ALFREDO MORAZA BAREA GANADOR DE LA XIII BECA DE INVESTIGACIÓN SERAPIO MÚGICA DE IRUN
“Las fortificaciones de Irun son un tesoro de nuestra historia y espero haber contribuido a su conocimiento y puesta en valor”
Donostiarra de 50 años, Alfredo Moraza acaba de ver publicado el trabajo con el que ganó la XIII Beca de Investigación Serapio Múgica de Irun. Su título es ‘La evolución de las fortificaciones en Irun en los siglos XVI-XIX’.
XABIER SAGARZAZU - Domingo, 30 de Abril de 2017 - Actualizado a las 06:14h
Alfredo Moraza Barea
IRUN - Historiador y arqueólogo donostiarra de 50 años, Alfredo Moraza dirige el departamento de Arqueología Histórica de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y señala que para él fue “una alegría” obtener la beca Serapio Múgica, ya que “no hay demasiadas de este tipo, y con la crisis, han quedado menos aún”.
¿Qué supone para usted haber podido hacer este trabajo y el verlo ahora publicado en formato de libro, tanto en papel como electrónico?
-Ante todo, estoy muy agradecido al Ayuntamiento de Irun por haber elegido en su día este trabajo sobre las fortificaciones de la ciudad. Investigar es mi trabajo y este tipo de ayudas vienen siempre muy bien. Además, en el caso de la beca Serapio Múgica, hay un gran añadido, además de la propia cuantía económica. Y es que tu trabajo no se queda guardado en un archivo, sino que se publica en forma de libro para que cualquiera que tenga interés, pueda leerlo, consultarlo y conocerlo. Poder divulgar lo investigado es algo que no siempre podemos hacer. Me siento afortunado.
¿Por qué elige investigar sobre las fortificaciones de Irun?
-Elijo Irun para esta investigación porque es un enclave y una población fundamental para analizar la historia de Gipuzkoa y la de Euskal Herria. Su ubicación fronteriza, de bisagra entre dos coronas, la española y la francesa, la convierte en un lugar que sufre el constante asedio francés en épocas de conflicto y el puente de intercambio en los momentos en los que no hay tensión entre los dos estados.
Se habla mucho de Hondarribia como enclave defensivo pero quizá no tanto de Irun. ¿Por qué?
-Quizá porque en Irun no tenemos restos arqueológicos tan vistosos como las murallas de Hondarribia y porque la historia de las fortificaciones y otros elementos defensivos está muy poco desarrollada. Pero de hecho, hay una fuerte pugna entre Hondarribia e Irun por convertirse en la plaza defensiva del reino contra las invasiones francesas. La primera ostentó una importante hegemonía en este sentido e hizo lo imposible para que Irun no le quitara ese papel, pero a partir del siglo XVIII, Irun pasa a tomar el relevo como enclave de defensa para la corona.
¿Cuántas fortificaciones defensivas hay identificadas en su trabajo?
-En mi trabajo he podido elaborar un catálogo de 47 elementos de este tipo, de los que he preparado fichas con su ubicación, historia, fotografías y su presencia en planos antiguos. Las más conocidas son el fuerte de Gain-Gainean o el castillo de Gaztelu Zahar, pero hay muchas más. Por ejemplo, los miradores de la ermita de San Marcial son antiguos tambores o posiciones de artillería, están las torres de Elatzerta o Endarlatsa, el fuerte de Pagogaina o el propio muro del Juncal… Son muchos más elementos de los que la gente podría imaginar.
¿Cómo invitaría a un ciudadano de a pie a acercarse e interesarse por este voluminoso trabajo de más de 600 páginas que acaba de editarse?
-Le invitaría a empezar desde atrás hacia delante. Es decir, a echar un vistazo a la segunda parte del libro, la que contiene las fichas de las fortificaciones, a intentar localizarlas, saliendo a buscarlas… Tras leer esa información más breve y conocer algunos detalles, quizá se animen a sumergirse en la primera parte del libro, que es la más científica o técnica, rigurosa sí, pero en la que al mismo tiempo intento explicar las cosas con un lenguaje y una forma amenos.
¿Somos conscientes de lo que este patrimonio supone?
-Muy probablemente no. Ese era, precisamente, uno de mis objetivos. Traer a la memoria unas construcciones que fueron fundamentales en la historia de Irun, de Gipuzkoa e incluso de la propia corona española. Y es que una vez superado este escollo en la frontera, el avance hasta Madrid de las tropas francesas era relativamente fácil. Son fortificaciones y elementos de construcción que pasan desapercibidos en su gran mayoría o que son directamente desconocidos. Irun guarda un gran tesoro y conserva el conjunto de arquitectura defensiva más destacado de toda Euskadi. Me gustaría que este trabajo sirviera para hacer justicia a ese patrimonio y que sea un instrumento de conocimiento para su conservación, allí donde todavía es posible, y para su puesta en valor.
Su txoko guipuzcoano. La costa entre Zumaia y Deba. Un lugar tranquilo y a la vez especial.
Un monte. Todo Aralar. Tiene mil rincones a descubrir.
Un paisaje. Desde cualquier monte y sin cemento a la vista.
Una playa. Itzurun. Pequeña e íntima, muy de casa. Al menos hasta hace poco.
Una fiesta. Me quedo con las Portuko Jaiak de Hernani.
Gipuzkoando
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