Noticia publicada en Diario Vasco,el martes día 5 de Octubre de 2021
«Desde 1965 no hemos dejado de disputar el partido ni un solo domingo»
Dionisio Villabona
Lleva más de medio siglo acudiendo todos los domingos a la playa de Hondarribia para disputar un partido
Bilbaíno de nacimiento, pero irundarra de adopción, Dionisio Villabona Maquirriain llegó a nuestra ciudad en 1963. Aquí ha desarrollado su carrera profesional, ya que en 1992 –año en el que su hijo David obtuvo, con la selección española de fútbol, la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona– Dionisio fundó su propia agencia de aduanas, 'Billabona Eximport Internacional'. Pero es otra faceta la que le ha llevado a ocupar hoy esta página. Y es que, a sus ochenta años, lleva más de medio siglo acudiendo todos los domingos a la playa de Hondarribia para jugar a fútbol.
–Cuénteme, ¿qué hace un bilbaíno en tierras bidasoarras?
–Vine por trabajo. En Bilbao comencé a trabajar en la agencia de aduanas 'Feliú y Fernández, S.A.', que tenía una sucursal en Irun. Cuando decidí trasladarme, gente de aquí, como Federico Ortega y Abaigar, que trabajaban en Bilbao, me hablaron muy bien de esta ciudad. Y no se equivocaron. Prueba de ello es que tengo dos hijos iruneses, Sylvia y David.
«Antes competíamos con gente de Unialco y otros grupos para quedarons con el mejor campo»
RECUERDOS
–Su traslado a Irun supuso un cambio de oficina, pero también de equipo de fútbol.
–Sí. En Bilbao jugué en el Deusto, en el Galdácano y en el Barakaldo. Estaba en ese último cuando vine a Irun, donde me surgió la posibilidad de entrar en el Real Unión, en 1963. Jugué solo media temporada porque el contrato, que yo pensaba que iba a ser amateur, resulta que era profesional, pero yo tenía que trabajar. Así que en 1964, cuando el Unión ascendió a segunda división, lo tuve que dejar.
–Pero no abandonó el fútbol.
–No, comencé a participar en los juegos de La Salle, en el Interbares, en los partidos playeros que se hacían en Hondarribia... Esos torneos fueron uniendo a gente y así, en 1965, creamos un grupo muy hermoso. Quedábamos todos los domingos para disputar un partido en la playa, a las ocho de la mañana.
–¿Todos?
–Absolutamente todos, y desde entonces no hemos fallado ni uno, excepto durante la pandemia. Y hasta el 2010, durante el verano también quedábamos los jueves.
«Espero que sigamos encontrándonos en la playa al menos durante un par de años más»
CONTINUIDAD
–¿En qué parte de la playa juegan?
–Al lado del muro, delante de Iterlimen. Los primeros años luchábamos por el mejor campo con gente de Unialco y con algún grupo de Fuenterrabia. ¡Bajábamos incluso a las 6 de la mañana a marcar el campo y así ya era nuestro! Ahora hay mucha menos gente y no hace falta.
–Me han contado que después del partido hay otro ritual que no perdonan.
–¡El almuerzo en la Peña Klink! Tampoco nos lo saltamos nunca. Y el menú, siempre el mismo: huevos con chistorra y queso.
–En 56 años, la lista de personas con las que ha compartido el campo de arena será interminable...
–Sí, y no solo gente de la comarca, también venían de Errentería, de San Sebastián... Puedo citarte a algunos de los que formaron parte del primer grupo, como Josetxo Ugarte, Martin Hernández 'Puchades', Carlos Aeropajita, Pedro Zapirain, José María Cienfuegos, Josetxo Zabala, Hipólito Sánchez 'El Chato', Josemi Goñi, Josetxo Marfull, José Mari Viles, Maurice Alba, Manuel Manterola, Luis Arrieta, Rafa Salaverria, Leandro Aguinagalde 'Plantxa', Josean Echegaray, Luis Murguia, Miguel Navarro, Iñaki Egaña, Jose Mari y Juanjo Juguera, Jesús Mari Arteche, Alfonso García, Juan Miguel Berasategui, José Rodríguez, Avelino Paule, Antonio Castelló y Javier Ortiz.
–Además de usted, ¿continúa alguno de ellos hoy en día?
–Sí, Miguel Ángel España. Ahora jugamos con Antonio Martínez, Julio Peña, Javier y Jokin Barandiarán, Jesús Martínez 'Txutxi', Josetxo Duque 'Txapete', Ángel Goñi y Manolo y Raúl Azpiroz.
–Ya quedan poquitos...
–Sí, es una pena. Al principio éramos tantos que el que no estuviera a las ocho y cuarto en punto se quedaba sin jugar. Esto, sumado a que la incorporación de nuevos fichajes se realizaba mediante quorum, hacía que nos llamaran 'Los Intocables'.
–La lista de anécdotas será extensa...
–La verdad es que ha sido 'sota, caballo, rey'. El fútbol ha sido la actividad prioritaria siempre, pero es cierto que a raíz de ello hemos hecho amistad y también nos encontrábamos fuera del campo, con nuestras mujeres. Lo más bonito es el 'feeling' que hemos llegado a alcanzar. Ha habido una convivencia muy grande. Y en este momento, con las edades que tenemos, es importante, porque si no tienes ese punto de unión, poco a poco te vas aislando.
–Usted tiene 80 años, ¿es el más veterano del grupo?
–No, Antonio Martínez tiene 82.
–¿Y cómo logran mantenerse en tan buena forma?
–Yo suelo caminar una hora y media o dos al día. Otras personas del grupo andan en bici.
–¿Seguirán encontrándose todos los domingos?
–En cuanto se despeguen dos o tres del grupo, se acabó, porque los jóvenes no vienen. Solo tenemos a Raúl, hijo de Manolo, y a otro chico joven que viene desde Villabona. También mi hijo y mi nieto cuando vienen de Hoz de Jaca, donde viven. Pero nadie más. Y esa es mi pena, porque me gustaría que hubiera continuidad. Pero espero que por lo menos durante un par de años más nos sigamos viendo en la playa.
–Entonces, ¿admiten nuevas incorporaciones?
–¡Les recibiremos con los brazos abiertos!
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