El Alarde público propone convertir la pena de no desfilar «en energía para una sociedad más hermanada»
La Junta del Alarde público anunció ayer su decisión de renunciar a la organización del desfile de este año. Tras expresar su «cariño y solidaridad» con las víctimas del Covid-19 y sus familias y su agradecimiento a quienes están luchando en primera línea contra la pandemia, la Junta del Alarde público señala que «es momento de apoyar el esfuerzo colectivo que nos permita salir de esta situación. Es responsabilidad de todas y todos contribuir con nuestra actitud y saber hacer. Solo así haremos que nuestra ciudad recupere cuanto antes el pulso y la esperanza para salir adelante, sin dejar a nadie atrás».
La crisis sanitaria no permite hacer el Alarde, pero «la pena por no vernos, abrazarnos, tocar el txibilito, el tambor o desfilar, la podemos convertir en energía, en el fermento que dé lugar a una sociedad, la irunesa, menos fragmentada, mas hermanada, solidaria e igualitaria», añade la Junta.
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