Un 25% menos de vehículos cruzó la frontera por Biriatou el fin de semana
Las restricciones, los cortes de carretera y los servicios de transporte recuperan la normalidad, y se espera que mañana desaparezcan los controles policiales
A las seis de la tarde se levantó el veto a la circulación de los camiones por la AP-8 y en cuestión de minutos todas las retenciones que no se produjeron el fin de semana lo hicieron el lunes, llegando a superar los 8 kilómetros de colas. El atasco se vio además intensificado en un momento por la avería de un camión que precisó de la retirada con grúa y por tanto del cierre de uno de los carriles de manera temporal.
Las asociaciones de transportistas llevaban días advirtiendo de que el cierre durante varias jornadas del paso de camiones de un peso superior a las 7,5 toneladas por la cumbre del G-7 tendría unas consecuencias no deseables para la fluidez del tráfico una vez que se levantaran las restricciones. Y sucedió lo que ya se presagiaba, que nada más 'abrir la barrera' lo que empezó siendo un atasco de dos kilómetros en Irun sentido Baiona, se cuadruplicó en cuestión de dos horas. Y eso, pese a que las autoridades decidieran abrir una ventana horaria desde las 22.00 horas del domingo a las 11.00 horas de ayer para aligerar la situación que se veía venir. Según informaron desde la Dirección de Tráfico del Gobierno Vasco, se trata de un comportamiento esperado y muy similar al que sucede cada lunes.
Situación bien distinta se vivió el fin de semana en los peajes de Irun y Biriatou, donde registraron entre un 20 y un 30% menos de vehículos al día que en las mismas fechas del año pasado. Una caída considerable teniendo en cuenta que la cumbre del G-7, que tenía blindada toda la zona fronteriza con controles policiales en cada esquina, coincidía además con la 'operación retorno' y Paso del Estrecho, en el que miles de viajeros noreuropeos, magrebíes y portugueses regresaban a sus casas tras las vacaciones.
El escenario contaba con todos los ingredientes necesarios para convertirse en un auténtico caos. Tanto es así que hace semanas que ya empezaron a encenderse las alarmas de las retenciones kilométricas que se producirían este último fin de semana de agosto, y las recomendaciones de las distintas direcciones de Tráfico no solo apelaban a la responsabilidad de los conductores para evitar la muga, sino también a su paciencia si optaban por hacer caso omiso a las advertencias.
Pero de entre todos los escenarios previstos, el resultante ha sido, sin lugar a dudas, el más favorable, con una frontera de Biriatou que apenas alcanzó los cuatro kilómetros de retenciones de manera puntual a última hora del sábado. Por lo general, la densidad del tráfico no solo ha sido inferior a la de cualquier 'operación retorno', sino muy similar a cualquier jornada ordinaria. Desde Bidegi estimaron que fueron unos 68.000 los vehículos que pasaron el sábado por el peaje de Irun en ambas direcciones. Una cifra que el domingo volvió a repetirse y que supone que las cabinas vieron pasar un 20% menos de vehículos que en la 'operación retorno' del año pasado en ese mismo punto, cuando transitaron unos 85.000 vehículos, entre ligeros y pesados.
Desaparecen las limitaciones
- CARRETERAS
- Controles:
- La Ertzaintza y la Guardia Civil terminan hoy de retirar de forma gradual la presencia policial y los controles en los accesos a Francia.
- Cortes:
- Reabierta en la AP-8 la salida 1 Hendaia/Biriatou, sentido Francia y las salidas de los peajes de Baiona, Biarritz, Boucau, Guéthary y Deux Jumeaux. El carril reversible de la AP-8 retirado.
- Camiones:
- Reabierto el tránsito desde las 18.00 horas del lunes
- TREN
- Topo:
- Los servicios llegarán hasta Hendaia, al reabrirse la estación francesa.
- En Francia:
- Las estaciones de tren de Biarritz, Bayona, Guéthary, Coucau y Hendaia también vuelven a estar operativas.
- AEROPUERTO
- Biarritz:
- Recupera la normalidad.
Fuentes de la empresa gestora de las autopistas francesas, por su parte, también aportan cifras que discurren en la misma dirección. Tenían una previsión de entre 54.000-61.000 tránsitos al día en Biriatou. No obstante, señalan que el tráfico del fin de semana en dicho punto de la A-63 ha sido «comparable a un sábado fuera de temporada», muy similar a las cifras que manejan en días laborales, con un promedio de 42.000 vehículos diarios.
La diferencia de esos 20.000 vehículos entre los datos facilitados por la agencia guipuzcoana y la adjudicataria francesa se deben a que muchos de los conductores que pasan el peaje de Irun no llegan a Biriatou.
Los factores que consideran que han contribuido a que el balance haya sido «positivo» son «la restricción de vehículos pesados», unido a una «buena comunicación y prevención» que ha hecho que los conductores hayan modificado su viaje de regreso. Dicha anticipación, de hecho, provocó según señalaron «un alto tráfico observado entre jueves y viernes, concretamente, con un pico en la noche del jueves».
Vuelta a la normalidad
Con los mandatarios de las siete potencias mundiales ya de regreso a sus respectivos países, Gipuzkoa recupera la normalidad y el peaje de Irun se despide así de los controles de seguridad, que se irán flexibilizando de manera paulatina; de los cortes de ciertas vías y de la limitación en los servicios de transporte público. La presencia policial en Biriatou, en cambio, se reducirá pero sin llegar a desaparecer, ya que se mantendrá el dispositivo que activó el país galo tras los atentados de París en noviembre de 2015.
En lo que respecta a las carreteras, a partir de hoy se podrá volver a tomar en la AP-8 la salida 1 Hendaia/Biriatou en sentido Francia, así como también las salidas de los peajes de Baiona, Biarritz, Boucau, Guéthary y Deux Jumeaux. Además, ya ha desaparecido el carril reversible de la AP-8 en dirección Irun, que se habilitó para aligerar el tráfico y que no se ha usado, y la limitación de circular a 80 kilómetros hora en ese punto.
Ahora bien, las autoridades advierten de que con la presencia de los transportistas la circulación será algo más densa en las próximas jornadas.
El topo también volverá a realizar su itinerario habitual a partir de hoy con la apertura de la estación de Hendaia. Durante la pasada semana, los trenes de la red Euskotren se detenían en Ficoba, obligando a quienes tuvieran que hacer uso de él a cruzar desde la localidad francesa a pie. También abrirán sus puertas las estaciones de tren de Biarritz, Baiona, Guéthary, Boucau y Hendaia.
Biarritz retira su blindaje y vuelve la normalidad para sus vecinos
Biarritz se ha convertido en las últimas semanas en un fortín prácticamente impenetrable. Cerca de 20.000 agentes de seis cuerpos de seguridad diferentes –Gendarmería, Policía Nacional francesa y española, Guardia Civil, Ertzaintza y Policía Foral– han trabajado para que la cumbre del G-7 pudiera celebrarse en la localidad francesa sin en más mínimo incidente. Pero una vez que la reunión de los 'siete gigantes' ha culminado, es hora de devolver a los biarrotas la normalidad.
El pistoletazo de salida lo dio ayer la rueda de prensa ofrecida a las 15. 00 horas el jefe de Estado francés, Emmanuel Macron. Tras su comparecencia, las delegaciones empezaron a retirarse y fue ayer por la tarde cuando el dispositivo de seguridad configurado para esta cita empezó a retirarse de forma gradual.
Sobre esa misma hora, se levantó además la prohibición de acceso a la Côte des Basques desde la Place du Port-Vieux, así como las actividades acuáticas desde el cabo Saint-Martin hasta la roca de la Virgen, prohibido durante las últimas jornadas. Y una hora más tarde, sobre las 16.00 horas, la estación de Biarritz y la de Baiona volvieron a estar operativas.
En las carreteras, la parte del RD810 (viaducto de Négresse, Biarritz, la rotonda de la gendarmería, Anglet) y el boulevard du BAB (la rotonda Moss, Biarritz, en el cruce de La Rochefoucauld, Anglet) que se cerró durante la cumbre se reabrió ayer por la noche a los conductores.
Por su parte, el aeropuerto de Biarritz, cerrado desde la pasada semana ya que en él aterrizaron buena parte de las delegaciones participantes en la cumbre, reanudará hoy su servicio con normalidad.
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