Noticia publicada en Diario Vasco,el lunes día 30 de Mayo de 2022.
La modificación del presupuesto pone gasolina para el último año de mandato
Más de 14 millones permiten al Ayuntamiento abrir nuevos frentes en proyectos estratégicos y dar continuidad a otras acciones y programas
La incorporación al presupuesto de 14,1 millones de gasto que el Pleno aprobó el viernes impactó por el apoyo unánime de los grupos municipales, pero tanto o más va a impactar en la realidad de Irun a lo largo del próximo año y de los venideros. Catorce millones dan para mucho.
Obras y reurbanizaciones (primera fase de las villas de Anaka, Poxpologile y Ermita, principalmente) tienen mucho peso, pero también hay recursos para reforzar proyectos como Haurrak Parkean, ampliar los servicios de Haurtxokos (en el centro) y Gazteleku (en Artia), organizar actividades que impulsen la actividad hostelera en verano y proyectar cine infantil en euskera (enmiendas ambas del PNV), aumentar las actividades culturales en barrios (Bildu) o crear una app turística de la ciudad, entre otras muchísimas cosas.
Hay partidas que hoy se escriben en una línea, pero serán algunos de los grandes temas de mañana
No faltan apuestas por enfocar de manera distinta los asuntos de siempre: un Plan de Comercio, incluido a petición del PP y, añadidos por Bildu, sendos estudios para integrar la economía social en las políticas municipales y la contratación responsable en el consistorio.
Hay partidas que hoy se escriben en una línea, pero serán algunos de los grandes temas de mañana: el proyecto de renaturalización del canal de Dunboa en el ámbito de Korrokoitz es pieza imprescindible para que el desarrollo residencial, llamado a transformar urbanística y socialmente la Parte Vieja, pueda echar a andar en algún momento. En Ventas se va a redactar el proyecto para reordenar los espacios que generará el derribo del paso sobre las vías de la avenida Elizatxo que Adif necesita acometer. Esa actuación lo va a cambiar todo y el Ayuntamiento la considera una oportunidad sobre la que hay que trabajar con previsión.
Para Artaleku, además de algunas mejoras (como en Gal, Artia, Tenis de Mesa o San Miguel-Aguas Bravas), se incluye un estudio de alternativas que analizará cómo convertir el pabellón en una instalación moderna y realmente multiusos; una revisión pormenorizada de opciones entre las que no faltará la de construir un nuevo equipamiento (el Plan General reserva suelo para algo de esas características en Kostorbe). Vía enmienda jeltzale, hay partida para contratar otro estudio de alternativas, éste para el polideportivo Azken Portu, con el fin de definir necesidades y oportunidades de la instalación de cara a la ampliación prevista, sobre la parcela de Vértiz Ford. El antiguo concesionario será derribado en cuanto se obtengan los permisos de URA, la Agencia Vasca del Agua.
Y además de partidas, hay compromisos del Gobierno. Uno ligado a este ámbito para adquirir y derribar el único edificio que quedará entre Azken Portu y Behobia al borde del río. El Gobierno, en respuesta a una petición jeltzale, dijo que las negociaciones están en marcha y que en cuanto se concreten se habilitará la partida. Otra promesa importante, en este caso a Bildu, es la de adquirir viviendas para uso social cuando haya oportunidades de mercado acordes a las necesidades dictadas por los técnicos.
La estación y otros proyectos
Una de las claves de la modificación es el compromiso de las aportaciones municipales para la pasarela peatonal que en paralelo a la futura estación ferroviaria conectará San Miguel y Pío XII. Con esa consignación (3 millones hasta 2025 de los que Diputación abonará una parte), Adif puede aprobar el proyecto constructivo de estación y pasarela. La aprobación es inminente y dejará preparado el escenario para que las obras salgan a concurso este verano.
Por necesaria y costosa (7 millones en los siguientes tres ejercicios) merece ser destacada la construcción del parking de Belartza (que sumaría dos plantas cubiertas a las actuales 45 plazas en superficie). No será inmediato, pero es sin duda un proyecto clave para Artia, que gracias a esta enorme consignación presupuestaria tiene visos de realidad.
Otro proyecto de los que cambia un barrio y al que también llega su momento con esta modificación es el centro cívico de San Miguel, en los bajos del edificio de Emigración. Dos millones en forma de transferencia a Irunvi alimentan esta iniciativa cuyo anteproyecto se va a presentar en cuestión de días al barrio.
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