Un hombre ha sido condenado a dos años de cárcel por intentar agredir sexualmente en un club de Irun a una mujer con la que había acordado previamente mantener relaciones sexuales a cambio de dinero y por golpear a un empleado de seguridad del local y resistirse luego a ser detenido.

Además de la pena de prisión que le ha sido impuesta como autor de un delito de agresión sexual en grado de tentativa, el hombre, de nacionalidad búlgara, también ha sido condenado a abonar un total de 720 euros de multa por un delito leve de lesiones, otro de daños y un cuarto resistencia a agentes de la autoridad.

Asimismo, el procesado, que ha sido defendido por el letrado Javier Sánchez, no podrá acercarse a su víctima ni comunicarse con ella durante seis años, deberá permanecer en situación de libertad vigilada cinco años y no podrá desempeñar cualquier profesión o actividad relacionada con menores de edad.

Durante el juicio por estos hechos, celebrado esta miércoles en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa, el inculpado, que ha declarado desde la cárcel por videoconferencia asistido por una intérprete, ha reconocido lo sucedido y ha admitido la condena tras alcanzar un acuerdo de conformidad con el Ministerio Público. La fiscal ha accedido de esta manera a aplicarle la atenuante de reparación del daño causado, ya que previamente había ingresado 3.000 euros en la cuenta de los juzgados para compensar a la victima.

Suspensión de la pena de cárcel

Finalmente, el tribunal ha accedido a suspenderle la pena de cárcel con la condición de que no vuelva a delinquir en los tres próximos años y de que siga un programa formativo de igualdad de trato y no discriminación.

Según recoge el escrito de acusación de la Fiscalía, al que ha tenido acceso EFE, los hechos sucedieron sobre las 22.45 horas del 13 de julio de 2019, cuando el hombre invitó a una copa a la mujer en el citado club, donde ambos "concertaron tener relaciones sexuales a cambio de un importe que el acusado abonó", tras lo que subieron a una habitación del piso superior.

El texto precisa que, al cabo de unos minutos, el encausado se puso "agresivo" y "agarró y tiró con violencia" sobre la cama a la chica, quien le advirtió de que, "si no se portaba con más calma y no usaba protección, no tendría relaciones sexuales con él". No obstante, el hombre "lejos de hacerle caso, se colocó sobre ella totalmente desnudo y la inmovilizó, sujetándola primero con fuerza de las muñecas y después del cuello".

Hacer lo que quisiera sin preservativo

"Ante el cariz que tomaba la situación -prosigue el documento- la chica, asustada, comenzó a pedir ayuda y a gritarle que la dejara, a lo que el procesado hizo caso omiso, diciéndole que había pagado la habitación y que podría hacer con ella lo que quisiera", por lo que pretendía tener las relaciones sexuales "como quisiera" y "sin preservativo". A continuación, le practicó varios tocamientos de índole sexual, sin que la víctima "pudiera zafarse, debido a la fuerte complexión física del encausado".

La chica comenzó a pedir auxilio "a gritos" rogándole además que "depusiera su conducta", a pesar de lo cual el hombre intentó penetrarla sin llegar a lograrlo "gracias a que varios trabajadores del local" irrumpieron en la estancia y, al ver lo que sucedía, le pidieron que soltara a la mujer, a lo que el encausado se negó "insistiendo en que había pagado y podía hacer con ella lo que quisiera".

Un encargado de seguridad intentó entonces apartarle de la chica, momento en el que el imputado le propinó varios puñetazos en el pecho y en el rostro, si bien la víctima "aprovechó para escaparse", perseguida hasta el piso inferior por el procesado, que "destrozó a base de golpes dos puertas del salón" y, tras coger un trozo de una de ellas, volvió a golpear al guarda "en la cara".

Finalmente, acudió al lugar una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía que se encontraba en la zona, con la que el acusado también se mostró "agresivo", ya que comenzó a lanzar "manotazos" a los agentes, uno de los cuales resultó lesionado en una rodilla, que se vieron obligados a reducirlo "ante la violencia que opuso" el hombre a ser detenido.