Noticia publicada en Diario Vasco,el domingo día 28 de Agosto de 2022.
El turismo empieza a responder a la llamada de Irun
Hoteles y calles
Los altos porcentajes de ocupación están teniendo este año un mayor impacto en los negocios del casco urbano irundarra
La Vuelta acaba de pasar por Irun con evidente impacto en número de visitantes que se acercaron desde Iparralde y desde otros puntos de la provincia. Es la guinda de un pastel turístico que este verano ha adquirido especial importancia en Irun. Su impacto no sólo ha sido estadístico, con una tasa de ocupación hotelera que no se había visto ni antes de la pandemia, sino que se ha podido notar en los establecimientos que trabajan cara al púbico en estos meses de verano.
Las cifras de los hoteles en este verano son récord. Bidasoa Activa ha publicado los datos correspondientes al mes de julio y entre ellos figura el porcentaje de ocupación, que se eleva ligeramente por encima del 94%, lo que supone un aumento de cuatro puntos respecto al mismo periodo del pasado año y lo mismo respecto a 2019, pero 14 puntos más que en 2018. En la agencia opinan que alcanzar estas cifras es, sin duda, una excelente noticia y subrayan el gran potencial para atraer turistas que tiene la ciudad, con una referencia a que en los momentos previos a la pandemia, en Irun, el turismo ya estaba en auge. En las cifras distribuidas por Bidasoa activa se observa también un crecimiento del turismo extranjero, ya que este año ha representado el 30% del total, con el nacional en el 70%, alterando el reparto de 2021, cuando el turismo nacional supuso el 74% y el extranjero el 26%.
94,16% fue la tasa media de ocupación que registraron los seis hoteles de Irun durante el mes de julio. Entre los 6 establecimientos suman, según datos de Bidasoa activa, un total de 311 camas y de las 9837 prenocataciones que se hicieron en ellas el mes pasado el 69,78% turistas estatales y el 30,22%, extranjeros, que han aumentado su cuota 4 puntos respecto a los datos anteriores a la pandemia.
Varios establecimientos de Irun dedicados a la hostelería han podido observar esta situacion de primera mano y han prestado sus declaraciones. Todos concuerdan con los datos previamente explicados, ya que efectivamente han sido testigos de la cantidad de turistas que se han movido este verano por la ciudad. Todos coinciden en que el impacto turístico este año está siendo grande, aunque las lecturas concrtas difieren en función de cada experiencia personal. Así, tanto Juan Carlos Pereña, propietario del bar Ensanche, como Ángel Berrueta, empleado de 'El sitio', admiten que este año ha sido mejor que los anteriores, afectados por la pandemia, y que la situacion ya es similar a la de los años previos, «hemos vuelto a la normalidad». Por otro lado, David Vértiz, propietario del bar Real Unión, afirma que este año «está siendo mejor incluso que los años previos a la pandemia», opinión que apoyan desde la dirección del Hotel Urdanibia Park.
«Hay muchos turistas pero también es verdad que, al ser una ciudad justo en la frontera, muchos de ellos están sólo de paso»
Respecto a las fechas en las que más turistas ha habido las opiniones también difieren un poco, aunque todos comparten que agosto ha sido el mes de más movimiento. Vértiz, Pereña y Berrueta matizan que, en cualquier caso, en el mes de julio también ha habido «una gran presencia de turistas», y Berrueta lo extiende incluso hasta el mes de junio, «ya entonces se notaba».
El Hotel Urdanibia, por su parte, ha estado llenando sus plazas desde el principio de julio con turistas que, según afirman, son «más o menos el 60% nacionales y el 40% europeos: Francia, Países Bajos, Alemania, Reino Unido, Italia...», y subrayan que los italianos han vuelto este año después de dos veranos de ausencia. De acuerdo con los datos de Bidasoa activa, los extranjeros que más nos visitan siguen siendo los franceses y, entre los nacionales, destacan madrileños y andaluces. «Alucinas con la de franceses que hay», exclama Aduna Lopetegi, del bar Sargia, a lo que Pereña se suma diciendo que «mayoritariamente los franceses vienen y quieren beber lo mismo que beben en su país. Piden cosas raras como un 'mónaco' (cerveza con granadina y limonada) o agua con menta. Nosotros, evidentemente, se lo servimos», a pesar de que muchas veces tienen que aprender lo que es.
Sean de donde sean estos turistas, Berrueta cree que, por lo que ha podido observar, «muchos vienen solo de paso. Hay mucha gente que no se queda. Al ser una ciudad justo en la frontera vienen muchos turistas, pero solo de paso», afirma. En el Hotel Urdanibia estiman que, en su clientela, «más o menos la mitad viene de paso y la otra mitad son turistas que se alojan varios dias».
Otro factor que Lopetegi ha observado este año es que las cosas parecen haber cambiado desde la pandemia. «Yo creo que a raíz de la cuarentena la gente ha sustituido la noche por el bermuteke, es decir, el mediodía y parte de la tarde», apunta. Después de los meses con toques de queda la gente se ha acostumbrado a vivir más por el día. «Antes la noche se alargaba más y trabajabamos hasta más tarde», concluye.
Los pisos turísticos proliferan en la ciudad y ya suman 168 plazas
El fenómeno de las viviendas turísticas que tanta polvareda ha levantado en otros lares y que ya tiene un impacto directo en múltiples indicadores en municipios como Hondarribia, San Sebastián o Zarautz empieza a manifestarse también en Irun, donde aún no existe regulación municipal alguna. Los pisos íntegramente dedicados a la función de alojamiento turístico ya son treintena en la ciudad y aún hay otras siete, todo según los datos oficiales del registro del Gobierno Vasco, que se utilizan con el mismo fin pero alquilando habitaciones. Entre unas y otras, suman en la ciudad 168 plazas de pernoctación en esta modalidad de alojamiento.
Es todavía una cifra pequeña en comparación con lo que está ocurriendo en la capital, donde las viviendas de uso turístico rondan ya las 1.300. La mayor tasa de este tipo de casas en relación con el total del municipio lo tiene, sin embargo, Hondarribia con algo más de 200 que suponen un 2,3% del total. Con 38, Irun aún está muy lejos de esos números aunque las 168 plazas de pernocta en esta modalidad empiezan a ser relevantes. Aún son menos que las hoteleras (311), pero ya son casi tantas como las que ofrecen las pensiones (241) y más que las 38 de los alojamientos rurales y agroturismos.
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