Miles de personas se manifiestan en Irun por una acogida digna para los migrantes
La movilización transfronteriza organizada por Irungo Harrera Sarea coreó en tres idiomas que «nadie es ilegal»
Miles de personas (alrededor de 5.000, según la organización) secundaron este sábado la manifestación convocada por Irungo Harrera Sarea, la red civil de acogida que desde hace siete meses asiste a los migrantes que llegan hasta la ciudad fronteriza. La marcha, en la que participaron manifestantes de ambos lados de la muga, partió a las 17.15 horas de Ficoba, tras una pancarta con el lema 'Euskal Herria, harrera herria. Liberté de circulation, égalité des droits.Dignidad, derechos y alternativas'. Consignas en euskera, castellano y francés, como 'Inor ez da ilegala', 'No sobran migrantes, sobran ignorantes' o 'Liberté de circulation', se corearon durante toda la marcha.
Tras cruzar el puente internacional de Santiago, la manifestación se dirigió hacia el CIE (centro de inmigración) de Hendaya, un edificio anexo a las instalaciones de la Police National. Un grupo de antidisturbios custodiaba el acceso a la Gendarmerie, ante la que la manifestación transcurrió, sin que se registraran incidentes.
«Es la tercera vez que vengo hasta el CIE», decía Carmen, voluntaria de la red de acogida y encargada ayer de la organización de la marcha. «No sabemos cuántos migrantes habrá ahí dentro y cómo lo estarán pasando. Nunca se asoman a las ventanas, pero al menos nos oirán y sabrán que estamos aquí, apoyándoles», señaló.
Julia, voluntaria del ropero de la calle Mayor de Irun, adonde las personas en tránsito suelen acudir para recoger prendas de abrigo, denunciaba las devoluciones en caliente. «Es un escándalo», decía. «Por eso estoy aquí, en la manifestación. Todas las semanas voy un par de días o tres al ropero y sólo me he encontrado con chavales educados y agradecidos».
«La migración es algo que no va a parar», comentaba Lucas Quintana, presidente de la Federación Oiaso de asociaciones de vecinos, «por mucho freno que quieran ponerles, mientras en sus países tengan situaciones de guerra y miseria. Europa no puede tratar a todos estos chicos como lo está haciendo».
Papa, senegalés de 38 años y profesor de francés, que llegó a España «en zodiac» y lleva tres años residiendo en Donostia, se desplazó ayer a Irun «para apoyar la manifestación. Pasas mucho miedo para venir aquí, pero van a seguir viniendo. Francia coge todo de África y luego no quiere que los africanos lleguemos al país».
«Nos dan la espalda»
De regreso a Irun, la manifestación recorrió la avenida de Iparralde y parte del paseo de Colón para alcanzar la plaza de San Juan sobre las 18.30 horas. La música de Mursego recibió a los manifestantes, que fueron llenando la plaza del Ayuntamiento irunés. Los organizadores leyeron un manifiesto en el que demandaron de las instituciones «una política migratoria que garantice derechos y genere alternativas», así como la libre circulación de las personas y una acogida permanente, digna e integral».
Ibrahim, migrante que ha decidido quedarse en Irun, subió al tablado para denunciar que «en África hay más de una crisis. Hay injusticia, inseguridad, guerras intercomunitarias... y los dirigentes nos dan la espalda. Sólo somos jóvenes sacrificando nuestras vidas por la supervivencia, por tener un futuro» y terminó recordando «a todos los africanos muertos» en este duro tránsito.
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