viernes, 30 de octubre de 2020

«La moto es libertad, la arranco y los problemas ganan otra perspectiva»

Noticia publicada en Diario Vasco,el viernes día 30 de Octubre de 2020.

«La moto es libertad, la arranco y los problemas ganan otra perspectiva»

David Toledano es el vicepresidente de 'Perros Negros MC', un club de moteros barbudos muy solidarios y leales

David Toledano, con la moto de sus sueños, con la que comparte experiencias con 'Perros Negros MC'. / F. DE LA HERA
David Toledano, con la moto de sus sueños, con la que comparte experiencias con 'Perros Negros MC'. / F. DE LA HERA
YLENIA BENITO* BIDASOANDV@GMAIL.COM

«No os temen a vosotros, temen lo que representáis: la libertad», les dice Jack Nicholson, convertido en un abogado sureño, a sus dos nuevos amigos: Billy y el Capitán América. Si ahora os digo que suena 'Born to be wild', seguro que sabéis de qué película hablo. 'Easy Rider', ese largometraje que revolucionó el Hollywood más clásico y que nos hizo soñar con conducir una gran Harley-Davidson por las carreteras más inhóspitas. La libertad, eso es lo que se siente al escuchar esa estrofa que dice «nacemos para vivir salvajes», mientras ruge la moto. Con eso soñó David Toledano y eso es lo que siente ahora cuando arranca su Harley-Davidson. La diferencia es que él no está rodeado de antihéroes como Billy o el Capitán América. Todo lo contrario, David comparte sueños, libertad, música y amistad con un grupo de barbudos que se hacen llamar 'Perros Negros'. Este motor club irundarra es de cuero negro por fuera, pero por dentro es todo solidaridad y buen rollo. No les temáis, representan aquello que necesitamos: honor, lealtad y respeto.

–Los 'Perros negros', David... ¿quiénes son?

–Pues nada más y nada menos que un grupo de amigos. En 2009, Angy y Joserra fundaron este grupo que es un motor club porque lo que tenemos en común son las motos.

APOYO«Me quito el sombrero por todo lo que están haciendo los comerciantes, ¡aquí nos tienen!»

–Tú no tienes una moto, tienes 'la moto'...

–(Risas) El sueño de mi vida, sí. Desde pequeño, por películas como 'Easy Rider', he soñado con tener una 'Harley-Davidson'. Luego te das cuenta de que para ser motero no hace falta tener una 'Harley', cualquier moto japonesa también es una moto, pero esta es la moto con la que siempre he soñado.

–¿Cuándo naces como motero?

–Yo creo que fue con 14-15 cuando empecé con una 49. Ahí ya sentí la libertad porque me parecía increíble poder ir a Hondarribia o, figúrate, a Donostia. Era una sensación de libertad total. Me enganché, claro, y poco a poco fui subiendo de cilindrada. Para mí la moto es eso, libertad. La arranco y los problemas se quedan atrás. No huyo de ellos, pero es una forma de ganar perspectiva.

–¿Y cuándo te conviertes en un 'Perro negro'?

–Un día, pasando por el alto de Gaintxurizketa, vi a un grupo de barbudos que me saludaron. Di media vuelta y volví para devolverles el saludo. Me tomé una Coca Cola con ellos y hasta hoy.

–¿Cómo te conquistaron esos barbudos?

–(Risas) Es una pequeña gran familia, hay mucha hermandad. Tenemos hasta nuestro propio saludo. Ese primer día me tomé una simple Coca Cola, pero en todos estos años no me he llevado ni una decepción. La Cabaña Biker es nuestro punto de encuentro, nos vemos todos los fines de semana.

–¿Y de qué hablan los moteros?

–¡De todo! Como las cuadrillas que se juntan para ver un partido de fútbol, pues nosotros para andar en moto. Eso sí, hablamos de todo. Compartimos problemas y alegrías. Allí en La Cabaña tenemos un futbolín y hacemos muchos conciertos, la música en directo es genial.

–'Cerveza, gasolina y música en directo', dice la definición de La Cabaña Biker.

–(Risas) Así es. Me da mucha pena haber tenido que suspender todos los conciertos que habíamos preparado para este año. Yo me estaba encargando de eso porque me encanta la música. Le damos la oportunidad a muchos grupos que están empezando y que necesitan eso, una oportunidad. Yo siempre les digo que se lo tomen como un ensayo y que no se asusten si al tocar una de AC/DC suben cuatro barbudos a cantar. (Risas) Pero en serio, cuando se pueda, estáis todos invitados a venir a La Cabaña, en el alto de Gaintxurizketa, a disfrutar de uno de nuestros conciertos. Hemos tenido grupazos y sin duda que recuperaremos el programa que hemos tenido que suspender.

–Los barbudos, además de melómanos, también son solidarios...

–Nuestro lema es «honor, lealtad y respeto» y lo cumplimos siempre. Queremos ayudar a la sociedad en todo lo que podamos, igual que hacen otros clubes. Hace unos seis años los 'Perros negros' iniciaron una campaña de recogida de juguetes y la mantenemos cada año a pesar de las dificultades. En esta ocasión las cosas se han puesto verdaderamente difíciles, pero no nos rendimos. Me quito el sombrero por todo lo que están haciendo los comerciantes de Irun, que además se han ofrecido a ayudarnos con la recogida de este año. Aquí nos tienen para lo que haga falta. Motos, barbudos, conciertos... ¡lo que necesiten! Ojalá consigamos más apoyo del Ayuntamiento y que la ciudadanía sepa de nuestra iniciativa para entre todos conseguir que ningún niño se quede sin juguetes.

–Para que luego digan que los moteros son tipos duros de corazón...

–Hay una frase que me gusta que dice: «que la tapa de un libro no te haga perder una gran historia». Así son los 'Perros negros'. Todos, hasta quien está lejos en Madrid, son grandes personas. Así son mis barbudos.

–Estarás deseando acabar con las restricciones y coger la carretera...

–Echo de menos nuestros viajes en moto. Pronto nos juntaremos con nuestro hermano de Madrid. Mientras, vueltas pequeñas y cuidar la batería. (Risas)

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