«Somos proveedores de empresas esenciales y tenemos que responder»
Kempchen Comdiflex mantiene un retén mínimo de trabajadores a jornada parcial para sacar adelante los pedidos más urgentes
Aunque nació de un grupo alemán hace 53 años, la firma Kempchen Comdiflex es una empresa familiar irundarra con 23 trabajadores que fabrica «juntas especiales para refinerías, plantas químicas y centrales nucleares», con un 25% de facturación en el extranjero. «La crisis de 2008 nos golpeó fuerte», recuerda su director general, José Luis Bastarrica, «pero salimos adelante con una inyección importante de los propietarios, créditos del Gobierno Vasco que terminamos de pagar el año pasado y la implicación absoluta de los trabajadores».
En la actual situación, Bastarrica incide en la importancia, de nuevo, de la actitud de la plantilla. «El esfuerzo colectivo es lo que nos permite estar trabajando a día de hoy». Desde que empezaron los rumores sobre un posible confinamiento «nos pusimos a hablar con los trabajadores y creamos un grupo de WhatsApp para que desde la dirección pudiéramos informar y en el que la plantilla planteara sus dudas». Llegado el momento, comerciales y administración «nos llevamos los ordenadores a casa y trabajamos desde allí, pero las 14 personas de taller no podían hacerlo. Tomamos las medidas de seguridad pertinentes, redujimos los turnos de 8 a 6 horas y escalonamos los horarios para reducir el número de personas que coincidían en planta y que se pudiera mantener la distancia mínima de seguridad. La salud era y es lo primero». Se creó una bolsa de horas con las que no se estaban trabajando «y ofrecimos la posibilidad de acogerse a un ERTE de suspensión e ir al paro, cosa que hizo una persona. Cada uno tiene sus circunstancias y es importante ser consciente», valora el director.
El decreto del domingo les exige mantener la actividad «porque algunos de nuestros clientes, que son de sectores esenciales, nos consideran proveedor esencial. Pero», contrapone Bastarrica, «no podemos mantener a toda la plantilla activa a la espera de que surjan necesidades urgentes en esas empresas». Aunque el mismo domingo que se aprobaba el decreto ya recibieron algunos pedidos, «hemos avisado a los clientes de que sólo mantenemos un retén de 6 personas trabajando 4 horas para responder a las necesidades que sean verdaderamente inmediatas y necesarias. Para lo demás ya habrá tiempo». Bastarrica finaliza «agradeciendo la implicación de todo el equipo, que se está dejando la piel. No sabemos qué vendrá detrás de esto, pero todos haremos lo imposible por sacar la empresa adelante».
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