Noticia publicada en Diario Vasco,el sábado día 22 de Octubre de 2022.
«Intentamos grabarles a sangre y fuego que no crucen el río, pero siguen pasando»
La gendarmería francesa intercepta a un migrante que cruzó a nado el Bidasoa mientras que otro fue arrastrado por la corriente y se vio obligado a retroceder
El río Bidasoa a punto estuvo de cobrarse otra vez la vida de dos migrantes que trataron de cruzar a nado este peligroso cauce, aunque afortunadamente el suceso no terminó en tragedia. Los hechos ocurrieron este pasado viernes, hacia las 16.00 horas, cuando Bomberos de Gipuzkoa recibió el aviso de Sos Deiak informando de esta circunstancia, que se viene repitiendo entre la población migrante que llega a Irun y que trata de cruzar la frontera hacia Francia para esquivar los estrictos controles de la policía gala.
Una vez los bomberos acudieron al lugar, a la altura del barrio de Behobia, para comenzar con las labores de rescate en el río, los gendarmes anularon la salida avisando de que uno de los migrantes, que logró cruzar el río desde Irun y llegar hasta el otro lado de la muga ya había sido localizado. Hasta el lugar también se desplazaron varios recursos de la Ertzaintza, aunque finalmente la policía vasca no tuvo que intervenir.
El otro migrante fue arrastrado por la corriente y no consiguió alcanzar la orilla francesa, aunque salió del agua por sus propios medios y evitó a los policias. No hubo que lamentar nuevas víctimas, pero lo cierto es que las personas en tránsito siguen arriesgando su vida e intentan cruzar al país vecino a nado para tratar de esquivar los controles policiales y pasar la muga.
Peligrosidad
Se juegan el tipo al tratar de cruzar. Muchos lo saben porque es lo primero que les explican los voluntarios de Irungo Harrera Sarea, pero no siempre dan marcha atrás en sus planes. «Siguen pasando por el río y eso que intentamos grabarles a sangre y fuego en la frente que el río, prohibido», explican desde la Red de Acogida de Irun. Ven tan cerca su destino, «el tramo de este río es tan corto y les hablan de conocidos que consiguieron cruzarlo, que lo intenten por ahí. Y además después de haberse lanzado al Atlántico... Pero es que ninguno sabe nadar ni lo peligroso de las corrientes». Aun así, para muchos es la única salida que encuentran ante la presión policial al otro lado. Desde esta red de acogida suponen que ambos migrantes «estarán en Baiona a estas alturas; en Irun no se quedan más de dos días».
Precisamente, hace tres semanas este mismo colectivo de apoyo al migrante alertaba de que «se están cumpliendo las condiciones para que haya otra desgracia en el río Bidasoa debido a que se ha endurecido el control policial entre Irun y Hendaia y sigue la presión de dejar el recurso de Cruz Roja de Hilanderas lo más rápido posible». Explicaron que «en los puentes de Santiago y Behobia los policías que suelen estar ahora han apretado el control estrechando el paso con los conos y la actitud policial es más desagradable».
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