos, compañeros y colegas de profesión que llenaron la Sala Capitular
José Ignacio Iruretagoyena recibió ayer el más alto reconocimiento de la ciudad de Irun
- MARÍA JOSÉ ATIENZA
- IRUN
José Ignacio Iruretagoyena Amiano recibió ayer, en la Sala Capitular del Ayuntamiento, la Medalla de Oro de Irun, el más alto reconocimiento de la ciudad, acordado por la Corporación en Pleno. Hace apenas un mes, coincidiendo con su jubilación, fueron sus compañeros quienes le rindieron un homenaje en el centro al que ha dedicado 50 años de su vida, de ellos 40 como director.
La entrega de la Medalla de Oro tuvo la solemnidad y emotividad que requiere el acto, aunque ambas cualidades fueron rebajadas al término del mismo por el discurso final de 'Irure', en el que el maestro hizo gala de su habitual cercanía, su sentido práctico y su sencillez.
A las doce del mediodía, cuando la Banda Municipal de Txitularis hizo sonar el Alkate Doinua, la Sala Capitular estaba repleta de público. Los corporativos entraron en fila, precedidos por uno de los maceros y seguidos por el alcalde, José Antonio Santano, y por José Ignacio Iruretagoyena, que ocupó su asiento de la primera fila, al lado de su esposa, Gema Aramburu.
La secretaria municipal dio lectura al acta del acuerdo plenario, adoptado por unanimidad el pasado 28 de octubre y por el que se concedió la Medalla de Oro al director jubilado del Instituto Bidasoa. El Pleno municipal reconoce en 'Irure' una labor que no ha cesado en todos sus años al frente del centro: «su empeño de convertirlo en un referente de la Formación Profesional». La Corporación valora, igualmente, «su capacidad de liderazgo y su espíritu inquieto y emprendedor. Su visión de futuro y empuje ante nuevos retos y proyectos», añade el texto del acuerdo, «han hecho que bajo su dirección, la escuela haya evolucionado hasta el ejemplo formativo que hoy es». En José Ignacio Iruretagoyena se encuentran unidas «excelencia profesional y personal, porque si es un gran docente y director, todavía es aún mayor su talla humana. En todos estos años, ha sido un ejemplo de bondad, honradez, sencillez y entrega incondicional». Por todo ello y como expresión de reconocimiento y gratitud de la ciudadanía de Irun, 'Irure' se ha hecho merecedor de la Medalla de Oro.
Testimonios unánimes
No sólo la opinión de los corporativos fue unánime, a la hora de conceder la distinción. Tras la lectura del acuerdo plenario, se proyectó un emotivo vídeo, en el que se recogían testimonios de amigos, compañeros, empresarios y exalumnos en torno a la figura del profesor y director del Instituto Bidasoa. Durante la proyección, pudieron escucharse frases como «no he visto un hombre con tal capacidad de trabajo»; «es una persona muy cercana, siempre dispuesta a ayudar»; «se acuerda de los nombres y apellidos de todos y de nuestros casos particulares»; «nunca ha dicho no tengo tiempo. Siempre ha recibido a todo el mundo en su despacho»; «ha sido un director que pisaba viruta y se manchaba de tiza»; «no ha sido ese jefe que manda, sino el que se pone las botas y tira el primero»; «debe ser cosa de familia, porque, como su hermano Jabo, ha sido un buen ojeador y siempre ha sabido por dónde podía salir cada uno».
El actual director del Instituto Bidasoa, Alberto Arranz, cerró esta relación de testimonios advirtiendo que 'Irure' deja el listón muy alto. «Hemos trabajado muy a gusto con él. Sucederle es un reto, pero nos deja un camino muy bien labrado y tenemos que mantener esa ilusión que él ha tenido siempre».
El alcalde de Irun, José Antonio Santano, describió la Medalla de Oro de José Ignacio Iruretagoyena como «una medalla que reconoce una vida dedicada a la educación» y recordó que la distinción fue propuesta al Ayuntamiento «por una representación importante de la comunidad educativa irunesa».
«No es fácil poner de acuerdo a todo el mundo», dijo el alcalde, «pero he podido comprobar que 'Irure' aúna el reconocimiento al trabajo bien hecho en lo profesional y en lo personal. Empresas, exalumnos, padres madres, compañeros, instituciones, colegas de otros centros, todos me han repetido lo merecida que es esta medalla. 'Irure' ha sido uno de esos profesores que ha formado más allá de las materias y más allá de las aulas. Esta medalla, que es el reconocimiento a un maestro y a una persona excepcional, quiere convertirse, también, en un reconocimiento a la enseñanza con mayúsculas, a una persona que no ha dejado nunca de enseñar, ni dejará nunca de aprender».
El alcalde felicitó a Jose Ignacio Iruretagoyena y le impuso la Medalla de Oro de la Ciudad entre los aplausos del público y los concejales, todos puestos en pie.
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