Noticia publicada en Diario Vasco,el martes día 1 de Marzo de 2022
Nos veremos en mejores circunstancias, Zanpantzar
Carnaval
El simpático gigantón y la sardina ardieron en la plaza de San Juan para cerrar esta edición de regreso
La verdad es que se echó de menos el desfile previo al entierro de la sardina, cuya suspensión se había incluido entre las medidas excepcionales adoptadas este año en los Carnavales de Irun con motivo de la pandemia. Se echó de menos porque faltó la referencia que ambienta las calles de Irun en este Martes de Carnaval y que, desde la plaza del Ensanche a la de San Juan, recuerda cada año a los irundarras que una pira va a poner el cierre carnavalero. En un festivo escolar no es poca la gente que atiende el reclamo. Quizá por eso mismo se había anulado la marcha.
Pero la realidad, tozuda ella, atestó los alrededores del vallado perimetral colocado en la plaza de San Juan. Dentro, la Banda de Música Ciudad de Irun, Bidasoako Erraladoiak, la Asociación de Vecinos de Belakoenea, Santiagoko Deabruak y Ondare Kultur Elkartea hicieron lo posible por que la despedida de Zanpantzar y la sardina contara con todos los honores.
Circularon con la marcha fúnebre alrededor de las balas de paja en una procesióm solemne en la que se hizo dolorosamente nítida la ausencia de las plañideras, personajes eliminados también por las restricciones consideradas para la celebración carnavalera. Seguro que era recomendable evitar tanto la marcha por las calles como el colectivo de llorones, pero ha faltado pedagogía porque estas restricciones son difíciles de entender después de sendos multitudinarios desfiles el sábado y el domingo.
El caso es que lo importante sí tuvo lugar. Entre bengalas chispeantes sostenidas por miembros de Santiagoko Deabruak, Ondare y Bidasoako Txaranga prendieron la hoguera. Las llamas se comieron la sardina y el Zanpantzar con una voracidad que impresionó un poco.
El indulto anual a la cabeza de Zanpantzar suele hacer que éste arda con una bolsa negra por testa, pero ayer no fue así. Una réplica de la cabeza tomó el lugar de la verdadera que, efectivamente, había sido indultada de nuevo. Miembros de Bidasoako Txaranga la pasearon en una kalejira final que contó con la música festiva interpretada por la Banda y el baile animado de gigantes y personajes. Así se le puso punto final al acto en un tono de celebración alejado del lúgubre desfile inicial.
En ese animado contexto se escabulló la cabeza de Zanpan-tzar con la clara promesa de regresar a la ciudad dentro de un año. Ojalá sea en mejores circunstancias que permitan celebrar la fiesta sin restricciones ni noticias tan abrumadoras.
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