20 años más tarde, en 2013, este entorno fue designado, mediante un decreto del Gobierno Vasco, Zona Especial de Protección para las Aves (ZEPA) y Zona de Especial Conservación (ZEC).
 Esta norma contemplaba asimismo el “desalojo de las instalaciones 
deportivas” con el objetivo de restaurar el espacio “para hábitats 
marismeños”.
        
        
        
                                
        
        
        
                            
        A estas iniciativas promovidas por motivos medioambientales se 
han sumado durante este tiempo, además, las peticiones provenientes de 
los propios clubes deportivos, que desde hace años denuncian la 
precariedad de las instalaciones. Como respuesta, los sucesivos 
gobiernos municipales han presentado diversas propuestas con nuevas 
ubicaciones, como Zubieta, Arbes, Oxinbiribil, Meaka o la zona del 
Stadium Gal, sin que ninguna de ellas prosperara. Hasta que en el Pleno 
celebrado en diciembre de 2018, los grupos EAJ-PNV, Sí Se Puede Irun 
(actual Elkarrekin Podemos-IU) y EH Bildu presentaron una moción que defendía que el ámbito de Txenperenea constituía
 la “mejor y única ubicación posible” para dar relevo a Plaiaundi. La 
moción salió adelante con los votos en contra del PP y la abstención de 
los socialistas.
        
                    
                    
        
                                
        
        
        
                            
        Tuvieron que pasar todavía cuatro años más (abril de 2022) hasta
 que el Pleno aprobó la modificación del Plan General de Ordenación 
Urbana (PGOU), que determinaba el futuro desarrollo urbanístico de 
Txenperenea, incorporando a este ámbito el traslado de las instalaciones
 deportivas de Plaiaundi. El último paso ha sido la aprobación 
provisional, el pasado enero, del Plan Especial de Txenperenea, y la 
adjudicación de la redacción del anteproyecto.
        
        
        
                                
        
        
        
                            
        Con todo, los clubes deportivos lamentan que hayan tenido que pasar 30 años para que se dé respuesta a la problemática. “Estamos
 decepcionados”, apuntan desde la junta directiva del BAT. “Hemos 
sentido que ha sido una tomadura de pelo. Primero decían una ubicación, 
luego otra… Nos han estado mareando”, señala por su parte Iñigo 
Aizpurua, directivo del Txingudi Rugby.
        
        
        
                                
        
        
        
                            
        Más allá del malestar generado por la falta de soluciones, 
Aizpurua asegura que durante este tiempo apenas se han realizado 
inversiones para mejorar el equipamiento de Plaiaundi. En consecuencia, 
actualmente carecen de espacio para guardar el material y juegan en un 
campo que se encuentra, según sus propias palabras, en muy malas 
condiciones, un hecho que en la última temporada ha provocado numerosas 
lesiones.
        
        
        
                                
        
        
        
                            
  
        
        
        
                                
        
        
        
                            
  Infrainstalaciones
        
        
        
                                
        
        
        
                            
        Tampoco en el gimnasio hay sitio suficiente para que quepa 
siquiera un equipo y deben arreglarse con cuatro vestuarios para los dos
 clubes. “Por suerte nos llevamos bien y nos avisamos cuando tenemos 
torneos y vamos a necesitar los del otro club, pero no se puede estar 
así, hay muchas cosas para mejorar”.
        
        
        
                                
        
        
        
                            
        Por su parte, desde el BAT señalan que en la pista de atletismo 
también son necesarias muchas mejoras y que, a pesar de que está 
previsto que este verano se sustituya el tartán de la línea de meta, 
faltaría adecentar el resto. “Como mínimo Txenperenea va a tardar tres 
años y durante ese tiempo hay que seguir manteniendo Plaiaundi, porque 
si no la pista se muere, y a día de hoy se hace el mantenimiento 
mínimo”, aseguran.
        
        
        
                                
        
        
        
                            
        El club demanda asimismo un espacio cubierto, “como hay en la 
mayoría de pistas de atletismo de España; más aún teniendo en cuenta lo 
que llueve aquí”. Al mismo tiempo, lamentan que, a pesar del crecimiento
 exponencial que se ha dado en la entidad desde finales de los 90 
(actualmente cuenta con 300 jóvenes en la Escuela, más 200 federados y 
varios equipos compitiendo en liga), las condiciones en las que se han 
visto obligados a subsistir les han impedido promocionar el deporte en 
la comarca, ya que no pueden albergar encuentros de liga al no ser las 
de Plaiaundi unas instalaciones homologadas.
        
        
        
                                
        
        
        
                            
        Por eso sus principales peticiones de cara al desarrollo de 
Txenperenea son un módulo subterráneo y un equipamiento homologado en el
 que poder llevar a cabo competiciones de liga. Para ello resulta 
necesaria una pista con ocho calles. “No pedimos más que una 
instalación del siglo XXI. Somos un club potente y podemos albergar 
competiciones a nivel estatal e inferiores, como pueden ser las de 
Euskadi y Gipuzkoa”, apuntan. En este sentido, tienen claro que con las nuevas instalaciones Irun podría ser un referente en el ámbito del atletismo.
        
        
        
                                
        
        
        
                            
  
        
        
        
                                
        
        
        
                            
  División de honor b
        
        
        
                                
        
        
        
                            
        En el caso del Txingudi Rugby su demanda resulta muy similar. El
 club aspira a contar con un campo homologado para jugar en División de 
Honor B, para lo que se deben cumplir algunas medidas exigidas por la 
Federación Española de Rugby relativas a las dimensiones del campo, al 
césped y a la iluminación, entre otras cuestiones. 
        
        
        
                                
        
        
        
                            
        Además, consideran indispensable que se construya un anexo de 
hierba artificial que les permita mantener el césped del campo en 
condiciones y donde desarrollar los entrenamientos de la Escuela. 
También un gimnasio propio, un almacén amplio, una zona técnica y un bar
 con espacio para el habitual tercer tiempo característico de este 
deporte, entre otras peticiones. “Esto es lo que queremos, pero no sé si
 vamos a conseguirlo, porque el espacio que hay es el que es, sobre 
plano no parece muy grande”, cuenta Aizpurua.
        
        
        
                                
        
        
        
                            
        En las últimas semanas, ambos clubes han mantenido 
sendas reuniones con responsables municipales, a los que han trasladado 
sus necesidades. Ahora esperan que en el próximo mandato se “agilicen 
los trámites” y, sobre todo, se dé prioridad al proyecto, sin que este 
quede en un segundo plano, eclipsado por otros como el pabellón 
multiusos de Ficoba. 
        
        
        
                                
        
        
        
                            
        En concreto, consideran que Txenperenea tiene que ejecutarse en 
la próxima legislatura y que el nuevo gobierno municipal deberá rescatar
 el convenio de financiación que se firmó en los años 90, por el que el 
Gobierno Vasco se comprometía a financiar el 50% del coste del traslado,
 la Diputación Foral el 30% y el Ayuntamiento el 20% restante. Un 
acuerdo, que, tres décadas después, continúa acumulando polvo a la 
espera de su actualización.