Noticia publicada en Diario Vasco,el martes día 20 de Julio de 2021.
«Nadie trabaja la madera mejor que el mar, encuentro pedazos increíbles»
Jon Fernández Trabajando piezas naturales de madera reciclada
Con 'Itsasartea' este irundarra de adopción lleva pedazos de madera del mar a su taller y de ahí a nuestras casas
Olas gigantes y embravecidas, batallas navales, barcos amarrados o a la deriva, pescadores en acción, naufragios, aguas en calma... El mar ha sido el protagonista de infinitas obras de arte. El mar es inspirador. Siempre tiene un movimiento diferente. Siempre descubre una tonalidad o forma diferente. El mar es arte, pero también es artista. O artesano. El mar es capaz de dibujar sobre la arena y de esculpir las rocas más antiguas. Alrededor del mar existen grandes obras de arte. Algunas son una colaboración como el Peine del Viento que une el ingenio del gran Chillida con la espontaneidad del mar. El acero de Chillida peina el Cantábrico, pero el Cantábrico también le da forma a ese acero corroído y a ese peinado al viento. Eduardo Chillida era consciente de la capacidad del mar como Jon Fernández. Él también trabaja mano a mano, ola a ola, junto al mar. Él también crea piezas en colaboración con esas olas gigantes y embravecidas. Él también aprecia el arte de las aguas en calma y del arte que es capaz de crear el mar. Jon afirma que nadie trabaja la madera mejor que el mar. Y así, de mutuo acuerdo con el mar, ha puesto en marcha su proyecto 'Itsasartea'.
–Dices en la página web que con las piezas de 'Itsasartea' podemos sentir el mar en casa...
–Así es. Lo que hago es transformar lo que el océano ya no necesita en pedacitos de arte para casa. A veces son piezas a las que les doy forma y otras, simplemente las termino de pulir porque ya son algo o son bonitas. Nadie trabaja la madera mejor que el mar y a veces tengo la suerte de encontrarme esos regalos.
«Tenemos que mantener limpios nuestros pequeños paraísos, también recojo 'zaborra'»
–¿Cómo surge la idea de 'Itsasartea' y de dar forma a esos regalos marinos?
–Siempre me ha gustado trabajar la madera, la verdad, pero el año pasado tuve que estar de baja y fue cuando surgió la idea de 'Itsasartea'. Hacía trabajos verticales, pero empecé con problemas de espalda y tuve que parar. Entonces vivía en Jaizkibel y tenía la naturaleza muy cerca. Todo el día estaba con maderas en la mano, así que ahí es cuando pensé que era buen momento para apostar por este proyecto. Y así, también con los ánimos de mi alrededor, empecé a hacer piezas de decoración con la madera que iba encontrando en mis largos paseos por el monte.
–¿Recuerdas la primera?
–¡Claro! Esa la tengo guardada. Un día encontré una madera increíble que venía tallada por el mar. Es preciosa.
–El tuyo es un trabajo en equipo con el mar...
–Hay pedazos que tal y como los encuentro son increíbles, sí. Siempre digo que el mar hace dos cosas con la madera: la pudre o la trata. Y a veces, la propia madera me da la idea de lo que puede ser y otras hay que trabajar y dejar volar la imaginación.
–¿Cómo te organizas para recoger material?
–Ahora ya no tengo la suerte de vivir en Jaizkibel, pero paso muchas horas en la montaña. Me encanta. Voy con la furgo, me pongo la mochila y... ¡a caminar! Alguna vez tengo que dejar alguna pieza porque es muy grande y vuelvo con ayuda, pero generalmente siempre vuelvo cargado con algo.
«Con los pedazos de madera que nos deja el mar se puede hacer de todo para decorar la casa»
–¿Haga el tiempo que haga, siempre encuentras algo?
–Bueno, me conozco cada rincón. Eso ayuda, pero se nota que, ahora con el buen tiempo, hay más gente por allí y se encuentran menos cosas. Pero después de maretones, me meto entre las rocas y siempre hay algo. ¡Ah! Y no solo recojo maderas...
–¿Qué más?
–Toda la 'zaborra' que encuentro por el camino también me la subo a la furgo. Tenemos que intentar mantener limpios nuestros pequeños paraísos. Todos los plásticos o residuos que me voy encontrando, los recojo.
–Gracias por eso, Jon. ¿Y a dónde llevas las piezas que encuentras?
–Ahora tengo un pequeño taller en el Paseo Colón. No es muy grande, pero tiene un patio en el que poder almacenar maderas y un pequeño espacio que me sirve como showroom para enseñar lo que voy haciendo. A veces me escapo a la montaña, pero aquí estoy muchas horas trabajando también. (Risas)
–¿Trabajas por encargo o solo por imaginación propia?
–Las dos cosas. Mira, por ejemplo, empecé haciendo 'surfigures' porque también me gusta el surf y he acabado haciendo por encargo figuras de todo tipo relacionadas con el mar: pescadores, traineras... Según los gustos de cada uno, una cosa o la otra. Y es que con las piezas de madera se puede hacer de todo: lámparas, percheros, cajones, objetos de decoración... ¡hasta donde llegue la imaginación! En la página web hay fotos de algunas cosas que he ido haciendo durante este año.
–En 'Itsasartea', además, todas las piezas son exclusivas...
–Sí, no hay dos iguales. Es imposible que salgan dos objetos idénticos porque la madera nunca es igual. Eso también es algo bonito, ¿no? Tener algo único que además ha salido del mar. Son piezas con mucha personalidad y además recicladas. Decoramos nuestra casa y además somos sostenibles.
–Para un amante de la naturaleza como tú es imprescindible trabajar así, ¿verdad?
–Totalmente. Como te decía: tenemos que cuidar nuestros pequeños paraísos. Vivimos en un lugar increíble, pero debemos respetarlo. Y eso no está reñido con decorar nuestra casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario