Cuatro propuestas de ampliación en los últimos quince años
Aena plantea de nuevo la posibilidad de aumentar la pista, tras anunciar que se recortará para cumplir la normativa de seguridad europea
El aeropuerto de Hondarribia ha contado con proyectos de todo tipo que han quedado en papel mojado
- IRAITZ VÁZQUEZ
El aeropuerto de Hondarribia vuelve a estar en el punto de mira. Después de que las aguas volvieran a su cauce hace dos años, con la declaración de excepcionalidad por parte del Ministerio de Fomento, la posibilidad de una ampliación de la pista vuelve a planear sobre el aeródromo guipuzcoano. Tal y como adelantó DV, la infraestructura deberá ser recortada 300 metros -150 por cada extremo- para ajustarse a los parámetros de seguridadque exige ahora la European Aviation Safety Agency (EASA).
Con esta remodelación, que deberá ser acometida antes de diciembre del año que viene, el aeropuerto de Hondarribia perderá un 16% de su operatividad. El CRJ-200 de Air Nostrum -50 plazas-, que realiza trayectos a Madrid, no podrá aterrizar ni despegar desde el aeródromo, mientras que el Airbus 319 de Vueling -150 plazas- podrá seguir operando, pero con «limitaciones de carga», por lo que tendrá que acotar el número de pasajeros. En este contexto, y viendo que el aeropuerto puede perder rentabilidad, desde Aena se han abierto a la posibilidad de ampliar la pista, siempre y cuando cuente con el consenso de las instituciones implicadas.
Con esta posibilidad sobre la mesa, DVha recopilado los proyectos de ampliación que ha tenido el aeropuerto hondarribiarra estos últimos años. Las propuestas para aumentar longitud de la pista han sido diversas y han ido yendo y viniendo según las coyunturas políticas. Desde que en la legislatura 2000-2004 Álvarez Cascos como ministro de Fomento propusiese una ampliación de 600 metros, el aeropuerto ha contado con cuatro proyectos de ampliación que han quedado en papel mojado.
2001: La primera propuesta sale a la luz, 600 metros hacia Mendelu. Quince años han transcurrido desde que por primera vez viera la luz una propuesta para ampliar la pista del aeropuerto de Hondarribia. El popular Francisco Álvarez Cascos era el responsable de la cartera de Fomento, y el ministerio propuso una rehabilitación integral del aeropuerto. El Plan Director planteaba prolongar la pista del aeródromo hacia Mendelu unos 600 metros, lo que conllevaba el derribo de la totalidad del barrio y el realojo de los vecinos en otra zona de la localidad costera. Pero esta propuesta se encontró con el rechazo frontal tanto de los vecinos como de los ayuntamientos de Irun y Hondarribia, así como del Gobierno Vasco y la Diputación.
El debate que se produjo con esa propuesta y el rechazo que recibió provocaron que desde Fomento se replantearan la fórmula y pusieran encima de la mesa una nueva propuesta: ampliarla 200 metros. Con lo que la pista de despegue y aterrizaje se prolongaría de los 1.754 metros a los 1.950, es decir, una ampliación de 196 metros. La pista se iba a alargar hacia Mendelu por lo que era necesario el derribo de 223 viviendas, 22 locales comerciales o bajos, 48 garajes en sótano, un edificio público, una academia de danza y 19 industrias. Además, 69 viviendas iban a quedar bajo la zona de influencia del aeropuerto.
2005: El PSOE da un giro de 180º y propone recortarla 300 metros. Las franjas de seguridad han sido siempre el centro del debate en el aeropuerto de Hondarribia. La llegada de los socialistas a La Moncloa provocó un giro de 180 grados con respecto al Plan Director anterior. El Ministerio, encabezado por Magdalena Álvarez, redactó un documento acorde a «los requerimientos de las instituciones vascas». Esta nueva propuesta se inclinó por utilizar 300 metros de la pista como franjas de seguridad, 150 por cada extremo. De este modo, para los despegues se podrían utilizar 1.604 metros, mientras que en los aterrizajes se dispondría de 1.454 metros de recorrido.
Esta nueva propuesta tampoco concitó el consenso entre las instituciones. A la Diputación de Gipuzkoa no le agradó esta propuesta al incluir la franja de seguridad en la pista. «Algunos aviones lo tendrán muy difícil para aterrizar con la pista mojada», alegó entonces el portavoz foral Koldo Azkoitia.
2006: La Diputación plantea ampliar la pista 300 metros hacia Mendelu. La propuesta socialista recibió el informe negativo de la Diputación de Gipuzkoa y trasladó la alegación a la Asociación Española de Navegación Aérea (Aena). El proyecto foral planteaba prolongar la pista del aeropuerto 300 metros sobre la regata de Mendelu y ocupar una parte del barrio, sin tocar ninguna vivienda. 150 metros serían de pista y 150 destinados para las franjas de seguridad. El Plan Director socialista descartó esta propuesta por razones operativas y también medioambientales, ya que iba a afectar a una zona protegida de la bahía de Txingudi. Azkoitia explicó que la propuesta se realizaba sobre «un solar baldío y algunos pabellones industriales».
2006: La Diputación reconsidera su postura y propone ampliarla ahora hacia el mar. Este encontronazo provocó que la Diputación de Gipuzkoa reconsiderase su postura y propusiese una nueva solución. El diputado general Joxe Joan González de Txabarri volvió a insistir en la necesidad de aumentar la pista y puso sobre la mesa una nueva propuesta: efectuar la ampliación 300 metros hacia el mar. Esta operación evitaría afecciones urbanísticas sobre Hondarribia e Irun y provocaba la ampliación hacia Mendelu, así como el impacto sobre la regata de Jaizubia. Se proponía efectuarla sobre aguas internacionales, al igual que la ampliación que en su día efectuó Hendaya para su puerto deportivo. Pero este crecimiento que se iba a realizar sobre pilares, podía conllevar problemas jurídicos con Francia y críticas de los movimientos ecologistas. También se desechó el proyecto.
2009: Parece que llega el final del culebrón. Fomento y Diputación acuerdan aumentar la pista. Tras intensos debates sobre la necesidad o no de ampliar la pista de Hondarribia para garantizar su operatividad, por fin, en 2009 parecía que se terminaba el culebrón. PSE, PNV y PP presentaron en el Congreso una propuesta para considerar la ampliación y mantener la operatividad del aeródromo. Fruto de ese acuerdo, el Ministerio de Fomento y el Gobierno Vasco encontraron una solución para encajar las franjas de seguridad exigidas por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). La pista se prolongaría 150 metros hacia Mendelu y 50 en el otro extremo, hacia el mar.
Esta nueva propuesta volvía a encontrarse con un gran handicap: la regata de Jaizubia. La prolongación de la pista obligaba a la construcción de un puente que atravesaba perpendicularmente dicha regata. El informe medioambiental de Aena dio luz verde al acuerdo. Esta propuesta no suponía el derribo entero del barrio de Mendelu, pero conllevaba la demolición de tres viviendas y una industria, aunque colocaba la pista en la puerta de casa de muchos de los vecinos.
2014: La crisis trastoca los planes y consigue la declaración de excepcionalidad. Entre debates y propuestas llegó la crisis económica y el proyecto del Gobierno Vasco y Fomento, que costaba 22,7 millones de euros, quedó aparcado. Desde el Gobierno declararon la excepcionalidad para el aeródromo guipuzcoano, una exención por la que la normativa internacional permitía a los aeropuertos ubicados en «emplazamientos singulares» seguir operando en condiciones de seguridad sin tener que ampliar su infraestructura. Así, atrás quedaban divisiones entre partidos políticos y el rechazo de los vecinos del entorno del aeródromo y el aeropuerto quedó exento de cumplir a rajatabla las normas de seguridad.
2016: Vuelve a reabrirse el debate de una posible ampliación.Cuando parecía que el debate sobre la pista del aeropuerto quedaba guardado en un cajón, ahora vuelve a florecer con fuerza. Como ya adelantó este periódico, EASA ha comunicado que para ajustarse a los parámetros de seguridad que exige Europa el aeropuerto deberá acortar la pista 300 metros antes de diciembre del año que viene. Ahora, la hoja de ruta es clara. Para el mes de septiembre esperan que los trabajos, que tienen seis meses de duración, ya estén licitados. Si todo transcurre bajo los cauces previstos, las máquinas comenzarán a trabajar en febrero de 2017 y terminarán en agosto. El presupuesto de las obras ascenderá hasta los 638.000 euros y Aena los costeará en su totalidad.
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