lunes, 31 de mayo de 2010

"Hemos perdido el sentido de la austeridad y nos va a hacer falta"


Noticia publicada en Diario Vasco sección Bidasoa el domingo 30 de Mayo de 2010.



IRUN
«Hemos perdido el sentido de la austeridad y nos va a hacer falta»
Agustín Ugarte Presidente de Behar Bidasoa y Medalla de Oro de Irun
30.05.10 - 02:46 -
MARÍA JOSÉ ATIENZA IRUN.


«Es el trabajo por el otro el que te llena la vida y la experiencia que te aporta esperanza»

«No me interesa la sociedad de consumo. Es una forma de vivir que genera insatisfacción»


En toda trayectoria vital, hay objetivos loables que pocos privilegiados son capaces de realizar. Una de esas metas casi inalcanzables es no perder de vista lo importante. Otra, actuar en coherencia con lo que se piensa. Agustín Ugarte Manterola (Irun, 1932) pertenece a ese pequeño grupo de elegidos. Repasando su trayectoria, salta a la vista que no ha perdido un solo minuto en tonterías y que, desde muy joven, supo que lo importante es dotar de una vida digna a todo ser humano. Desde los 15 hasta los 78 años, que cumplió el pasado mes de abril, Agustín Ugarte ha actuado en consecuencia y se ha convertido en el principal generador de la energía solidaria que atesora esta ciudad y que es mucha. Irun, a propuesta de las ONGs de la comarca, le entregó ayer una Medalla de Oro bien merecida.


¿Qué ha significado para usted este reconocimiento?

- Yo no he trabajado para que me den medallas, pero la agradezco, sobre todo porque la propuesta ha partido de las ONGs. Hay nombres muy destacados en Irun en todos los campos y que se hayan fijado en mí, me hace mucha ilusión.

- No es fácil, en este pequeño espacio, resumir la trayectoria que le ha traído hasta aquí, pero vamos a intentarlo. ¿Recuerda cuál fue su primer acto solidario público?

- Yo tenía 15 años cuando conocí al sacerdote Ricardo Alberdi, que fue el que nos impulsó en el compromiso del trabajo por un mundo más justo. Pero mi primer trabajo solidario, creo que fue en el año 1950. Hice una visita al sanatorio de Andazarrate, en compañía de otros cinco jóvenes, de los que sólo quedamos vivos Luis Gregorio Arzac y yo. Era un sanatorio de enfermos de tuberculosis, una enfermedad maldita en aquella época. Luego cerraron aquel sanatorio, abrieron el de San Sebastián y seguimos con las visitas. Llevábamos paquetes de alimentos a los enfermos de Irun. Organizamos un servicio que consistía en recaudar dinero para comprar la esteptomicina. Cada gramo costaba entre 250 y 300 pesetas y hacían falta unos 20 a 25 gramos para un tratamiento. Recaudábamos el dinero a través de recibos de 2 pesetas, entre la gente que trabajaba en la CAF, Escalante, Palmera, Cerillas, Elgorriaga... .

- Agustín Ugarte es conocido por su trabajo en Behar Bidasoa, pero durante la dictadura desarrolló una importante labor social, política, incluso sindical, cuando los sindicatos estaban prohibidos.

- Yo pertenecía al secretariado social diocesano y a Caritas y desde ahí hice los trabajos que se requerían en la época. En 1966, con el estado de excepción, se montó un servicio de atención a los deportados y realizar aquel trabajo fue bastante comprometido. También conseguimos, en unas elecciones municipales, evitar el pucherazo y meter dos concejales por el tercio familiar y otros dos por el sindical. Nuestros movimientos entonces eran muy restringidos, pero algo podíamos hacer. Informábamos a los trabajadores sobre sus derechos, participábamos en las asociaciones vecinales... Yo fui presidente de la de Santiago. Mi trabajo en la ONG, es la parte de mi vida más visible, pero es de anteayer. Empecé a trabajar por Ruanda en 1976, después de que José Ramón Amunarriz nos mostrara la situación que se vivía en el país.

- Usted trabajó en Escalante desde los 14 años hasta la jubilación y ha dedicado sus vacaciones y todo su tiempo libre a asistir a quienes más lo necesitan. ¿De dónde ha sacado tanta energía?

- Cada cual actúa según su conciencia. En Behar Bidasoa, por ejemplo, hay gente de distintas ideologías y creencias trabajando en la misma dirección. Pero a mí, lo que me ha llevado a seguir este camino ha sido la fe en Dios. El servicio a los demás es una vocación, una gracia que he recibido y que me ha llevado a seguir las enseñanzas del evangelio.

- Poca gente colabora hoy en día de forma desinteresada, como se hacía en los años de su juventud. ¿Cómo ve el futuro del voluntariado, que es la base de organizaciones como la que preside?

- Lo veo mal. Nosotros hemos tenido una ventaja, que es la de haber pasado la posguerra y saber lo que son las carencias materiales. Los padres que han sufrido esa carencia han procurado darles todo a los hijos. Y no sé si se ha hecho bien, porque la abundancia ha generado egoísmo. Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y no nos hemos dado cuenta. Las vacaciones, las salidas obligadas, los regalos, las tonterías... Yo no soy padre, pero entiendo que para un padre es un dilema que su hijo venga pidiendo algo y , aunque crea que tiene que negarse, le cueste, porque lo tiene el vecino y el compañero del colegio y el otro... Pero no sé si hemos hecho bien. Hemos perdido el sentido de la austeridad y nos va a hacer mucha falta, porque la abundancia en la que hemos vivido estos últimos años, no se va a volver a vivir. Estamos entrando en otro ciclo.

- ¿Cómo ha conseguido usted aislarse del ruido de la sociedad de consumo?

- La sociedad de consumo no me interesa. Es una forma de vivir que genera insatisfacción. Es el trabajo por el otro, por el necesitado, el que te llena la vida. Esa es mi experiencia personal y la que comparto con muchas personas que trabajan como yo. Esa es la experiencia con con la que me gustaría aportar un poco de esperanza.
pie de foto: Agustín Ugarte muestra la Medalla de Oro de la ciudad. :: F. DE LA HERA

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