domingo, 21 de febrero de 2021

«Para que se te cumpla un sueño, a veces, el secreto es no tenerlo»

Noticia publicada en Diario Vasco,el domingo día 21 de Febrero de 2021.

«Para que se te cumpla un sueño, a veces, el secreto es no tenerlo»

Es una de las mejores embajadoras que tiene Irun y también una de las mejores periodistas que hay en la televisión. Lourdes Maldonado, al frente siempre de nuestro informativo preferido

Lourdes guarda muchos y buenos recuerdos de sus inicios en la comarca del Bidasoa contando nuestras noticias. / F. DE LA HERA
Lourdes guarda muchos y buenos recuerdos de sus inicios en la comarca del Bidasoa contando nuestras noticias. / F. DE LA HERA
YLENIA BENITO
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Por las mañanas, su madre siempre encendía la radio para escuchar los clásicos populares. Ella, por las noches, también buscaba sus sueños en las ondas. Luis del Olmo o Carlos Alsina le despertaron el sueño de ser periodista y le descubrieron la magia de la radio. Con el tiempo, esas voces de las ondas se fueron acercando hasta transformarse en amistades y esos sueños, en realidad. En profesión. Y así, sin quererlo, ella se convirtió en la guía de los sueños y la magia de otras periodistas como yo. No lo sabe, pero ella me enseñó a preguntar cuando, junto a mis compañeras Miren Morondo y Maider Domingo, le hice mi primera entrevista. Una década después, Lourdes Maldonado sigue siendo una referente y yo sigo queriendo aprender. Quiero aprender a contar las historias como lo hacía en el pequeño plató de Txingudi Telebista, frente a todos los focos de Antena 3 o ahora ante las cámaras de TeleMadrid. Y es que Lourdes sigue siendo la guía de los sueños de muchas periodistas, pero también el rostro amable y cercano de nuestras historias. Ojalá encender el televisor y volver a conectar con la magia de ese pequeño plató de Txingudi Telebista. No fue un sueño, fue real. Y Lourdes Maldonado nos lo contó y hoy lo recuerda.

–¿Te apetece que recordemos viejos tiempos?

–¡Claro! A mí me encanta recordar. Además, hace poco me contaron que recordar viene del latín, recordis, y que quiere decir 'pasar por el corazón'. Adelante.

RAÍCES «Tengo claro que si hoy estoy aquí es porque estuve allí, nunca he olvidado de donde vengo»

–¿Recuerdas cuándo decidiste ser periodista?

–Sí, recuerdo que cuando era pequeña soñaba con ser profesora y enseñar a leer a niñas y niños. Es una intención que mantuve bastante tiempo hasta que descubrí la radio y me enamoré.

–¿Fue amor a primera escucha?

–Siempre me ha interesado lo que pasaba a mi alrededor, pero fue en el Pío Baroja cuando empecé a interesarme más por la radio. Recuerdo que mi madre todas las mañanas escuchaba los clásicos populares. Pero luego yo, en cualquier momento, escuchaba mucho a Luis del Olmo o a Carlos Alsina, que siempre me ha gustado mucho. Me enamoré de esta profesión a través de la radio, pero la tele se cruzó en mi camino y ahora no la cambio por nada.

–¿Cuándo se cruzó la tele?

–Cuando acabé la carrera, el último curso lo hice en Burdeos, me especialicé en periodismo audiovisual. Luego volví a Irun y ¡a buscarme la vida y trabajo!

–¿Qué hiciste? Aquí no habría muchos castings...

–Eran otros tiempos, no soy tan mayor, pero no había LinkedIn ni nada parecido. Había que ir en persona a dejar el CV en papel. Casualmente me enteré de que nacía una tele, Txingudi Telebista, y ahí surgió la oportunidad.

–Y ahí nació también Lourdes Maldonado, la del informativo.

–Yo, desde luego, nunca he olvidado de donde vengo. Ni en lo personal, ni en lo profesional. Si hoy estoy aquí es porque estuve allí.

–Y la tele creció contigo y tus compañeros, ¿verdad?

–Fue una experiencia inolvidable. Disfruté mucho con ese periodismo de cercanía y de proximidad. Ese es el verdadero periodismo: contar historias de irundarras, hondarribitarras o hendayeses. Entramos con las cámaras a sitios que nunca antes nadie había entrado. Llevamos acontecimientos a muchas casas. Fueron unos años maravillosos.

–Para la audiencia también, erais parte de la familia...

–Sí, era una relación muy familiar y agradecíamos mucho el cariño de la gente. Entrábamos en sus casas sin llamar para contar historias. En un sitio pequeño, además, todos nos conocemos.

–Y sin Twitter, ni móviles con cámara.

–Recuerdo que el primer informativo lo grabamos en la cocina de una casa. (Risas) No teníamos apenas medios, pero éramos un equipo con mucha ilusión. Ainhoa, Iñaki, Pablo, Juantxo, Mikel, Ana... ¡qué buena gente!

–¿Cómo hiciste para llevarte todo lo aprendido a Antena 3?

–Para que se te cumpla un sueño, a veces, el secreto es no tenerlo. Una compañera me contó que buscaban a alguien para el informativo territorial de Antena 3. Pensé que no me iban a coger, pero le di unas cintas VHS y sonó la flauta. Qué aventura...

–Cuenta, cuenta...

–Tuve que hacer algunas pruebas en Madrid, así que mi madre me regaló un vestido morado para que me trajera suerte. Era horrible, pero me ayudó. Me planté en Antena 3 muerta de miedo con mi vestido y mis tacones y ¿sabes qué fue lo primero que me dijo Ernesto Sáenz de Buruaga?

–No...

–«Oye, ¿tú vistes normalmente así?» (Risas) Al final, entré en el País Vasco y me fui a Bilbao a trabajar. Me dio pena dejar Irun, pero era una oportunidad.

–Una oportunidad que te llevó a Madrid también.

–Fue un escaparate, sí. Empecé a hacer sustituciones en Madrid y acabé haciendo el camino de tele local a regional y a nacional. Fui escalón a escalón.

–¿Sabes que en Irun solo se veía el informativo de Antena 3?

–(Risas) Cuánto me alegro. Ay, volver a casa siempre ha sido una gozada. Reencontrarme con los aperitivos en San Juan, mis amigos, mis raíces, tantas personas...

–Y una vez, el 23 de junio de 2009, fuiste la protagonista de nuestra historia.

–Esa fue una noche mágica e inolvidable. El alcalde Santano me dio la oportunidad de hacer el saludo de las mejores fiestas del mundo y en la noche más bonita del año. Recuerdo con tanta ilusión estar allí rodeada de mi familia y amigas...

–Echamos de menos que tú nos cuentes las historias.

–Después de 17 años en Antena 3, un amigo me habló del proyecto de tele pública que tenía para TeleMadrid. Y aquí estoy, muy contenta. Salvando las distancias, tiene el mismo espíritu que Txingudi Telebista porque es una televisión pegada a la calle. Me gusta la tele que es un altavoz, un servicio público que sirve para cambiar cosas.

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