Noticia publicada en Diario Vasco,el miércoles día 2 de Noviembre de 2022.
Recolocan las vallas en el Puente de la Avenida de Irun
Una decena de colectivos de apoyo a migrantes retiraron las vallas para denunciar que la Policía de Francia seguirá otros seis meses vigilando los pasos fronterizos
Las vallas del Puente de la Avenida de Irun han vuelto a ser colocadas y este miércoles cierran de nuevo el paso en la frontera entre Irun y Hendaia. El puente de la Avenida es paralelo al puente de Santiago, donde el Estado francés, tiene colocado un control permamente, que dificulta el camino de las personas africanas que desean cruzar la muga y seguir para el norte.
Ayer martes una decena de colectivos de apoyo a migrantes en tránsito decidieron cortar las vallas hasrtos de que Francia decida cada seis meses renovar los «los controles policiales racistas e ilegales» en la muga.
La performance tuvo lugar pasadas las seis y media de la tarde. A esa hora, unas 300 personas partieron de ambos lados de la muga, unas desde Ficoba en Irun y otras desde la estación de tren de Hendaia. Se juntaron en el puente Avenida y, con unos cortafríos, cortaron las dos vallas que, separadas por una treintena de metros, impedían el tránsito peatonal entre ambas localidades.
Bajo el lema 'Mugak apurtu, zubiak eraiki' (romper fronteras, construir puentes), el acto coincidió con el día en el que Francia renovaba para un nuevo periodo de seis meses el control fronterizo que emprendió hace ya «varios años» en el Bidasoa, al igual que en sus lindes con Italia. Los organizadores de la acción criticaron que algunos de los pretextos que da el Gobierno francés para mantener la vigilancia –«el terrorismo, el Covid-19 y ahora la guerra de Ucrania»– son «falsos», al entender que «estos controles solo están ahí para intentar detener a los miles de jóvenes migrantes que huyen de sus países en busca de un mundo mejor».
En un comunicado en euskera, castellano y francés, aseguraron que las personas en tránsito «pueden permanecer un máximo de tres días» en el recurso que Cruz Roja gestiona en Hilanderas en Irun, donde, según denunciaron, «se les presiona para que salgan lo antes posible sin tomarse el tiempo de averiguar qué es lo mejor para ellos».
Este plazo de tres jornadas –continúa el escrito leído este martes–, junto a la vigilancia de la policía gala durante las 24 horas del día «en puentes, estaciones de tren, autopistas y paradas de autobús para impedir que estas personas continúen su tránsito con dignidad», lleva a algunos migrantes a «arriesgarse aún más, caminando por las vías del tren, por el arcén de la autopista o saltando al río Bidasoa».
«Al menos nueve muertos»
En este sentido, recordaron que «al menos 9 personas han muerto en los últimos 24 meses» en su empeño por eludir a la policía y franquear la frontera, «y sin embargo nada ha cambiado». Y no lo ha hecho, afirmaron, pese a las peticiones de apertura de la frontera realizadas por «diferentes dirigentes políticos», como el lehendakari, Iñigo Urkullu; el presidente de la Mancomunidad de Iparralde, Jean-René Etchegaray; y el de Aquitania, Alain Rousset.
Al acto de este martes, impulsado por el sindicato LAB, se sumó una decena de colectivos, como SOS Racismo, Irungo Harrera Sarea, Ongi Etorri Errefuxiatuak o Bidasoa Etorkinekin.
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