Chéjov y su grupo de teatro ensayan una nueva obra el sábado en el Amaia
Alumnos de Ipso Facto devuelven a la vida al autor ruso y parte de sus cuentos
La dirección y adaptación de 'Nasdrovia' corre a cargo de Ana Pérez, que asegura está «contenta» con el resultado
- JOSEBA ZUBIALDE
- IRUN
El Centro Cultural Amaia acogerá el sábado el ensayo de la nueva obra de Antón Chéjov y su compañía de teatro. Realmente no será el ilustre escritor ruso quien se suba al escenario, ya que murió hace 112 años, sino uno de los alumnos del aula de teatro Ipso Facto quien le dé vida en 'Nasdrovia'. «La obra se compone de diferentes cuentos y piezas teatrales escritas por Chéjov y están muy hiladas entre sí. Se me ocurrió ambientarlo todo en el ensayo de una compañía de teatro en la que el autor también está presente», explica Ana Pérez, encargada de la dirección y adaptación de los textos.
Nina Herrezuelo, Luis Aranzasti, Marijo Pontesta, Ángel Moreno, Marian Cañizo, Luis Antelo, Mari Carmen López, David Eraso, Yolanda Reguera, Luis Pérez, Pili Mendiguren, Iván Rodríguez, Mako Olazabal y Silvia Mélin son los actores amateurs del grupo de profundización que representarán 'Nasdrovia' en el Amaia el sábado, a las 20.00 horas y con entrada libre. El pasado junio ya se subieron para representar esa misma obra como broche final del curso junto a los otros dos grupos. Mario Simancas, actor y profesor en Ipso Facto, fue quien «habló con Cultura para volver a ofrecerla fuera de los talleres». La idea gustó y ahora vuelven a meterse en la piel de sus personajes, lo que alegra a Pérez, que asegura que «es una recompensa poder ofrecer la obra en el marco de las actividades culturales».
'Nasdrovia' se compone de «diferentes cuentos, relatos cortos y algunos fragmentos de obras teatrales de Chéjov», explica, y añade que el público disfrutará de un «abanico de personajes muy variados, el universo de Chéjov, las críticas que hacía de su propia época...». En el puzzle que ha montado la directora «todo irá muy hilado y no habrá parones entre un cuento y otro», por lo que el espectador sólo verá el ensayo del dramaturgo y su compañía.
Para adaptar la obra, Pérez incide en que «lo primero es ver el grupo que tienes y saber qué tipo de personaje se adapta mejor a cada uno y qué reto le puede venir bien en su proceso formativo», todo ello con el objetivo de que «crezcan como actores». La adaptación y el reparto de personajes los realizó el pasado verano, tarea que se prolongó hasta el inicio del curso «porque hay gente que no continúa y tienes que replantearte los papeles».
Para trabajar el guión no contaron con mucho tiempo, tan sólo «dos horas, y estirando mucho el tiempo, todos los miércoles». Por eso, fue importante «el trabajo que hizo cada uno en casa, pasando a limpio los cambios de guión de cada sesión, trabajándolo y repasándolo todo para que cuando nos juntáramos no partiéramos de cero». Incluso hubo quienes quedaban para ensayar las escenas, explica Pérez, que asegura que «hay que ser muy disciplinado y dedicarle tiempo para llegar a un mínimo de calidad».
Confianza en uno mismo
Uno de los retos que se ha encontrado al dirigir es el de «cómo solventar la carencia del 'yo eso no lo puedo hacer' e intentar aportar confianza a la gente que cree que no puede hacer un papel». Y por encima de todo, ser aprendiz de actor no es excusa. «Siempre les digo que la diferencia entre un amateur y un profesional es que el primero cuando hace algo mal o se le olvida el texto busca una justificación, mientras que el segundo defiende su fallo, juega con él y no se nota lo que ha ocurrido». Pérez se muestra «muy contenta y satisfecha» con el trabajo de su grupo y no duda en que quien se acerque a ver la obra el sábado al Amaia disfrutará con ella.
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