Noticia publicada en Diario Vasco,el lunes día 19 de Septiembre de 2022.
El día que todo Irun se puso a hacer deporte
Challenge Day
Este fin de semana se han cumplido 25 años de aquella histórica jornada que convirtió el mercado en un gimnasio; el paseo de Colón, en una pista de karting y los jardines de Luis Mariano, en un campo náutico
Qué maravillosa locura aquella del Challenge Day. El sábado se cumplieron 25 años de una jornada irrepetible en la que la ciudad pidió a sus vecinos, a todos sus vecinos, que hicieran deporte durante al menos 15 minutos y dieran parte de ello. El estímulo era una competición con la localidad sueca de Jönköping por ver quién movilizaba más porcentaje de población, pero el espectáculo estuvo en el despliegue de oferta para que cualquier irundarra pudiera realizar su cuarto de hora de actividad.
Algunas cosas fueron muy llamativas, inolvidables, como la piscina en los jardines de Luis Mariano, tan grande, tan sumamente grande, que no sólo cabían a la vez piraguas y embarcaciones de banco móvil, sino que hasta la trainera de Satiagotarrak 'bogó' en aquellas aguas y se convirtió, así, en portada de este diario. El paseo de Colón se cerró a los coches para abrirse a los karts y en el mercado de abastos se improvisó un gimnasio que visitó, para una buena sesión de gimnasia, el entonces alcalde, Alberto Buen.
Hubo futbolín gigante, tenis, ajedrez, escalada, herri kirolak, judo, aerobic, ciclismo... Hasta bailes de salón. Radio Irun ofreció una pauta de ejercicios físicos para que, desde casa o desde el trabajo, muchos irundarras pudieran participar en la iniciativa. El animador de la jornada, Mateo Vergara, propuso por la radio derramar un paquete de alubias y recogerlas una a una, iniciativa que sirvió a un par de decenas de irundarras para registrar su ejercicio. Para los más txikis se admitió cumplir el cuarto de hora saltando en castillos hinchables...
El grado de tolerancia para sumar gente al registro se abrió tanto que por momentos rozó lo inverosímil. El 943649333 funcionó aquel día como telefono informativo y llegaron curiosas preguntas como la de si había una edad mínima para registrar la actividad física. La cuestión tras la pregunta era la intención de apuntar a un bebé de tres años que llevaba 20 minutos sin dejar de llorar. También hubo quien se interesó por saber si podía realizar su registro por haber mantenido relaciones sexuales. Ante la explicación de que debían ser 15 minutos de actividad física continuada, reconoció el llamante que iba a tener que practicar algún deporte...
Feliz reencuentro
El sábado, para celebrar la efeméride, media docena de personas que estuvieron implicadas en la organización del evento se reunieron con el sencillo objetivo de «brindar y recordar juntos aquel día». Cuestiones de salud y mudanzas mermaron la representación de aquel Comité Organizador en el que clubes y entidades sociales estaban muy presentes. «Mirando con perspectiva, coincidíamos en la sensación de que aquello fue algo insólito», cuenta uno de los asistentes al reencuentro. «Cuando se acercaba la fecha empezamos a temer una hecatombe participativa. Era la primera vez que se hacía algo así, caía en miércoles y no había redes sociales ni manera alguna de medir si el tema había calado. Empezamos a movilizar colegios, clubes... no por ganar, sino porque había patrocinios importantes, televisión en directo... y entró el pánico. Ocurrió lo contrario: una movilización sin precedentes que desbordó las previsiones más optimistas. Se generó una ilusión colectiva de la nada y fue algo muy bonito». Y sí, también hicieron «unas risas recordando el resultado final. Aquello sí que se fue de madre».
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