Noticia publicada en Diario Vasco,el domingo día 23 de Octubre de 2022.
Una larga espera que, ahora sí, parece llegar a su fin
El Ayuntamiento de Irun planteó hace 15 años que la nueva residencia de la ciudad se podría ubicar en el espacio libre que queda tras los números 10 al 14 de la calle Arbesko Errota. A finales de 2008 recalificó esos suelos (destinados a uso deportivo). Ya se sabía entonces que la promoción del nuevo complejo le correspondía a la Diputación, que era consciente de la necesidad de ampliar sus servicios en la ciudad. En 2010 se concretó la cesión del suelo. Hubo amagos y alguna partida en las cuentas forales, pero hasta que en 2018 se firmó un convenio entre las dos instituciones, apenas se dio ningún paso real. Enseguida llegó el anuncio de que la residencia estaría operativa en 2021, pero no fue así. Ni mucho menos. La Diputación asumió en 2020 la gestión de la residencia municipal Ama Xantalen, pero el proyecto de Arbes quedó a la espera de una revisiónpara incorporarle aspectos que se empezaron a tewner en cuenta a partir del impacto del Covid.
Sin querer ahondar en el pasado, el alcalde, José Antonio Santano, mira al futuro con la esperanza de que este intento se el de verdad. «Entiendo que hubiera dificultades por la pandemia, que se revisara el enfoque que se le quieren dar, pero ya va siendo hora de que se acierte en el formato y el pliego y ésta sea la definitiva».
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