VIVIENDA
Stop Desahucios reclama que se amplíe a 360.000 euros la dación en pago de viviendas
El presidente de Kutxa aboga por «dotar y canalizar las ayudas a través de los fondos de la Obra Social». La plataforma sostiene que el límite de 150.000 es inalcanzable para la mayoría de los hipotecados vascos
24.03.12 - 03:00 -
Stop Desahucios Gipuzkoa pidió ayer que se amplíe a 360.000 euros el límite de 150.000 que el Gobierno central ha establecido para que los propietarios de una vivienda puedan saldar su hipoteca con una entidad bancaria con la entrega del piso.
El colectivo, que entregó en San Sebastián la petición a los compromisarios que acudieron a la asamblea de Kutxa, sostiene que el techo en el precio de las hipotecas fijado en el código de buenas prácticas y que se ha cifrado en 150.000 euros para Donostia y 120.000 para el resto de Gipuzkoa, «es inalcanzable para la inmensa mayoría de los hipotecados». Representantes de la plataforma recordaron a los compromisarios que «nadie ha podido adquirir una vivienda» en Gipuzkoa por las cantidades que establece el código, ya que «las ciudades de Euskadi están a la cabeza de las listas de carestía de vivienda».
Esta frontera económica se suma además a la condición de que todos los miembros de las familias afectadas estén en el paro, lo que reduce drásticamente el número de ciudadanos beneficiados, si es que en este caso se puede hablar de beneficio. Por este motivo, Stop Desahucios reclama que se puedan acoger al código de buenas prácticas, que es de voluntaria suscripción para las entidades financieras, las personas cuya cuota hipotecaria supere el 30% de los ingresos totales. «La exigencia de que todos los miembros estén en paro roza la exclusión social», sostiene.
Las iniciativas del Gobierno central para intentar suavizar el problema de los desahucios establecen que solo se apliquen las medidas a las personas que no hayan tenido el anuncio de subasta pública en el procedimiento de ejecución hipotecaria. Frente a esta disposición, la plataforma reclama que se puedan acoger «todos los afectados por una ejecución hipotecaria aunque su casa haya sido subastada, y se establezca que con la entrega de la vivienda quede la deuda zanjada».
«Flexibilidad»
Con estas reivindicaciones, repartidas en propia mano por representantes de la plataforma, entraron los compromisarios de Kutxa en la asamblea. Durante la sesión, el presidente de la entidad, Xabier Iturbe, señaló que «históricamente Kutxa, y ahora Kutxabank, no tiene ningún deseo de hacerse con un parque de viviendas procedentes de impagos que no le causan más que problemas, y por eso actúa con comprensión y flexibilidad siempre que el cliente quiera y pueda pagar». «Pero otra cosa es que perjudiquemos, por una actuación negligente, nuestra cuenta de resultados», subrayó.
Iturbe señaló que Kutxa aboga por «dotar y canalizar las ayudas necesarias a través de los fondos de la Obra Social» y recordó que Kutxabank «ha propuesto que la solución sea compartida por las instituciones y las entidades financieras».
La asamblea general de BBK rechazó ayer, con 50 votos en contra, 27 a favor y 11 abstenciones, la propuesta de consejeros del PSE, de la izquierda abertzale, CC OO y Ezker Batua-Berdeak, que pedía que la entidad paralizara los desahucios de la vivienda habitual de aquellas familias que se encuentran en situación de insolvencia sobrevenida como consecuencia de una mala situación económica, hasta la puesta en marcha del servicio de mediación del Gobierno Vasco. En su respuesta a los proponentes, el presidente de BBK, Mario Fernández, se mostró «perplejo» porque esta iniciativa no se haya presentado en Kutxa o en Caja Vital.
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