Una iniciativa «poco convencional» y con muchas posibilidades
El proyecto apunta a culminar en un resultado que tendrá un formato físico y perdurable. «Se podrán seguir habiendo copias por los siglos de los siglos. Al final será una imagen, que se podrá imprimir más o menos grande, hacer un panel con ella... Iremos viendo qué posibilidades hay», señala Massetani. «Lo que el proyecto puede dar de sí, partiendo de ese mapa de bolsillo, es bastante amplio».
«Desde el punto de vista antropológico es un proyecto poco convencional», apunta María José Noain. «Es menos científico que los proyectos habituales que se hacen, por ejemplo, desde la universidad. Aunque apliquemos el método antropológico de la entrevista y los grupos de trabajo, normalmente las encuestas suelen ser más formales. Pero nosotros queremos una respuesta impulsiva, que a los entrevistados no les dé tiempo a pensárselo mucho. Incluso, dentro de la misma encuesta, ese elemento creativo y artístico ya está presente. No se trata de recoger la memoria histórica del Bidasoa, sino su memoria emocional».
Ahora, en la primera fase del proyecto, María José Noain va a realizar «una recopilación exhaustiva de esa cartografía asociada al Bidasoa», una tarea «más histórica que antropológica, pero es la base de todo». También recurrirá a bibliografía como 'Lo que el río vio' de Luis de Uranzu, «una lectura imprescindible para esta primera fase», señala la antropóloga.
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