Noticia publicada en Diario Vasco,el domingo día 1 de Agosto de 2021.
Tres grandes operaciones de recuperación de suelo industrial deteriorado, en la pista de despegue
Sin apenas posibilidad de ocupar ámbitos no urbanizados, Industrialdea y Ayuntamiento apuestan por invertir en pabellones degradados
El concepto del desarrollo sostenible se ha difuminado de tanto usar esas palabras en todo contexto y situación. Yendo a la pura etimología básica, la idea subyacente es clarísima y habla tanto de sostenibilidad como de desarrollo. Es decir, que acepta la idea del crecimiento y la mejora pero de una forma que permita la durabilidad en el tiempo.
Importante tener esto presente al analizar los suelos industriales que el Plan General de Ordenación Urbana propone para Irun. La primera limitación que se estableció a la creación de nuevos polígonos de actividad económica fue la de la autopista, liberando la parte sur de urbanizaciones futuras para preservar (y en lo posible mejorar) su condición de espacio natural. Pero tampoco al norte de la A-8 se daba rienda suelta a que florecieran pabellones a diestro y siniestro. Más bien al contrario: los nuevos suelos disponibles para la actividad industrial, concentrados al noroeste, eran pocos.
Las limitaciones iban muy en la línea de la sostenibilidad, pero faltaba la parte relativa al desarrollo, la posibilidad de crear nuevas empresas o de que las existentes puedan crecer. Para ello, el Plan General proponía recuperar miles de metros cuadrados de suelos ya industriales que con el paso de los años han perdido el uso y se han deteriorado, de manera que recuperarlos para su uso requiere de una inversión para la regeneración.
Los proyectos en Cycobask, Hiframasa y Gametxo suman casi 15.000 m2 de oportunidad para la actividad económica
Esta idea defendida por el Gobierno municipal ha encontrado complicidad en Oarso Bidasoa Industrialdea donde Spri (el Gobierno Vasco) es el socio mayoritario. Desde el minuto 1 del presente mandato Ayuntamiento e Industrialdea trabajan en tres operaciones de regeneración que están ya bastante avanzadas y deberían estar terminadas antes de que vuelva a haber elecciones municipales.
Cycobask, entre Tesa y las viviendas de Errotaberri (en Ventas); Hiframasa, entre la A-8 y la planta de Pasquier en Ugalde, y Gametxo, la parcela de Belaskoenea, junto al puente ferroviario, donde estuvo esta firma, son esas tres operaciones. El alcalde de Irun y presidente de Bidasoa Oarsoko Industrialdea José Antonio Santano pone las cifras a ese conjunto de proyectos: «Serán unos 16 millones de inversión, casi 15.000 m2 de suelo a disposición de empresas que están a la espera y estimamos, con cálculos muy conservadores, entre 400 y 500 puestos de trabajo, algunos nuevos y otros trasladados».
empleos industriales por cada 100 trabajadores situaban a Irun, antes de la pandemia, en el puesto 14 del Estado en tasa de trabajo industrial entre las ciudades de más de 50.000 habitantes. El dato sorprende porque en Gipuzkoa, un territorio caracterizado por contar con muchos municipios de pequeño tamaño con altísimas cotas de industralización, Irun destaca por contraste. Al elevar el foco al conjunto del estado y atendiendo a datos del INE de 2019, sólo 13 municipios grandes (sólo uno vasco, Vitoria-Gasteiz) superaban su tasa de empleo industrial.
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