Noticia publicada en Diario Vasco,el viernes día 7 de Mayo de 2021.
«Por muy pequeño que sea, un dron es una aeronave y no un juguete»
En EGM Consulting de Hondarribia ayudan a tenerlo todo en regla y formarse para volar drones sin turbulenciasEnrique García Minchero y Ernesto García Martínez El cielo tiene sus normas
Felix Baumgartner. ¿Te acuerdas? El austríaco que saltó desde la estratosfera. Yo lo recuerdo bien, pero sobre todo no olvido una imagen. La que nos aportó la cámara que llevaba en su casco. Recuerdo a Baumgartner ahí arriba, lo más arriba posible, preparándose para saltar y mirando hacia abajo. Hacia aquí. Donde estoy yo y estás tú. Qué impresión. Recuerdo sus piernas colgando en el vacío y esa imagen amplia del cielo y la Tierra. Dicen que las cosas se ven mejor con perspectiva y que desde arriba todo es más bonito e impresionante. Hoy en día, para hacernos una idea de lo que vio Baumgartner, no necesitamos una cápsula diseñada por la NASA, pero sí una aeronave. Puede ser pequeña, puede ser un dron, pero tendremos que pilotarla como si fuera ese avión ultrasónico que va a llevarnos al cielo. Ahí arriba no hay espacio para imprevistos y tampoco para improvisaciones. El cielo es infinito y la vista es maravillosa. No es necesario apellidarse Baumgartner, ni estudiar en la NASA, pero sí ponerse en manos de profesionales como Enrique y Ernesto. Un dron, como un avión o una cápsula, no es un juguete. Con el cielo no se juega. Palabrita de Baumgartner.
–Enrique, los drones no pasan de moda...
–No, no. Los drones han llegado para quedarse. Aún recuerdo cuando en 2011, cuando nadie en España hablaba de drones, yo ya estaba a tope con ellos. Siempre he sido aficionado a la aeronáutica y he sido aeromodelista con aviones de radiocontrol. Entonces ya vi que había muchas posibilidades con esos aparatos, pero entonces solo los frikis de este mundillo nos dimos cuenta y sabíamos que habían inventado los drones. Fue en 2014 cuando todo estalló y todo el mundo se enteró de que existían.
ENRIQUE«La llave para trabajar de forma segura es tener toda la documentación y las autorizaciones»ERNESTO«Los drones son algo imparable y, además de entretenimiento, pueden ser un futuro laboral»
–Y todo el mundo quiso volar, ¿verdad?
–Sí, pero a través de las revistas aeronáuticas, nosotros ya sabíamos que en el 2014 entraba una normativa española que iba a regular el uso de estos aparatos. Entonces eran drones como dinosaurios, eran una chapuza. (Risas) Lo que hemos avanzado, ¡madre mía! El caso es que con esa normativa, ya pudimos empezar a crear empresas y de ahí también salieron las primeras personas que hicieron cursos presenciales en España.
–Una eres tú, Ernesto.
–En el 2014 se dio el primer curso de piloto de drones en tres sitios a la vez: Madrid, Barcelona y Alicante. Hay tres instructores que pueden decir que fueron los primeros y yo soy uno de ellos.
–¿Tú fuiste alumno, Enrique?
–¡Claro! A finales de 2014 estaba trabajando en el proyecto de crear una operadora de drones y en 2015 hice el curso de piloto.
–Ya estabas totalmente dentro del mundillo.
–Sobre todo, en ese proyecto que te comento, yo me dediqué a la parte de ventas y a la búsqueda de ayudas. ¿Esto qué quiere decir? Que me dediqué a hacer la documentación que nos exigía la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). Por accidente, me dediqué a la parte de consultoría. Fue empezar de cero, me tuve que enterar de todo el papeleo. Nos exigían una documentación como la que lleva una empresa de helicópteros, imagínate.
–Así empezó este vuelo para ti, ¿cómo sigue?
–Estudiando e indagando fuimos haciendo esa documentación. Con bastante seriedad y rigor, lo sacamos adelante. Fuimos la operadora número trece de toda España y la primera del País Vasco en ser reconocida por AESA. De ahí empecé también a hacer documentación para otros y, sin querer, me fui especializando. Yo soy piloto frustrado, pero estar entre términos aeronáuticos es una manera de estar en el cielo.
–Antes de montar tu propia consultora, Enrique, trabajaste para AESA.
–Sí, fue un paso más en mi perfil como consultor. Este es un mundo tremendamente burocrático, yo ayudo a hacerlo todo bien. A no liarla, vaya. En AESA vieron que yo sabía bastante del tema porque fui de los primeros consultores de España. Me llamaron y estuve un año en Madrid trabajando como inspector y asesor.
–¿Y cuándo llega EGM?
–En 2017 vuelvo a Hondarribia y es ahí cuando decido ponerme por mi cuenta. En EGM Consulting hago exclusivamente documentación aeronáutica y autorizaciones, pero la formación es importante y por eso Ernesto también es parte del equipo.
–Tenemos un dron, ¿lo primero es arreglar esa documentación?
–Es imprescindible. La gente piensa que el cielo es libre y que es de todos. Pues no. Hay unas restricciones brutales. La llave para poder trabajar de forma segura como operador aeronáutico, es teniendo la documentación en regla y las autorizaciones pertinentes. Tener un buen dron no vale de nada sin su documentación. Por muy pequeño que sea, para la administración, un dron es una aeronave y no un juguete.
–¿Aprender a volar es complicado, Ernesto?
–No. Pero como formador aeronáutico, con la nueva normativa, intento transmitir a la gente que necesitan una buena formación. Aunque el nivel de exigencia se haya rebajado mucho, es muy importante formarse bien y ser buenos pilotos. Es algo imparable y puede ser nuestro futuro laboral, no solo entretenimiento.
–¿Es una formación al alcance de mucha gente?
–Creo que sí. Por la formación en SimCrew Trainning, por ejemplo, AESA nos ha felicitado. No es más cara, vale más. He formado a mucha gente de empresas, a la EMOE, a la Unidad de drones del Ejército de España, policías locales como la de Donostia... Es muy importante recibir una formación de calidad.
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