martes, 27 de abril de 2021

La Diputación Foral de Gipuzkoa instituye el Premio Agustín Ugarte a la Cooperación Internacional

Noticia publicada en Conecta Bidasoa, el lunes día 26 de Abril de 2021.

La Diputación Foral de Gipuzkoa instituye el Premio Agustín Ugarte a la Cooperación Internacional

“Frente al auge de los discursos de odio y exclusión de los débiles y diferentes queremos resaltar la importancia de los valeres como la solidaridad y la justicia social con todas las personas, señala Harkaitz Millan


Harkaitz Millan y Fernando San Martín. / Diputación Foral de Gipuzkoa

La Diputación Foral de Gipuzkoa, comprometida desde hace varias legislaturas con la Cooperación para el Desarrollo, considera necesario su fortalecimiento. Actualmente la política de Cooperación en Gipuzkoa está inmersa en un momento de impulso y de cambios importantes, que comenzó en la pasada Legislatura con la aprobación del Marco estratégico de Cooperación para el Desarrollo en el que se establece que la DFG trabajará en “el aprovechamiento y movilización de las capacidades, los recursos y la experiencia existente en el territorio de Gipuzkoa, tanto en el ámbito de las instituciones públicas como en las distintas entidades y organizaciones de la sociedad”, objetivo que se recogerá en el nuevo Plan Director que está en fase de elaboración.

Harkaitz Millan dipuyado de Cultura y Cooperación Internacional “queremos profundizar en la capacidad de sensibilización social que tiene el reconocimiento, por parte de la Diputación Foral de Gipuzkoa de personas y organizaciones que trabajan y han trabajado intensamente a favor de la justicia entre los pueblos y la defensa de las personas más desfavorecidas”.

Este impulso enlaza, además, con el desarrollo e implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030 aprobadas, hace dos años, por Naciones Unidas que nos implican “a todas las sociedades, a actores sociales, a todas las instituciones en todos los lugares para hacer desaparecer las desigualdades”.

En este proceso se ha considerado oportuno profundizar en el potencial sensibilizador que tiene el reconocimiento, por parte de la Diputación Foral de Gipuzkoa de personas y organizaciones que trabajan y han trabajado intensamente para conseguir sociedades más dignas, justas e inclusivas.

En este sentido, se está trabajando en la creación de un Premio Cooperante que pretende visibilizar la cooperación guipuzcoana como tarea colectiva y que reconozca la aportación de organizaciones, entidades y personas individuales de Gipuzkoa, a favor de la transformación social y el necesario debate sobre el modelo de desarrollo que deseamos para Gipuzkoa y para los países con los que nos relacionamos.

Desde el Departamento de Cultura, Cooperación, Juventud y Deportes hemos pensado realizar, con anterioridad a la creación del premio, un humilde reconocimiento a la trayectoria vital de Agustín Ugarte, creador con otros compañeros de la asociación de Los Amigos del Tercer Mundo, que posteriormente cristalizó en la ONGD Behar Bidasoa que fue el germen de diversas iniciativas solidarias en la Comarca del Bidasoa y Gipuzkoa.

Agustín representa a toda una generación de gipuzkoanos y gipuzkoanas que en momentos de dificultas social y política dieron un paso al frente, convirtiéndose en referentes para muchas personas que han hecho de su vida un compromiso con la Justicia y la transformación social.

Agustín Ugarte nace en Irun el 23 de abril de 1932, el menor de tres hermanos. Sin embargo, la familia vivía al otro lado del Bidasoa, en Behobie, donde su padre era carnicero.

Finalizada la Guerra Civil, en 1939, la familia vuelve a Irun, con ocho años, instalándose en el Barrio de Santiago donde todavía hoy, continúa viviendo y trabajando incansablemente convirtiéndose en el epicentro de una energía solidaria que ha dado sus frutos en una diversidad de iniciativas y organizaciones solidarias de la que Behar Bidasoa fue el inicio.

Su encuentro con el sacerdote Ricardo Alberdi, fue fundamental en su trayectoria vital, que le mostró la forma en que podría encarrilar sus preocupaciones religiosas y sociales mediante el compromiso con los que más sufren la injusticia.

Empezó a trabajar con 13 años, primero en una carpintería y más tarde como montador de lámparas en la fábrica Escalante, trabajo que desarrolló de forma ininterrumpida hasta su jubilación voluntaria a los 60 años, en 1992.

Vinculado a la Juventud Obrera Católica (JOC) se forma en las Escuela Social en Legazpi, buscando una mayor implicación social, dentro de un humanismo solidario y participativo, sensibilidad que demuestra en su acercamiento a los enfermos de tuberculosis tan estigmatizados en ese momento. Es esta una convicción profunda que será el núcleo generador de toda su actividad solidaria: no se trata de dar ayudas sino de restituir a las personas su dignidad y lo que les corresponde por derecho propio.

Gran defensor de los derechos de los trabajadores y en plena dictadura de Franco trabajó, maniobrando dentro de la legalidad y consiguiendo mejorar las condiciones laborales de los trabajadores a través de los convenios colectivos.

Más adelante, cuando ya los sindicatos pudieron actuar con normalidad, fue enlace sindical y consiguió la equiparación salarial entre las mujeres y los hombres de su empresa. En este contexto es central su interés por el movimiento cooperativo, ya que el trabajo en equipo también ha sido una de sus constantes vitales,

Durante los últimos años del Franquismo tuvo una gran implicación en la vida municipal y, como otras personas no adeptas al régimen, trabajó a través del movimiento vecinal: fue presidente de la Asociación de Vecinos del Barrio de Santiago representando a la cual participaba en los Plenos municipales.

Durante las difíciles décadas 60 y 70, Agustín, a través el secretariado social diocesano y Cáritas, donde coordinaba a un equipo muy amplio en toda la provincia, ayudó a deportados escribiendo miles de cartas de apoyo. Y se encontró con la realidad del paro y sus consecuencias en muchas familias.

En 1976, su amigo Jose Ramón Amunárriz, ya misionero en Ruanda, le acerca la realidad de dicho país, que vivía una convulsa situación social que desembocaría en el genocidio de 1994…

Agustín, crea con otros compañeros la asociación de Los amigos del Tercer Mundo, financiada a nivel personal, por medio de la cual se impulsarán los primeros proyectos que se realizaron en Kabuga. En 1989, se constituyen como Behar Bidasoa, que será, a partir de este momento, su trabajo y su vida…

Las principales líneas de actuación son: el envío de ayuda humanitaria, la puesta en marcha de proyectos de desarrollo y los apadrinamientos distribuidos en República Democrática del Congo, Nigeria, Ruanda, Tanzania, Brasil, Colombia, Cuba, Paraguay, Ecuador y Filipinas. También han puesto en marcha un sistema de microcréditos que dan la posibilidad a muchas personas sin recursos de conseguir la financiación que necesitan para iniciar una actividad laboral.

Finalmente, hay que destacar la labor difusora y de sensibilización, y la importancia de la Educación para la Transformación Social a través de todos los medios de una forma sostenida y constante.

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