Noticia publicada en Diario Vasco,el miércoles día 19 de Octubre de 2022.
Irun «El proyecto 'BER' son mis propios lienzos cortados y transformados»
Miren González Goikoetxea, Pintora
Dirige el laboratorio de creación artística 'Marte' y actualmente expone su obra en la galería Hache de Sarah Grandes
Miren González Goikoetxea es tolosarra, pero lleva varios años afincada en Irun. Esta pintora fue una de las socias fundadoras de Bitamine, y actualmente lidera el laboratorio de creación artística 'Marte', en la calle Virgen Milagrosa. En él ofrece talleres para niños y adultos y, además, tiene instalado su propio estudio, en el que ha creado el proyecto que actualmente expone en Hache Art Studio et Galerie, la galería que la artista Sarah Grandes regenta en la calle Antonio López de Becerra de Irun.
«Empecé a trocear mis cuadros porque me vino una ilusión, una fuerza grande que no sé explicar»
–¿Cuándo comenzó a interesarte el arte?
–Con 20 años fui a Londres con idea de quedarme seis meses y me quedé dos años y medio. Fue allí donde empecé a ir a cursos de pintura y a conocer a gente interesada por el arte.
–¿Hasta entonces no habías sentido ninguna inquietud?
–Quizá sí tenía tendencia a dibujar, pero para nada algo que marcara el camino. Pero en Londres hice un curso de acceso a la universidad y vi claramente que era mi lugar. Sin embargo, decidí estudiar la carrera aquí, en Cuenca y en Bilbao.
–A partir de entonces tu vida ha estado siempre vinculada a la pintura...
–Así es. Después de la carrera estuve un año en Bilbao Arte y de ahí di el salto a Arteleku, donde estuve como artista residente muchos años. Hasta que cerraron y vine a Irun, donde creé Bitamine junto con otras artistas y después Marte, donde sigo hoy en día.
–La práctica totalidad de tu obra está realizada en óleo, ¿por qué?
–Es la técnica que más me convencía, porque tiene un tiempo muy diferente al del acrílico. El óleo tiene un tiempo de secado y por lo tanto es más pausado. Me gusta ese tiempo porque me da la posibilidad de pensar y repensar por qué camino seguir. Además me gusta mucho tener varios cuadros en marcha.
–En los últimos años has desarrollado diversos proyectos, ¿cómo es el proceso de creación?
–Me gusta coger un tema y profundizar en él durante dos o tres años. Por ejemplo, tuve un proyecto en colaboración con Jabier Muguruza. Estuve escuchando repetitivamente su CD 'Fiordoan' y de ahí salieron una serie de dibujos muy fluidos, que derivaron en un proyecto que fue todo azul. Otro fue el de SOS Sahara. El actor Joseba Apaolaza y yo fuimos invitados al territorio ocupado del Sahara para presenciar con nuestros propios ojos lo que sucedía allí y después poder publicitarlo aquí, cada uno a su manera. Joseba hizo sus entrevistas y yo hice un proyecto pictórico que he ido moviendo por ahí.
–En BER, el proyecto que expones ahora, hay mucho de esos dos trabajos anteriores, en sentido literal.
–BER son mis propios lienzos cortados y transformados. En 2014 empecé a interesarme por el collage, porque me atraía el hecho de poner dos lenguajes plásticos muy diferentes juntos, para que contrastaran. Trabajando en eso empecé a hacer pruebitas con trocitos de lienzo que me sobraban. Me gustó mucho, me vino como una fuerza grande, no sé cómo explicarlo, una ilusión, y empecé a trocear cuadros que no me importaban tanto. A veces en el estudio tengo que sacrificar cosas para seguir adelante. Pero en este caso, como ya sabía cuál iba a ser el resultado, no estaba rompiendo mi trabajo, sino transformándolo. Esa rueda de la transformación también me gusta mucho. Por eso la exposición se llama BER, porque quiere decir 'berrikusi', 'berreraiki', 'berplanteatu'... Como el prefijo 're': 'replantear', 'rehacer', 'reconstruir'...
«El espectador debe observar los cuadros durante un tiempo si quiere entender y descubrir cosas»
–¿Qué va a encontrar quien se adentre en la galería?
–Cromáticamente el resultado visual es potente, porque tiene tonalidades diferentes, pero con cortes muy claros. Al principio crea curiosidad de saber cómo está hecho, y eso te invita a acercarte y a moverte alrededor del cuadro, que ya ves, tiene casi relieve. Eso es lo que quiero, invitar a moverse en el espacio, a ver qué sucede.
–¿Qué has intentado tú que suceda?
–En mi cabeza casi traduzco cada trocito del collage en una persona, lo llevo al plano humano. En mi cabeza siempre es gente moviéndose, grupos de gente, comunidades pequeñas que necesitan de otras más mayores, ese tipo de pensamientos quizá más filosóficos, las partes y el todo, partes que necesitan otras partes para ser una parte mayor...
–También expones algunas de las obras en las que estás trabajando actualmente.
–Sí, después de tres años volví a pintar. Son cuadros muy vinculados al proyecto BER, a las partes y el todo. Son cuadros más complicados, con composiciones muy pensadas, para decidir dónde romper y dónde no, sin que se vaya la composición del todo. Esto hace que el espectador, cuando mire, no sepa muy bien en qué plano situarse, pero esa confusión me gusta. Son cuadros que están más observados que pintados, y el espectador debería hacer lo mismo si quiere ver, entender e ir descubriendo cosas.
–¿Hasta cuándo puede visitarse la exposición?
–Hasta el 9 de diciembre. En ese sentido me gustaría destacar que estoy muy agradecida a Sarah Grandes, que ha cogido este espacio y, sin ninguna ayuda institucional, ha ofrecido al pueblo una galería y a nosotros la oportunidad de exponer. Y todo por su cuenta, eso no es justo. De hecho, hemos puesto en la galería una caja de resistencia artística.
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