viernes, 20 de septiembre de 2019

Cómo seguir creciendo si ya se es gigante

Noticia publicada en Diario Noticias de Gipuzkoa,el viernes día 20 de Septiembre de 2019.

Cómo seguir creciendo si ya se es gigante

Ondare Kultur Elkartea lanzó ayer una campaña de micromecenazgo para financiar dos nuevos gigantes
QUE DARÁN UN IMPULSO A SU ESCUELA Y OTRA FIGURA “ESPECIAL” COMO PARTE DE UNA COLABORACIÓN CON EL | CD Bidasoa.
UN REPORTAJE DE JON GUEZALA - Viernes, 20 de Septiembre de 2019 - Actualizado a las 06:04h
Un niño sostiene el esqueleto de un gigante en una de las clases de la escuela de Ondare, en el local de la asociación.
Un niño sostiene el esqueleto de un gigante en una de las clases de la escuela de Ondare, en el local de la asociación. (Foto: Ondare Kultur Elkartea)
Un niño sostiene el esqueleto de un gigante en una de las clases de la escuela de Ondare, en el local de la asociación.Aginagalde y Mangas, presentado la colaboración.La familia de gigantes y miembros de Ondare, en San Juan.
Ondare Kultur Elkartea nació en 2011 con la vocación de impulsar la tradición de los gigantes y cabezudos en Irun, aunque no fue hasta hace año y medio cuando la entidad puso en marcha una de sus iniciativas estrella: una escuela de gigantes para niños, en la que los más pequeños pueden aprender a hacer bailar a las imponentes figuras, así como conocimientos teóricos en relación a ellas.
A estas alturas del recorrido de la escuela, el presidente de Ondare, Iñigo Mangas, realiza un balance que aunque al principio pueda parecer contradictorio, es perfectamente entendible: “El balance es positivo y negativo. Positivo porque la escuela va muy bien, la respuesta de los niños es muy buena y las valoraciones que recibimos de la gente por la calle siempre son en clave de aporte. Negativo porque tenemos demasiado niño para solo dos gigantes”.
Aunque Ondare cuenta con una plantilla de nueve gigantes, todos representando a personajes del folclore irundarra, solo dos de ellos, los más pequeños, cuentan con las dimensiones adecuadas para poder ser manejados por los txikis. “Al principio, cuando lanzamos la escuela, se apuntaron muchos más niños de los que preveíamos y cuando llegaron a ser 50 tomamos la decisión de cerrar las inscripciones”, continuaba Mangas. El éxito inicial de la escuela auguraba un futuro brillante, pero pronto comenzaron las dificultades.
El alto número de inscritos hizo que los responsables de Ondare tuvieran que hacer tres turnos para poder dar las clases, de una hora y media de duración, un día a la semana. “Aún así, teníamos a unos quince chavales por sesión para solo dos gigantes. Con suerte cada uno levantaba un gigante tres veces por clase y, como es lógico, muchos se aburrieron y lo dejaron”, narraba el presidente de Ondare.
La marcha de algunos de los alumnos tampoco supuso un problema, porque las plazas fueron rápidamente cubiertas debido a la altísima demanda. No obstante, los nuevos aprendices recorrían el mismo camino que sus antecesores, del entusiasmo al hartazgo, al no poder practicar con las figuras tanto como querrían. “De repente nos vimos inmersos en un bucle en el que nos entraban nuevos chicos y lo dejaban;era como la pescadilla que se muerde la cola”, explicaba Mangas.

Con el objetivo de no morir de éxito, Ondare lanzó ayer una campaña dematchfundingcon la que la entidad pretende financiar dos nuevos gigantes pequeños para su escuela, así como un gigante especial, “a medio camino entre los grandes y los medianos”, como parte de una colaboración con el CD Bidasoa. Toda esta expansión se enmarca dentro del proyecto Irun, Historia Gigante que Ondare desarrolla con la intención de “fomentar la cultura e historia de Irun y Euskal Herria como una forma de ocupar el tiempo libre frente a las formas tradicionales”.
El presidente de la entidad resaltaba, además, que Irun, Historia Gigante es un proyecto “único” porque incluye en un mismo envoltorio “cultura, educación, tema social y educación en valores”. Por ello, Ondare solicita ahora “toda la ayuda posible” para alcanzar la meta de recaudación óptima de la campaña, de un total de 12.555 euros.
En cuanto a las especificidades de la campaña, se trata de unmatchfunding,que solamente se diferencia del crowdfunding por contar el primero con el apoyo de alguna entidad pública, que en este caso es la Diputación Foral de Gipuzkoa. Así, por cada primera aportación que los usuarios realicen para la campaña de Ondare, la Diputación pondrá de sus arcas la misma cantidad, con un máximo de 100 euros por usuario y hasta agotar la “hucha” de 4.700 euros que el ente foral ha reservado para el proyecto Irun, Historia Gigante.
Como suele ser habitual en las campañas de micromecenazgo, los donantes recibirán a cambio diversas recompensas en función de la cantidad aportada. En ese sentido, Mangas apuntaba otro de los alicientes para sumarse a la campaña: “Las donaciones desgravan un 30% en la declaración de la renta”. El periodo de aportaciones arrancó ayer y estará activo durante 40 días en una primera fase. Si el proyecto no alcanza la cantidad mínima de 9.405 euros en dicha fase, la campaña se cancelará y todos los donantes podrán recuperar su dinero. Si, por el contrario, se alcanza la cantidad mínima, la campaña contará con tiempo adicional para llegar a la recaudación óptima.
El aliciente final de la campaña está reservado para el gigante del Bidasoa. El presidente del club, Gurutz Aginagalde, y Mangas no quisieron desvelar ayer su identidad, si bien afirmaron que será algún jugador.
Bidasoa-Txingudi
EL ‘MATCHFUNDING’
Objetivo. Recaudar 12.555 euros en goteo.cc/ondareirun para financiar tres nuevos gigantes para la comparsa de Ondare.
Recompensas. En función de lo aportado: entradas para una futura exposición de Ondare, entradas para la presentación de los gigantes, mochilas, camisetas y pendrives del proyecto e incluso la posibilidad de que el nombre del donante quede grabado en el interior de los gigantes, entre otras cosas.
Gigantes. Dos pequeños, un carabinero y una baserritarra, para la escuela y otro “especial, único en Euskadi”, en honor al Bidasoa.

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