Los gigantes buscan padrinos
La Irungo Atsegiña pone en marcha un micromecenazgo para restaurar las ocho piezas y recuperar la historia de su comparsa
Durante muchos años, la Sociedad Irungo Atsegiña fue la madrina de los huérfanos del Hospital Asilo de Irun. Hoy en día, conserva esa tradición con la organización de una comida anual para las personas mayores que viven en las residencias de la ciudad y con la entrega de opillas el día de San Marcos. Ahora, es la Irungo Atsegiña la que busca padrinos o madrinas para sus hijos más crecidos: Alcalde, Alcaldesa, Casero, Casera, Negro, Negra, Turco y Turca, es decir, los gigantes de Irun de toda la vida (o de casi toda).
La comparsa que la sociedad de la calle Arbelaitz recibió en donación en el año 1937, de manos de María Gal, ha formado parte del paisaje festivo de varias generaciones de iruneses. Fieles a su cita con los sanmarciales, los ocho gigantes salieron a bailar el pasado 28 de junio, un día de fuerte viento, que acabó derribando a alguno de ellos y causando importantes desperfectos. Esa desgracia supuso el empujón definitivo para que la Irungo Atsegiña decidiera embarcarse en un proyecto «en el que nos hemos marcado el objetivo de restaurar, recuperar y poner en valor a nuestros gigantes», señalaba Eneko Calvo, miembro de la directiva de la Irungo Atsegiña, quien ha presentado el proyecto de recuperación junto con el vicepresidente de la sociedad, Jesús Rubio.
- Aportaciones
- Las personas que deseen apadrinar la restauración de los gigantes podrán realizar aportaciones de entre 40 y 400 euros, poniéndose en contacto con la Irungo Atsegiña, a través de la dirección de correo electrónico irungoerraldoiak@irungoatsegina.org o acudiendo a la sede de la sociedad (calle Arbelaitz), los martes de 20.00 a 21.00.
Para mantener viva a esta multicultural comparsa, que probablemente representa a las razas cristianizadas, la sociedad se puso en contacto con el taller de Pamplona Eskuartean, especializado en imaginería festiva y que recientemente restauró los gigantes de San Sebastián. «Cuando les llevamos a nuestros gigantes, alucinaron», asegura Eneko Calvo. «Nos dijeron: 'Tenéis un tesoro. Son excepcionales, por la expresión de sus caras y sobre todo, por las manos, que son de madera de cedro, talladas una a una y todas diferentes'».
¿Del Nervión al Bidasoa?
Además de la restauración de las piezas, el proyecto incluye la recuperación de la historia de los gigantes, que no se conoce en su totalidad. La carta de cesión de la familia Gal data de 1937 y, aunque hay una imagen de la comparsa ante el Ayuntamiento de Irun, en 1920, «en Eskuartean nos han dicho que pueden ser más antiguos», comenta Jesús Rubio. Los restauradores tienen, incluso, fundadas sospechas de que los gigantes de la Irungo Atsegiña puedan proceder de la capital vizcaína. «Hay una imagen de 1895 de una comparsa de gigantes de Bilbao idénticos a los nuestros», añade Eneko. «Las manos son las que fortalecen esta hipótesis. No sabemos si son los mismos o si se trata de dos conjuntos iguales, pero esa imagen es la que va a servir de referencia para restaurarlos».
Los gigantes de la Irungo Atsegiña componen «un patrimonio de gran valor artístico y cultural, por lo que son y por lo que significan para el pueblo de Irun», prosigue Eneko y aunque el paso de los años pueda advertirse en sus manos y en sus cabezas, «mediante la restauración profesional, pueden recuperar el esplendor del primer día».
Pero la recuperación y reconstrucción de estructuras, trajes y pelucas de los ocho gigantes alcanza un presupuesto total de 89.981 euros. «La sociedad va a asumir una parte con sus fondos propios, además de invitar a los socios y a todas las personas interesadas a apadrinar, mediante un micromecenazgo, las partes en las que se ha dividido cada gigante». La recuperación de cada pieza se financiará en 43 partes. Se podrán hacer aportaciones de entre 40 y 400 euros, a através de la dirección de correo electrónico irungoerraldoiak@irungoatsegina.org o acudiendo a la sede de la sociedad (calle Arbelaitz, 1), los martes, de 20.00 a 21.00 horas. Para seguir el proceso, la Irungo Atsegiña difundirá los trabajos de restauración por redes sociales y organizará visitas a Eskuartean.
Cada padrino o madrina recibirá un recuerdo y su nombre constará en la parte del gigante financiada. La restauración de los caseros y los turcos ya se ha iniciado y la Irungo Atsegiña espera con ilusión que el proyecto llegue a completarse.
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