Noticia publicada en Diario Vasco,el martes día 15 de Febrero de 2022.
El diagnóstico del nuevo Plan de Movilidad identifica las necesidades para impulsar el cambio de paradigma
El estudio recoge un análisis detallado de los diversos aspectos de la movilidad local, desde el porcentaje de movimientos en cada uno de los modos a las mejoras que hacen falta en infraestructuras, transporte público, itinerarios peatonales, aparcamiento...
La consultora Deloitte, adjudicataria del contrato para la elaboración del Plan de Movilidad Urbana Sostenible, ha presentado el diagnóstico de la situación actual lo que según el técnico responsable del proyecto, Pedro Puig, tras la fase de recogido de datos, «nos acerca a la mitad del proceso de elaboración del plan». Después de socializar este documento, llegará el momento de definir los objetivos y propiciar debates de índole política y social para acabar detallando el plan de acción para los próximos años.
Los delegados de Urbanismo y Movilidad, Miguel Ángel Páez y Borja Olazabal, respectivamente, han advertido de que la legislación europea, estatal y autonómica marca la senda por la que deben avanzar las ciudades grandes, medianas y pequeñas. «En la Mesa de Movilidad», a la que se le dio cuenta del diagnóstico la pasada semana, «hay agentes sociales cuyas opiniones vamos a tener en cuenta», ha detallado Páez. «Pero sabemos que hay otras personas en la ciudad que también tienen sus opiniones, algunas reacias a los cambios que exige la nueva legislación, y esas opiniones las queremos escuchar también». Olazabal ha insistido en que «la participación es fundamental porque en movilidad cualquier cambio drástico genera reacciones» y ha dejado claro que se avecina «un momento que va a suponer una transformación del Irun que conocemos hoy».
Las medidas irán orientadas a promover modos alternativos al vehículo privado con el objetivo principal de reducir las emisiones de CO2 asociadas al tráfico, la principal fuente urbana de contaminación y del efecto invernadero que está provocando el cambio climático. También está en la base de la nueva forma de entender la movilidad una idea de recuperar espacio para los peatones en las áreas urbanas donde, Irun no es excepción, aproximadamente el 75% de la superficie pública está al servicio del tráfico.
Uno de los datos más significativos del diagnóstico es que en la ciudad el 50% de los movimientos son peatonales. En la otra mitad están el coche privado, los distintos modos de transporte público, las bicis y otros modos de movilidad personal... Con todo no es un dato tan positivo como parece porque hace una década la movilidad peatonal superaba el 60% y desde entonces no han dejado de tomarse medidas para favorecerla: peatonalizaciones, refuerzo de itinerarios peatonales, eliminación de barreras arquitectónicas, ascensores y escaleras mecánicas... «Es una tendencia generalizada en las grandes ciudades», ha afirmado Puig, un verdadero especialista en movilidad urbana que ha trabajado con ayuntamientos de todos los tamaños. «Hasta ahora, las medidas adoptadas han tratado de minimizar esa tendencia a que se use cada vez más el coche en detrimento de caminar. El cambio de tendencia», ha advertido, «va a llegar ahora. con las nuevas normas vamos a un escenario en que los objetivos no van a ser de de limitar el descenso de movimientos peatonales sino de conseguir su incremento, conseguir la recuperación de la movilidad peatonal».
Según Puig, las medidas habrá que adoptarlas siempre con una visión de conjunto, por lo que el diagnóstico que ha dirigido recoge la situación actual con las fortalezas y necesidades que tiene la ciudad en términos de grandes infraestructuras viarias y ferroviarias, previsión de crecimiento y desarrollo urbano, movilidad peatonal, movilidad ciclista, tráfico motorizado, seguridad vial y accidentalidad, aparcamiento, transporte público (urbano e interurbano, en autobús, taxi, rural o ferroviario), distribución de mercancías y los nuevos conceptos de movilidad: vehículos compartidos (patinetes, motos, bicis, coches), Movilidad como Servicio (itinerarios inteligentes, vehículos de pago por uso), tecnologización de infraestructuras (sensores de aparcamiento, control en tiempo real de la densidad del tráfico...).
De todo esto, de las oportunidades y necesidades, empezará a hablar ya el Plan de Movilidad Urbana sostenible viabilizando la participación de distintas formas, tanto para los movimientos asociativos como para los ciudadanos individuales que quieran aportar.
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