Noticia publicada en Diario Vasco,el jueves día 5 de Mayo de 2022.
El autobús urbano empieza a recuperar los usuarios que le quitó la pandemia
Tras una caída del 35% en 2020, IrunBus cerró 2021 con un incremento del 21,6% que elevó la cifra total de viajeros hasta 1,4 millones
El
transporte urbano municipal ha contabilizado 1,4 millones de viajeros
en 2021. Se trata de un dato claramente afectado por la pandemia y aún
mira de lejos el récord establecido en 2019 (prácticamente 1,8
millones), pero, al mismo tiempo, también muestra indicios de
recuperación respecto a 2020, el ejercicio en el que más perjudicó la
Covid con una reducción de más de 600.000 billetes.
La cifra de 2021 ha subido, concretamente, algo más de un 21,6% respecto al año anterior. «Vamos volviendo a la normalidad», señaló el delegado de Movilidad, Borja Olazabal, que afirmó que «los autobuses de la ciudad son una opción atractiva para el desplazamiento de los irundarras» porque «en cuanto las cosas han vuelto a una relativa normalidad han empezado a recuperar usuarios».
Esa recuperación ha sido similar en todas las líneas del transporte urbano, aunque la L1, la principal por número de viajeros entre las 4 existentes, es la que con algo más de un 23% ha registrado mayor incremento relativo. También ha mejorado sus datos de uso el autobús a demanda que cubre las áreas rurales «y cuyo nuevo contrato ha adjudicado esta semana la Junta de Gobierno, garantizando la continuidad de un servicio muy bien valorado», comentó Olazabal. «La única línea que no mejora es el Gautxori. En 2021 se reactivó este servicio pero el ocio nocturno mantuvo enormes restricciones».
Futuro eléctrico
Olazabal ofreció esta información subido en uno de los autobuses de la L1, electrificada desde febrero de 2019. «Llevamos ya tres años largos con estos vehículos eléctricos en servicio y podemos decir que no están dando ningún problema. Cuando se hizo la apuesta por los autobuses eléctricos la gran duda en el sector era, y sigue siendo, la autonomía. En Irun se apostó por cargadores en las cabeceras para hacer cargas de oportunidad y ha funcionado sin problemas de ningún tipo». Comentó que si los usuarios han encontrado alguna vez un autobús de combustión ha sido «por alguna avería puntual o tareas de mantenimiento, lo normal en un servicio de autobuses. Antes también pasaba».
El buen resultado en esta primera experiencia ha llevado al Ayuntamiento a apostar por el mismo sistema en la electrificación de la L2, cuyo contrato ya se ha licitado. «En el plazo de un año, aproximadamente, podríamos tener electrificada esa segunda línea y contar con un autobús para sustituciones», anunció el delegado. «Cuando eso ocurra, el 90% de los viajes en el transporte urbano municipal será sostenible». El objetivo sigue siendo el 100%, «pero en los microbuses la tracción eléctrica no se ha desarrollado tan rápido como en los vehículos más grandes».
Olazabal aseguró que se está estudiando en el contexto del PMUS como también «una nueva línea o extender alguna de las existentes» para cubrir zonas como «Mendibil-Santiago-Ficoba o la parte alta del barrio de Lapice».
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