lunes, 28 de diciembre de 2020

Bernardina Escudero, de 87 años, la primera guipuzcoana en recibir la vacuna

Noticia publicada en Diario Vasco,el lunes día 28 de Diciembre de 2020

Bernardina Escudero, de 87 años, la primera guipuzcoana en recibir la vacuna

Una mujer de 87 años fue este domingo la primera guipuzcoana en recibir una dosis contra el Covid en la residencia Caser de Hondarribia


Bernardina Escudero recibe la vacuna este domingo en la residencia Caser Betharram de Hondarribia. / 
EFE
Javier Guillenea
JAVIER GUILLENEA
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Bernardina Escudero cruza la sala entre aplausos. Camina apoyada en el brazo de otra mujer. Está guapa. Viste de domingo y luce un peinado impecable. Parece una estrella de cine a punto de dar una rueda de prensa. Se sienta en una silla, junto a un árbol de Navidad iluminado. Deja al descubierto su brazo derecho y posa con paciencia para los fotógrafos. Poco después, a las 12.15, una enfermera le inocula la vacuna contra el Covid-19. Suenan de nuevo los aplausos de las trabajadoras de la residencia Caser Betharram de Hondarribia. Bernardina tiene 87 años y es de Oiartzun. «Con esto se acaba todo», dice.

Ella se convirtió este domingo en la primera guipuzcoana que ha recibido la vacuna Pfizer-BioNTech. Lo hizo casi al mismo tiempo que Consuelo Landa (91 años), de la residencia Ajuria de Vitoria, y Begoña del Olmo (80 años), de la residencia del IFAS en Elorrio. Con estas tres personas y con muchas más que se vacunaron al mismo tiempo en el resto de España y en el conjunto de la Unión Europea, se abrió una campaña de vacunación sin precedentes en la historia de la humanidad. Nunca antes se ha hecho un esfuerzo científico tan grande para derrotar a un enemigo común. Y nunca antes se han obtenido resultados tan pronto.

Por eso quizás fue un poco decepcionante el momento de la aparición del fruto de tanto trabajo. La tan esperada vacuna llegó a la residencia Caser a las 11.54 horas desde el Hospital Universitario Araba-Txagorritxu. Lo hizo en una furgoneta de la Distribuidora Farmacéutica de Gipuzkoa escoltada por un vehículo de la Ertzaintza. Eran 180 dosis que una persona se encargó de introducir en el centro. Venían en una pequeña nevera azul, de esas de playa, no en un contenedor futurista o en un recipiente ultrablindado a prueba de catástrofes. Resulta que, como suele suceder, al final todo más sencillo de lo que parece.

Las dosis fueron recibidas con los aplausos del personal de Caser y también de sanitarios de la OSI Bidasoa, que participaron en la vacunación de 116 usuarios y 64 trabajadoras. Era el momento que tanto habían aguardado desde que supieron que era los elegidos para el gran día. Durante toda la mañana el centro estuvo rodeado por los medios de comunicación, que esperaban inmortalizar el principio del fin, ese tipo de instantes de los que más tarde se podrá decir que todo empezó ahí. «Estamos expectantes», decían desde el interior.

Había nervios en la residencia. Desde fuera se podía ver a algunas trabajadoras caminando con prisas de un lado a otro y por las ventanas se asomaban los residentes, que saludaban a los periodistas. «Nos dicen que han salido de Txagorritxu a las diez y cuarto», explicaba Laura Rodríguez, la directora del centro. Otras informaciones, de esas que surgen en los momentos de espera, eran más pesimistas. «Parece que acaban de salir», dijo alguien a las once y cuarto.

«Te estás ruborizando»

Y al fin aparecieron. No era un gran despliegue, solo la furgoneta y el vehículo de la Ertzaintza, con dos agentes que tuvieron que vérserlas cara a cara con Encarnación González Solís, la mujer que esa misma mañana había salido en estas páginas en una foto en la que mostraba con sus dedos la uve de la victoria. Convertida en una estrella en la residencia, en un icono de la resistencia contra el virus, Encarni se asomó al exterior para felicitar a los ertzainas por haber escoltado la vacuna y mantener un breve cruce de palabras con uno de ellos. «Te estás ruborizando», le dijo la mujer. «Es que no estamos acostumbrados a que nos digan cosas bonitas», reconoció él. Minutos después. Encarni volvió a asomarse para dirigirse a los policías. «Ole y ole», les gritó.

La nevera ha llegado a su destino y varias sanitarias la han abierto. No pierden tiempo, de inmediato comienzan a preparar las dosis. Lo hacen rápido pero sin prisas, no puede haber ningún fallo. Envuelta en un halo de protagonista de un momento especial, Bernardina no tarda en aparecer apoyada en una trabajadora de la residencia. Camina despacio pero con firmeza y se sienta en la silla frente al árbol iluminado en la que se irán sentando a lo largo de la jornada el resto de las 180 primeras personas que recibirán la vacuna en Gipuzkoa.

«No he sentido nada. Estoy muy bien»BERNARDINA ESCUDERO, PRIMERA GUIPUZCOANA EN RECIBIR LA VACUNA

Bernardina ya se ha vacunado. Ha sido todo muy rápido. La enfermera ha acercado la aguja y en un suspiro ya la ha alejado del brazo. No se ve el instante del pinchazo, es como si no se sintiera. La mujer de 87 años que ha acaba de inscribir su nombre en un renglón de nuestra historia se levanta, posa de nuevo para los fotógrafos y responde a las preguntas del reducido grupo de periodistas que han podido entrar en le residencia por motivos de seguridad. «Estoy muy bien, estoy tranquila y contenta, no he sentido nada» con el pinchazo», dice. «Voy a ser la más famosa de Euskadi», bromea antes de abandonar la sala para mantener los veinte minutos de observación que requiere el protocolo y comprobar si todo va bien.

La segunda guipuzcoana en vacunarse fue la gerocultora de la residencia Ane Aginagalde, que también recibió su dosis de aplausos. Y después le tocó el turno a la hondarribiarra de 83 años Modesta Aranzadi. Tras ella llegó Encarni, que después del pinchazo se atrevió a bajarse la mascarilla una fracción de segundo para mostrar su sonrisa y sus labios recién pintados. «Hay que ponerse la vacuna, que está muy bien», dijo.

Segunda dosis

A lo largo de la jornada recibieron la vacuna el resto de los usuarios del centro, salvo dos, que no han querido vacunarse, y el personal de la residencia. Dentro de 21 días se les suministrará una segunda dosis y entonces ya se les considerará oficialmente vacunados. La de este domingo fue una fecha simbólica porque solo se distribuyeron 405 dosis en todo el País Vasco. A partir de hoy se suministrarán 16.000 dosis semanales para cumplir el objetivo de vacunar en los próximos meses a 100.000 vascos.

«Ni me he enterado. Si la excusa es la aguja, para nada, adelante»ANE AGINAGALDE, GEROCULTORA DE CASER BETHARRAM VACUNADA

En total, Euskadi tiene asignadas 193.050 dosis. Todas ellas serán almacenados en las instalaciones de la empresa de Hernani Bexen Bioservices, cuyos ultracongeladores tienen capacidad para almacenar diez millones de dosis a una temperatura de ochenta grados bajo cero, la requerida para que en medicamento sea efectivo.

La llegada de la vacuna a la residencia Caser y a las de Bizkaia y Álava no significa que estos lugares se vayan a relajar las medidas de seguridad que se han seguido hasta ahora. En los centros se mantendrán las distancias de seguridad, las mascarillas y el lavado frecuente de manos.

Las primeras vacunas contra el Covid llegaron a Euskadi pasadas las 9.30 horas de la mañana de este domingo desde el almacén que la farmacéutica Pfizer tiene en Guadalajara. Una furgoneta refrigerada de paquetería escoltada por una patrulla de la Guardia Civil llegó al nudo de carreteras de Armiñón, en Álava, en donde la esperaban varias dotaciones de la Ertzaintza. La furgoneta desplazó a Vitoria, donde su contenido fue recibido en el Hospital de Txagorritxu por la consejera de Salud del Gobierno Vasco, Gotzone Sagardui.

Una vez allí, las vacunas se prepararon en lotes para ser trasladadas a las tres residencias designadas para comenzar una campaña destinada a cambiar de nuevo nuestras vidas. Pero esta vez para bien.

VACUNACIÓN CONTRA EL COVID-19

Incio de la campaña
Ha comenzado este domingo en tres residencias de Euskadi que recibirán las primeras 405 dosis.
Envios semanales
Durante los próximos tres meses el País Vasco recibirá cada lunes 16.000 dosis de la vacuna de BioNTech-Pfizer.
Primeros en inmunizarse
Mayores de residencias, personal sanitario y sociosanitario y grandes dependientes forman los cuatro grupos prioritarios.
Programa
A partir de abril se empezará con el resto de la población, repartida en quince grupos. En junio se espera que 20 millones de españoles estén ya protegidos ante el virus.
La vacuna
El preparado de Pfizer es el primero que recibe la autorización de la EMA. Las siguientes en la lista serán las de Moderna y AstraZeneca.
Características
Son necesarias dos dosis administradas con una separación de 21 días. La primera aporta una inmunidad parcial, pero no es hasta la segunda cuando se logra una efectividad del 95%.
Conservación
Debe mantenerse a menos 70 grados para que no pierda sus propiedades. Una vez descongelada aguanta a temperaturas de entre 2 y 8 grados hasta 5 días durante los que debe ser administrada.
Traslado
Ha llegado por carretera desde el laboratorio de producción que la compañía tiene en Bélgica al almacén de que dispone en Guadalajara.
Distribución
Pfizer lleva su vacuna hasta los 50 puntos de recogida repartidos por el país. A partir de ahí se encargan las comunidades de su distribución, guarda y administración.
Almacenaje
En Euskadi se va a guardar en la instalación que Bexen Medical tiene en Hernani, con capacidad para conservar 30 millones de unidades a 80 grados bajo cero.
Tecnología
La de Pfizer y la de Moderna están desarrolladas con tecnología ARN mensajero. Enseñan a las células a fabricar proteínas que desarrollen defensas frente al virus.
Efectos secundarios.
El fabricante reconoce que puede producir fiebre, dolor de cabeza o agotamiento. El Colegio de Médicos de Gipuzkoa alerta que es más perjudicial el daño para la salud del virus que estos posibles efectos secundarios y pide a la ciudadanía que se vacune.
Otras dos mujeres también las primeras en Bizkaia y Araba

Otras dos mujeres han completado la imagen de esta mañana en las residencias de Gipuzkoa. En el caso de la residencia Ajuria de Vitoria, la primera vacunada ha sido Consuelo Landa, de 91 años, mientras que Begoña del Olmo, de 80 años, ha recibido la primera dosis en la residencia del IFAS en Elorrio (Bizkaia).

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