Alberto González Carredano cumple este jueves 94 años. Pero no será solamente esta celebración la que convierta el 29 de agosto en una jornada especial. Y es que su mejor regalo llegará a las 18.30 horas, cuando comience la presentación de su último libro, titulado Solo sé preguntar.

Se trata de la séptima obra que publica este irundarra, muy conocido en el municipio por haber fundado dirigido la revista Aia, que vivió dos etapas distintas. La primera, entre 1983 y 1986, tiempo en el que vieron la luz veinte números. En el año 2000 retomó su edición, hasta alcanzar, en febrero de 2023, el número cien.

800 ejemplares

A lo largo de todos aquellos años la revista se publicó trimestralmente, con una tirada de 800 ejemplares de distribución gratuita, gracias a una pequeña ayuda municipal y a la publicidad que insertaban diversas entidades y empresas. En sus páginas podía encontrarse tanto contenido local como artículos y entrevistas de muy diversa índole.

Para hacerlo posible, su director siempre contó con la ayuda de numerosos colaboradores, como Javier GilJosé María Escribano, Koldo Castillo, Marta GonzálezHeidi Otaduy, José Silguero, María Jesús Martín o Iñaki Begiristain. No obstante, el peso principal de la publicación recaía en González Carredano, a quien cada nuevo ejemplar le provocaba siempre una honda satisfacción. “A veces veo en casa algunos de los números y me pregunto cómo es posible que yo haya hecho eso, me parece imposible”, reconoce, poniendo de nuevo en valor la inestimable ayuda de quienes a lo largo de los años han colaborado con él.

La fundación de Aia no constituyó la primera incursión del escritor en el mundo de las revistas locales. Ya en 1964 comenzó a dirigir El Bidasoa, un semanario fundado por Bernardo Valverde en 1880, y a cuyo frente estuvo mucho tiempo Emilio Navas. Se trataba de una revista muy centrada en lo local, y en los dos años en los que asumió su dirección, González Carredano trató de darle una mayor amplitud de contenidos, tal como hizo posteriormente con Aia.

Aia

Fue tras alcanzar el número cien de esta publicación cuando decidió que era el momento de finalizar la edición de la revista. Pero como aún se sentía capaz de escribir y no deseaba abandonar de golpe esa actividad que le había dado tanta felicidad durante más de cincuenta años, decidió aventurarse en la elaboración de Solo sé preguntar, el libro que presentará este jueves.

Fugas en Mí menor

En él, el autor recoge parte del contenido que a lo largo de los años se ha publicado en Aia, como la sección denominada Fugas en Mí menor. “El 50% del contenido del libro gira en torno a Irun y sus habitantes, como Leontxo García, Antonio Aramburu, Néstor Basterretxea, José Ramón Amunarriz, etc. También hay un par de entrevistas, una al agente de Aduanas Abdón Francés y la otra al psicoanalista Javier Ugarte Recarte”, relata su autor.

Solo sé preguntar reúne igualmente textos inéditos escritos hace tres o cuatro años: aforismospensamientos, etc. Esta variedad de contenidos hace que el libro, de 175 páginas, “se pueda empezar por cualquier parte”, tal como explica González Carredano.



Entrada de la biblioteca CBA Jon Guezala

En la presentación de este jueves, que tendrá lugar a las 18.30 horas en la biblioteca CBA de Irun, el autor del libro estará acompañado por María Jesús Martín, una de las colaboradoras de Aia, que se encargará de realizar la introducción.

Solo sé preguntar, que cuenta con un prólogo del arqueólogo José Mari Escribano, podrá adquirirse en Elkar (Paseo de Colón, 8), en el quiosco de Lali y en el de la plaza del Ensanche, en la librería Kiosko 33 (calle república Argentina, 13) y en Kiosko Topo (Paseo de Colón, 52).

Finalizada una etapa

Respecto a sus planes ahora que se ha publicado su última obra, González Carredano considera que a lo mejor ha llegado el momento de dar por finalizada su etapa en el mundo de la escritura, que ha sido una de las grandes pasiones de su vida. Muestra de ello es que comenzó a dedicar tiempo a esta afición en los inicios de su treintena. Durante años colaboró con distintos periódicos, habiendo publicado alrededor de 1.500 artículos, recopilando después, en los años noventa, algunos de ellos en los libros El grano y la paja y Conversaciones meditaciones en Txingudi.

A aquellas dos obras les siguió el ensayo Cristianismo y ambigüedad. González Carredano se aventuró después a escribir poesía, habiendo publicado los poemarios Estas mareas hambrientas, El extranjero que anidas y Palabra de ti nacida. De hecho, adelanta que a lo mejor vuelve a introducirse en este género, que considera el más difícil de todos. “Es lo que más me gusta escribir, pero le tengo mucho miedo y respeto, porque es un género muy difícil en el que siempre estás al borde de hacer el ridículo”, relata. “No sé si seré capaz, pero no lo descarto”, zanja.