Noticia publicada en Conecta Bidasoa,el martes día 25 de Abril de 2023.
La calle Ermita empieza su renovación
Se trata del tramo donde confluyen la ermita Santa Elena, la fuente y la primera línea de casas hasta el puente del canal
El Ayuntamiento de Irun informa de que este martes, 25 de abril, da comienzo la primera fase de la reurbanización de la calle Ermita. Se trata del tramo donde confluyen la ermita Santa Elena, la fuente y la primera línea de casas hasta el puente del canal.
La delegada de Obras, Cristina Laborda ha destacado que «la renovación de esta calle es esperada e importante porque se trata de una calle con gran significado histórico y que forma parte del núcleo histórico de Irun. Es una de las calles emblemáticas de nuestra parte vieja, que vamos a mejorar de forma integral para adaptar cuestiones como la accesibilidad, unos espacios más amplios y zonas amables».
Estas obras conllevarán el cierre al tráfico del tramo de calle a reurbanizar, ya que dada la configuración de la misma no es posible compatibilizar los trabajos y presencia de maquinaria con la circulación rodada.
Para acceder desde la zona rural hacia el entorno urbano de Irun, a la altura de Ibaietako Gaina, hay dos caminos; el que baja a la Ermita Santa Elena, y otro que baja al caserío Bordatxuri en la zona de Ibarla. Al cortase el tráfico en el camino dirección Ermita Santa Elena, todo el tráfico será dirigido hacia la zona de Ibarla. Por tanto, mientras duren las obras, para el acceso y salida entre la zona rural y la zona urbana de Irun se podrá utilizar el camino alternativo entre Ibarla e Ibaietako Gaina.
Este desvío se mantendrá en principio prácticamente durante la casi totalidad de las obras, 7 meses. El proyecto cuenta con un presupuesto de 643.480,25 euros y la empresa adjudicataria es Urbycolan, S.L. Cabe destacar que esta para actuación se ha solicitado ayudas financiadas por la UE y el programa Next Generation EU.
Descripción del proyecto
Los trabajos previstos incluyen, entre otros, la peatonalización de la zona, renovación de los acabados y pavimentos, renovación de infraestructuras y mobiliario urbano, renovación del alumbrado y distribución de zonas ajardinadas. Cabe recordar que el proyecto contó con un proceso de participación con los vecinos/as del entorno.
La propuesta, busca la integración del área en el casco histórico de la ciudad y, en este sentido, los criterios de actuación se corresponden con los establecidos en el Plan Especial de Rehabilitación del Casco Antiguo de Irun del que forma parte la calle Ermita.
Se plantea la transformación del área adecuándola a su importancia en el entramado urbano de la ciudad. Se busca destacar los elementos de interés de la zona y realzar su monumentalidad mediante los acabados, el alumbrado y una configuración espacial que permita una adecuada visibilidad. El planteamiento se guía para ello por criterios de sostenibilidad, perspectiva de género y accesibilidad universal.
Siendo una de las principales prioridades del proyecto la de otorgar al peatón el protagonismo que le corresponde en la vía pública, el punto de partida es la generación de un espacio de coexistencia en toda la longitud del área de actuación. Se busca generar una calle en la que haya espacio para otros usos además del de la circulación, como el paseo, la contemplación, el descanso y la interacción social. Se asegurará la existencia de itinerarios accesibles, seguros y cómodos para todas las personas usuarias, a todos los portales, monumentos y servicios.
Configuración de los espacios
La calle debe, por un lado, conservar la función de acceso rodado de doble dirección desde el cruce con el puente de Santa Elena hasta el comienzo de Ibaieta Ibilbidea. Por el otro, debe garantizar accesos peatonales accesibles a todos los portales de las viviendas existentes, así como a la Ermita-Museo y a la fuente histórica. Está situada, además, al borde del Canal Dunboa, cuya presencia en conjunto con el arbolado existente le añade también cierto interés paisajístico.
Debido al ancho reducido de la calle en la mayor parte de su desarrollo, es necesario optimizar el espacio disponible. Se propone generar un parterre continuo en toda la largura de la calle junto al muro que da al canal, de manera que los árboles existentes queden unidos por una generosa franja verde y estén protegidos de la circulación. Entre los árboles se alternarán los bancos para sentarse a su sombra. El parterre se ampliará en su encuentro con el puente de Santa Elena para absorber el desnivel existente y generar una zona ajardinada. El espacio restante, de un mínimo de 4m de ancho a excepción de en el encuentro con Ibaieta Ibilbidea, se destinará a la zona de coexistencia de vehículos y peatones. En la zona de la fuente Ama Xantalen, donde la calle tiene más anchura, se marcará la zona de coexistencia con pilonas para proteger las zonas exclusivamente peatonales. Esta limitación, unida a la definición de la sección tipo y a la selección de los materiales de pavimentación, favorecerá la reducción de la velocidad de los vehículos.
En esta zona más ancha se plantea, asimismo, una franja ajardinada formada por dos parterres entre la zona de coexistencia y la acera junto al antiguo molino, que contribuye a la integración ambiental y separa en cierta manera al tráfico rodado de los dos edificios singulares situados al final de la calle.
Se adecentará la zona ajardinada adyacente a la fachada oriental de la fuente Ama Xantalen y se realizarán trabajos de restauración en la misma, como la renovación de la cubierta o la limpieza de sus muros.
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