Noticia publicada en Diario Vasco,el sábado día 19 de Marzo de 2022.
«La magia ayuda a sacar al niño que todos llevamos dentro»
Javier Aguirre, Magia y música
Ha dedicado toda su vida tanto a la música como a la magia, y ahora ha decidido unir ambas disciplinas
Javier Aguirre solo tiene 22 años, pero ya lleva 17 dedicándose a la magia. Fue un mundo que descubrió «por envidia», tal y como él mismo recuerda, cuando a su hermano le regalaron una caja de magia. No obstante, con el tiempo se convirtió en una de sus grandes aficiones, que a día de hoy combina con su otra pasión, la música.
–Una vez descubierto el mundo de la magia, ¿qué te animó a seguir adentrándote en él?
–La curiosidad. No es que quisiera ser mago, ¡tenía cinco años! Pero como no entendía cómo se hacían las cosas, me podía la curiosidad, quería entender. Veía magia y quería saber cómo se hacía. Así que empecé a investigar más y más y fui aprendiendo trucos. Y como veía que los podía hacer, seguí.
–¿Mostrabas tus progresos a los demás?
–Sí. Al principio les hacía magia a mis padres y a mi hermano. Después empecé en las cenas que hacíamos con toda la familia. Y con ocho años participé por primera vez en el 'Tú sí que vales' que hacían en el cole, en El Pilar. Competía todo el colegio y gané (ríe).
–¿Recuerdas con qué trucos?
–No me acuerdo porque participé varios años. Pero uno que me han recordado tiempo después es que salí al escenario con los cordones desatados y dando un golpecito con el pie, sin tocarlos, me los até.
–¿Dónde se forma un mago?
–Como más he aprendido y aprenden todos los magos es a través de libros y de conocer a otros magos en congresos. Porque es un mundo muy clandestino, hay muy pocas escuelas como tal. Así que te formas juntándote con otra gente que también hace magia. También yendo a tiendas de magia para ver qué cosas nuevas hay.
–¿Qué tipos de magia existen?
–Hay magia por distancias y por tipos de objeto. Es decir, magia de cerca, magia de salón y de escena. Y luego, dentro de eso, magia con monedas, con cartas, etc.
–¿Cuál practicas tú?
–Al principio hacía magia de cerca y de salón, porque no actuaba en teatros. Y utilizaba cualquier tipo de objeto, desde los cordones hasta cartas, monedas, bolas de esponja... Ahora estoy tirando más hacia escena y hace años empecé también a derivar hacia una rama que se llama manipulación.
A«Estuve cuatro meses en Corea del Sur formándome con Lukas Lee, el subcampeón del mundo de magia»
–¿En qué consiste?
–Es una magia muy visual y de lejos, se realiza en teatros. Es de las ramas más complicadas, porque requiere mucha habilidad. En España no se ve mucho, se practica mucho más en Asia.
–¿Por eso te fuiste a Corea del Sur?
–No exactamente. Fui a Corea a través de un intercambio de la Universidad, a estudiar Inteligencia Artificial. Pero allí tuve la suerte de contactar con Lukas Lee, el subcampeón mundial de magia. Es el Jesucristo de la manipulación (ríe), el mejor profesor del mundo. Ha preparado a los campeones del mundo. Estuve cuatro meses con él.
–A tu regreso obtuviste el primer premio en el campeonato para magos jóvenes Mágicus de Barcelona. ¿Era la primera vez que competías?
–Sí. Me apunté como una forma de obligarme a montar un acto. Porque muchas veces, como estos son complicados porque tiene que estar todo muy hilado, llevan mucho tiempo, así que lo vas dejando. Pero la experiencia del concurso fue muy buena.
–Además del concurso, ¿en qué otros lugares has actuado?
–He actuado en diferentes sitios y de diferentes formas. He hecho magia en restaurantes, de mesa en mesa; en bares, festivales de magia, teatros, cumpleaños...
–¿A qué tipo de público te diriges normalmente?
–Me dirijo a ese niño que todos llevamos dentro. Ya que siendo adultos nos negamos a jugar y a creer, por lo que puedan pensar los demás, la magia ayuda a sacar esa parte de la gente, a volver a creer, como cuando éramos niños.
«Cuando conoces los principios de la magia puedes crear lo que quieras»
–Cuando creas un show, ¿los trucos los inventas tú?
–No son trucos como tal. En manipulación son actos de unos cinco o seis minutos, en los que realizas una serie de efectos muy visuales con diferentes objetos. En otros tipos de magia, como dice un amigo mío, 'está todo inventado'. Pero en la rama de la manipulación, la construcción o la secuencia la tienes que hacer tú y es muy personal.
–¿Cómo es ese proceso de creación?
–Cuando conoces los principios de la magia y de cómo engañar al cerebro, puedes crear lo que quieras. Hay efectos que creas tú mismo y que nadie más ha hecho. Por ejemplo, piensas que quieres hacer levitar algo y empiezas a pensar qué formas podría haber para engañar al cerebro y que un vaso vuele.
–Ahora estás trabajando en el proyecto 'Magia y Música' –www.magiaymusica.com–. ¿En qué consiste?
–Es una combinación que nace de unir mis dos pasiones, porque también he estudiado música desde que era pequeño. He realizado el Grado Profesional en el Conservatorio de Irun y toco el clarinete y el piano. Y como la manipulación es muy visual, los shows se prestan a tener también música. Así que lo que estoy haciendo es componer toda la música para el show. Es algo bastante especial que no se encuentra en otro sitio.
–¿Cuándo vas a presentar ese show?
–En abril actuaré en La Farándula, en Donostia, con un show cortito, de unos 20 minutos. Pero mi idea es montar un espectáculo de una hora para poder presentarlo en más sitios.
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