Noticia publicada en Diario Vasco,el lunes día 11 de Octubre de 2021
Irun estrena un mercado estable de artesanía local
Artesanos de la asociación Eskuz-lan expondrán sus productos en el paseo de Colón el segundo domingo de cada mes
Irun cuenta desde ayer con un mercado estable de artesanos de la comarca del Bidasoa. El segundo domingo de cada mes (salvo excepciones por pruebas deportivas) se instalarán en el tramo central del paseo de Colón, en pleno centro de la ciudad, varias carpas en las que los socios de Eskuz-lan expondrán sus productos para la venta. Nueve artesanos de los 23 que conforman la asociación estrenaron ayer el nuevo mercado. «Éste es sólo el inicio, pero tenemos la intención de crecer y de instalar próximamente alguna carpa para realizar talleres», señalaba Javier Huarte, socio de Eskuz-lan.
Con el mercado de artesanía, enmarcado en la iniciativa 'Igandero', el Ayuntamiento de Irun ha reforzado su propuesta dominical para peatonalizar 25.000m2 de superficie en pleno centro de la ciudad. La feria estrenada ayer se suma al programa de actividades deportivas, culturales y de ocio Igande Sasoi, con el que también se corta al tráfico el tramo central del principal vial irunés.
Por su parte, la asociación Eskuz-lan, creada durante la pandemia para promover y dar salida al trabajo de los artesanos del Bidasoa, ha conseguido con la iniciativa 'Igandero' un espacio mensual donde poder vender las creaciones de sus socios, tras un duro periodo en el que quedaron suspendidos ferias y mercados.
Tras un mostrador lleno de pendientes y colgantes de plata y cuero pintados a mano, Ageda Goikoetxea se mostraba ayer «bien contenta de poder volver a la actividad. No pensaba que iba a venir tanto público. Creo que la gente está con ganas de que vuelva la vida, después de este tiempo tan malo que hemos pasado. Los artesanos hemos sufrido mucho, la verdad, porque las ferias y mercados que había se iban cancelando uno tras otro y no hemos podido sacar nuestros productos. Ahora esperamos que la gente se acuerde de nosotros y valore el trabajo que hacemos con nuestras manos y con mucho mimo».
Un espacio tranquilo
«Desde primera hora, ha habido mucha afluencia de gente», añadía Elena Ramajo, mientras atendía a una clienta en su stand de artículos de macramé, bordados y serigrafía, que llevan la firma Barkinfille. «Yo he traído una muestra representativa de las distintas técnicas que manejo. Estamos en un espacio cerrado y la gente anda tranquila y puede pararse a mirar. Para nosotros, este es un sitio estupendo. Ójala, según vayamos volviendo a la normalidad, el mercado vaya creciendo y podamos también ofrecer algún taller».
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