sábado, 28 de enero de 2012

"La mató porque Yasmín tenía muchísima confianza en él"

Noticia publicada en Diario Noticias de Gipuzkoa, sección Sociedad Euskadi , el viernes día 27 de Enero de 2012.


VIOLENCIA DE GÉNERO

"La mató porque Yasmín tenía muchísima confianza en él"

LA MADRE DE LA VÍCTIMA DICE QUE EL ENCAUSADO ACOSABA A SU HIJA

Una amiga del acusado dice que estaba "triste y agobiado" y "bebió 6 o 7 vasos de whisky"

AITOR ANUNCIBAY - Viernes, 27 de Enero de 2012 - Actualizado a las 05:26h

DONOSTIA. El juicio por la muerte de Yasmín a causa de una cuchillada en el cuello asestada presuntamente por su pareja, Edward Enrique San Clemente, alcanzó ayer uno de los momentos más tensos y emotivos con la declaración de Rosa Lorena Oliveros, madre de la víctima. De hecho, al finalizar su intervención, perdió el conocimiento durante unos instantes, cuando todavía estaba sentada frente a la jueza. Su nieta Angie y la otra hija, Rosa, que se encontraban entre el público, acudieron a socorrerla hasta que se recuperó.

Su declaración, entrecortada por los sollozos al recordar a su hija, recalcó los altibajos sentimentales existentes entre Yasmín y San Clemente en los meses anteriores al acuchillamiento de la joven, la madrugada del 9 de mayo de 2009 en la avenida de Letxunborro de Irun. Pese a ello, Rosa Lorena explicó que los lazos emocionales que vinculaban a su hija con el hombre eran tan sólidos que resultaron fatales. "Él la mató por confianza, porque ella tenía muchísima confianza en Edward", explicó esta mujer, quien se afincó en Irun proveniente de su Colombia natal en febrero de 2009.

RESPETO La madre de Yasmín reconoció que nunca vio con buenos ojos a San Clemente, si bien "esa era la felicidad de ella" y había que "respetar sus decisiones". "Nunca estuve de acuerdo con él", aseveró Rosa Lorena, quien no volvió a hablarle desde que supo que echó de casa a Yasmín y Angie, nacida de una relación anterior, un año y medio antes de la tragedia.

Esta mujer expresó que el acusado "trataba bien" a su hija, aunque ésta le comentó en una ocasión que se encontraba "un poco agobiada porque la venía siguiendo y le estaba llamando" reiteradamente. "Enfrente de donde vivíamos, la esperaba. Me contaba que no podía estar bien porque le telefoneaba en todo momento y le iba a buscar al trabajo", señaló Rosa Lorena, que en la fecha del suceso vivía en el piso de su otra hija, junto a Yasmín y Angie.

Poco antes de la trágica noche, la joven fallecida le comentó que planeaba retomar la vida en común junto a San Clemente, quien en ese momento compartía vivienda de alquiler junto a otras tres personas.

Conocidas las intenciones de Yasmín, Rosa Lorena destacó el tenso vínculo entre Angie y su padrastro. "A mi hija le dije que uno no vive con los enemigos de sus hijos. Ella me preguntó:¿Por qué? Porque tengo entendido que él indispone a la niña contigo. Pero había que respetar a mi hija, no podía hacer nada", enfatizó con pesadumbre la madre, a quien habían contado que el inculpado comentó a Yasmín "que no se sacrificara por su hija" y puso en tela de juicio "para qué tanto estudio" de Angie.

A preguntas de los abogados, Rosa Lorena comentó que llegó a sus oídos que, al parecer, San Clemente mantenía "otra relación donde trabajaba" como portero de un club de alterne, en el barrio irundarra de Behobia.

Esta posibilidad fue descartada por Sandra, una amiga de Yasmín y San Clemente, quien coincidió con el segundo en la casa de citas de Irun, donde también trabajaba.

Esta joven, compañera del piso de alquiler del acusado, negó tajantemente durante la vista que mantuviese un idilio con una de las empleadas del club, aunque recordó que el rumor llegó a oídos de Yasmín, quien pidió explicaciones y llegó a discutir con esa mujer.

CRUCERO En todo caso, según el testimonio de esta chica, Yasmín "entraba y salía" del piso de alquiler e, incluso, "vivía en la habitación de él", de manera que tenía ciertas pertenencias en el armario. "Querían hacer un crucero para darse una segunda oportunidad. Estaba ilusionado con el viaje que iba a hacer con ella", recordó esta testigo, quien describió al procesado como "tranquilo, buen amigo y trabajador". "No era un hombre celoso", apostilló.

Centrada la declaración en el día anterior al violento acto, esta mujer subrayó que San Clemente no acostumbraba a beber alcohol, como había comprobado en el club de alterne, aunque pocas horas antes del suceso "se sentó con una botella de whisky y se tomó 6 o 7 vasos". Este testimonio contradice la versión de varios ertzainas, quienes no percibieron síntomas de alcohol cuando mantuvieron contacto con el acusado poco después de los hechos.

La amiga de San Clemente relató que, a consecuencia de la masiva ingesta de la bebida espirituosa, "no se le entendía al hablar, no pronunciaba bien las palabras y se iba para los lados". Por eso, sobre las 23.00 horas, le condujo a su habitación.

AGOBIO La compañera de piso no pudo precisar cuándo abandonó el hombre la vivienda, ya en la madrugada del 9 de mayo, horas antes de que asestase la puñalada mortal a Yasmín e hiriese de gravedad a Juan Pablo Urtizberea, quien trató de evitar la agresión.

Esta mujer sí evocó que recibió una llamada del propio San Clemente hacia las 3.00 horas, en la que le comunicó que estaba "triste y agobiado". "Hablaba despacio y entrecortado, como si estuviese en un sitio con mucha gente", manifestó la compañera de piso de San Clemente, quien, según expuso un ertzaina ayer, tenía antecedentes penales por un robo con fuerza cometido en septiembre de 2006.

Entre los testigos que ayer también explicaron su experiencia destacó el testimonio del personal de la Cruz Roja, que dio los primeros auxilios a Yasmín y a Urtizberea.

La sanitaria que atendió en un primer momento a la mujer resaltó que creían que se enfrentaban a un accidente de tráfico, por lo que, en el momento en el que le iban a colocar un collarín, descubrió que tenía el cuello seccionado. "No tenía ni respiración ni pulso", explicó.

El juicio continúa hoy con el testimonio de los peritos del caso.

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