miércoles, 13 de octubre de 2010

A calzon quitado

Articulo de Opinión de Elena Etxegoyen publicado en el diario digital Bidasoaldia.com, en el que se hace referencia al Foro Ciudadano Irunés.


A calzón quitado

A estas alturas del partido es casi imposible encontrar a alguien que no sepa de Belén Esteban y el circo mediático que se ha montado a su alrededor. La princesa del pueblo, dicen. Una chica cualquiera de barrio, pero ésta malhablada y sin oficio conocido, convertida en lo más de lo más a golpe de talonario y cuentos de bragueta. ¿Su mérito? Desconocido, al menos para mí. Pero alguno tiene que haber cuando esta última semana cualquier medio que se precie, del rosa al amarillo, cadenas de postín y prensa de todos los colores, se han hecho eco de sus cuitas maritales que haberlas, al parecer, haylas. Debe ser que pasando por caja hasta los cuernos son más llevaderos y las audiencias se disparan. Y así nos va. Al país, digo, que no hay programa televisivo que se precie que no tenga unas cuantas belenesesteban en nómina y otras tantas en barbecho, por eso del quita y pon y el por si acaso. Como si estos juguetes rotos y la fauna que les rodea, carroña pura, fueran espejo fiel de la sociedad en la que nos movemos. Miedo me da.

Paradójicamente, quienes hacen este tipo de prensa y televisión en las que todo se compra porque todo se vende, o viceversa, presentan como el motor que les mueve valores como la sinceridad, la honestidad, el compañerismo, la profesionalidad, el afán de superación, la dignidad personal, el valor de decir la verdad, mi verdad, se apresuran siempre a matizar. Eso si, los escándalos cotizan al alza, como los lloros y las bajas pasiones, porque dan mucho de sí y se retroalimentan. Y la audiencia manda, igual a las diez de la mañana que en el informativo del mediodía o bien entrada la madrugada. Y Audiencia, como Hacienda, somos todos. Así, en genérico, que no hay nada más impersonal e invisible que pulsar el botón del ordenador o del mando a distancia.

Seguramente por eso –o a pesar de ello, ¡vete tú a saber!- hay apuntes que se cuelan entre tanto barullo mediático que suponen, al menos para mí, una bocanada de aire fresco. Como el video que se ha currado esa cuadrilla de amigos irundarras por el puro gustazo de hacer realidad un proyecto en común y que ha puesto, durante semanas, del todo patas p’arriba el ranking de entradas en Youtube. Iñaki Goikoetxea… ¡eres un crack!. O los jóvenes anónimos que hacen del voluntariado y el echar una mano en mil y una ONGs algo tan natural como formarse o salir de farra, cada cosa cuando toca. O el aforo del Centro Cultural Amaya lleno hasta la bandera el viernes pasado, gracias al buen hacer de la gente de Irungo Hiritar Foroa, para escuchar a un juez de menores hablando en primera persona, a calzón quitado y sin sordina, sobre el fracaso de esta sociedad nuestra, permisiva con casi todo y a todos los niveles. Que falta sentido común y compromiso con el trabajo bien hecho, decía seguro y convincente. Y con razón. Que todo no son regalías ni sale gratis, y plantar cara para que el sistema funcione, de abajo a arriba, es cosa de todos. De todos y todas, añado, que aquí no hay genérico que valga porque no hay nada más personal que los valores y principios que inculcamos a nuestros hijos.

Porque las y los belenesesteban de turno tendrán madre, digo yo. Y las cadenas de televisión, además de directivos y consejos de administración, ciudadanos con criterio que deciden qué ven y qué no. Y los políticos, de todo signo y lugar, un espejo donde mirarse. Si el reflejo no da para más ¿no será que fallamos nosotros? Tú y yo, digo. Pues eso.

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