La calle San Marcial busca la imagen de su futuro
El proyecto de partida se expone hasta fin de mes en la sala Menchu Gal para darlo a conocer y que los ciudadanos realicen sus aportaciones
- IÑIGO MORONDO
- IRUN
La calle San Marcial es un 'invento' de los irundarras del siglo XVIII que tenía por objetivo hacer más recto el Camino Real que culebreaba por las calles de la Parte Vieja. Se construyó bastante más tarde y es de las pocas calles que, en casi 200 años, no ha visto alterado su nombre. Sí han cambiado otras muchas cosas a lo largo de tantos años, muchas de las cuales se cuentan el primer panel de la exposición que desde ayer luce la sala Menchu Gal.
No es una muestra de carácter artístico, como las que son habituales en esta sala, sino que recuerda necesariamente a la que sirvió para socializar el proyecto de reurbanización de la plaza Urdanibia hace tres años. El objetivo es el mismo: presentar como punto de partida el proyecto para renovar la calle y recoger aportaciones ciudadanas.
Lo primero que pretende la exposición es contextualizar las obras que se pretenden llevar a cabo. Para ello se habla de la historia, pero se reserva otro panel para mostrar 'La calle hoy'. Se cita ahí el reto de que esta cuesta sea lo que debe, «una conexión atractiva entre las plazas de San Juan y Urdanibia». Hoy no lo es. El propio panel admite que las líneas de aparcamiento a ambos lados «crean 'muros'» que hacen invisibles las aceras y, mirando desde arriba, «sólo parece haber coches».
Otro problema que también se recoge es la separación entre la calle y el parque de la Sargía con un pretil de piedra que aleja los dos espacios.
Aceras anchas y despejadas
No hay grandes sorpresas, por tanto en los dos paneles que resumen el proyecto, uno de forma gráfica y el otro más descriptivo. Se dibujan aceras anchas a costa de eliminar aparcamiento (que será, seguro, el aspecto más polémico) en una apuesta por recuperar socialmente no sólo la calle como lugar de paso sino el propio parque como espacio de disfrute. Ayuda a esto la eliminación del muro, sustituido por verdes pendientes y nuevos accesos. Se propone un pavimento acorde a las urbanizaciones recientes de San Juan y plaza Urdanibia. El resultado pretendido es una calle «más amable y segura».
La siguiente parada reivindica que este proyecto es «más que obras» y que trata de recuperar espacios para la vida social y comercial. La información sobre el programa de apoyo a las nuevas iniciativas comerciales K-Biziak se completa con la realidad actual: entre los veinte locales (sin contar viviendas y garajes) de la calle San Marcial hay empresas de servicios (7), comercios (6) y establecimientos hosteleros (4). Tres están vacíos.
Al final aguarda el aviso de que esta obra no es el principio ni el final para transformar la Parte Vieja. Ya se actuó en la plaza Urdanibia y se avanzan futuras intervenciones en la calle Juncal y en el frontón Uranzu. De esta última, que se prevé desarrollar casi en paralelo a la de San Marcial, se habla poco en la muestra, pero el panel de los gráficos ya refleja que el frontón tendrá su entrada desde el parque Sargía con un nuevo elemento arquitectónico, una pequeña 'ampliación' de la estructura actual, que será la clave para la mejora de la accesibilidad, la seguridad y los servicios del nuevo Uranzu. No se omiten los degradados ámbitos de Korrokoitz y Papinea, que son privados, se recuerda, aunque se informa de que, a petición de los propietarios, se está trabajando en un convenio.
Ésta es la base, pero ya se han abierto los cauces para la participación. Ayer mismo, el equipo técnico que ha diseñado el proyecto admitía que los cambios pueden ser notables. Quien quiera proponerlos, puede hacerlo en la propia sala o a través de irun.org hasta el 31 de este mes. Está previsto que a comienzos del mes de junio se detalle en una reunión pública qué propuestas se han aceptado y cuáles no y por qué.
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