domingo, 29 de enero de 2012

El colofón de Palmera-Montero

El colofón de Palmera-Montero

Centro cívico. Esta parcela, que hoy es un parking provisional de superficie para unos 90 coches, está llamada a albergar uno de los principales equipamientos socioculturales previstos en Irun. :: F. DE LA HERA


Noticia publicada en Diario Vasco sección Bidadosa el domingo día 29 de Enero de 2012.

IRUN

El colofón de Palmera-Montero

2012 debe ser el año que vea iniciar las obras del centro cívico adeudado al nuevo barrio. La Ley del Suelo obliga a un estudio de contaminación de la parcela destinada a este equipamiento antes de proceder a construirlo

29.01.12 - 02:32 -

Palmera-Montero es, probablemente, el mayor acierto urbanístico de la ciudad en muchos años. Puede ser atrevido, por decirlo así, pero no es una afirmación gratuita. Hay muchos argumentos para apoyarla. Partiendo de un entorno industrial ya abandonado (un matadero y una fábrica de herramientas), ha nacido un barrio residencial completamente nuevo, de densidad media, dotado de zonas verdes, espacioso y bien ordenado.
Cuando terminen las viviendas pendientes en la zona de Alzukaitz, habrá 1.120 nuevos hogares (245 de ellos VPO y 37 de precio concertado), un buen caldo de cultivo para ver florecer comercio y hostelería. Tanto que ésta última ha conseguido convertir la nueva barriada en foco atractivo para cualquier irundarra tanto a la hora de tomar algo como a la de comer. Gracias a esta operación, se renaturalizó la regata de Artia, que dejó de ser canal; mejoró la calle Bertsolari Uztapide, que no será nunca más el fin del mundo; se ha reurbanizado la calle Alzukaitz con unas condiciones óptimas... Incluso Artia ha ganado, con operaciones urbanísticas frente a Palmera-Montero que han ordenado la zona baja del barrio y que tenían verdadero sentido sólo gracias al nuevo barrio.
Es innegable que la nueva zona padece también problemas. Los hay, serios, para aparcar. Y está por ver qué ocurrirá con esa inmensa glorieta, desatendida en su parte interior, que es hoy la plaza Wollmer y que está llamada a ser un espacio verde de verdad. Faltan otros remates importantes, entre ellos los principales equipamientos previstos. La guardería para alumnos de 2 y 3 años ya está en construcción; el centro cívico debería arrancar este año. Esta delicada actuación acumula años de complicadísimas gestiones y es, quizás, el punto más negro en la breve nueva historia de Palmera-Montero.
La deuda pendiente
Fue hace exactamente 10 años cuando por primera vez alguien se refirió a un equipamiento sociocultural en esta zona bajo la denominación de centro cívico; lo hizo el entonces concejal de Urbanismo Borja Sémper. Cuatro años después, el Pleno aprobó la convocatoria del concurso para construir un edificio en el que habría varios servicios culturales, sociales y vecinales y, entre otras cosas, el Euskaltegi municipal. Esto, además de un bajo destinado a acoger un supermercado y de un parking subterráneo de unas 130 plazas, 100 para vecinos y el resto para aparcamiento en rotación. Sin embargo, la primera medida sobre la parcela, apenas unos meses después, fue habilitar un aparcamiento de superficie provisional. Aquel primer concurso quedó desierto y no fue hasta marzo de 2009 cuando volvió a licitarse la obra que finalmente se le adjudicó a Murias a finales de ese mismo año.
El proyecto pareció quedar entonces en un nuevo punto muerto, hasta que hace seis meses emergió con una modificación en la ordenación. Se supo así que el motivo del parón era la necesidad de replantear el proyecto constructivo con el objetivo de emplear un sistema como el que se usó en la plaza de San Juan, con muros perimetrales que minimicen el efecto sobre las viviendas cercanas de la calle Uranzu. Aquella modificación se aprobó en el Pleno frente a la sola abstención de EB. En la sesión intervino uno de los vecinos de las casas de Uranzu, que argumentó ante los corporativos, sin éxito, las razones para dar el 'no' «a este proyecto, que no al centro cívico».
2012 puede y debe ser el año en el que arranquen las obras de construcción y así se planteará en el Presupuesto municipal. La constructora está dispuesta, parece haber una empresa ya interesada en la explotación del supermercado y la tramitación urbanística está completa. Sólo queda un último requisito, derivado de la nueva Ley del Suelo. El pasado industrial del ámbito y su condición de zona de paso para el material que salió en su día de las minas de Aiako Harria afectan a, aproximadamente, el 25% de la parcela. El delegado de Urbanismo, Migel Ángel Páez, confirmaba que «ese estudio está a punto de empezar y lo va a realizar la misma empresa que lo hizo en el ámbito de Alzukaitz y que conoce bien los suelos de la zona». Si la afección se parece a la que tuvo el ámbito residencial, será sólo cuestión de meses que se empiecen a ver las obras del centro cívico, llamado a rematar la operación Palmera-Montero.

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