Una nueva ordenanza para el desarrollo urbanístico sostenible llega a Irun
La normativa, propuesta por el Ayuntamiento, obligará a que toda actuación sobre los espacios públicos se base en criterios de accesibilidad, equidad y sostenibilidad
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Irun
El Ayuntamiento de Irun ha puesto sobre la mesa un proyecto de Ordenanza Urbanización para la definición del espacio público con criterios de desarrollo sostenible, implementada por primera vez en un Plan General de Ordenación Urbana en Euskadi, según afirman desde el consistorio. El documento pretende modelar el espacio público desde una perspectiva más social y verde, permitiendo abordar la Crisis climática en el tejido urbano de la localidad fronteriza.
Este texto se someterá a una aprobación inicial en el pleno que tendrá lugar este viernes, 22 de marzo. Tras la aprobación inicial el texto entrará en un periodo de exposición pública y alegaciones de un mínimo de 30 días.
El delegado de Urbanismo, Miguel Ángel Páez, explica que la ordenanza establecerá las reglas para actuar sobre el paisaje urbano de acuerdo con criterios de sostenibilidad. "Se trata de una herramienta muy útil para abordar los retos del cambio climático, como el incremento de la temperatura o el ascenso del nivel del mar, que además recoge medidas, técnicas y materiales concretos para urbanizar el entorno urbano, que aseguren un futuro mejor para Irun", afirma Páez.
Por su parte, el delegado de Desarrollo Sostenible, Borja Olazabal, señala que próximamente la ciudad contará con mecanismo que permitan avanzar en los objetivos de desarrollo sostenible, una meta prioritaria y urgente para el ayuntamiento. "En cada paso que damos incorporamos la variable del cambio climático, con la mirada puesta en mejorar la calidad de vida de las personas", defiende el delegado.
Así, esta nueva normativa pretende completar lo dispuesto en el vigente Plan General de Ordenación Urbana, que apunta a la elaboración de unas ordenanzas enmarcadas dentro de los criterios y fundamentos del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS). A su vez, se dará una respuesta municipal a la Agenda Urbana Bultzatu 2050, la Estraegia Klima 2050 y Urban klima 2050.
Pautas y objetivos
La finalidad de la ordenanza se divide en tres objetivos, centrados en: homogenizar los criterios de intervención en las obras de urbanización y generar un instrumento que aporte seguridad jurídica; actualizar el concepto de espacio público incorporando criterios de ciudad amable y segura; y aumentar la resiliencia del tejido urbano frente a los efectos del Cambio Climático a medio y a largo plazo. Para tal fin, la líneas de trabajo recogidas en el documento se dividen en tres ámbitos: Espacios verdes, Espacios libres pavimentados peatonales y Red Viaria y aparcamientos.
El primer bloque de estas actuaciones está centrado en primar la naturalización del tejido urbano, creando una infraestructura verde, mediante la construcción de parques y jardines y la plantación de zonas verdes, jardinería ornamental y árboles. Además, desde el Ayuntamiento explican que las intervenciones nunca mermarán la superficie vegetada existente y los espacios sin uso deberán reverdecerse.
De hecho, incidiendo en este punto, la ordenanza sugiere adaptar y fortificar el tejido urbano del municipio contra olas de calor, mediante corredores de espacios verdes, sin fragmentación que mejorarán la biodiversidad, la ventilación urbana y la entrada de aire frío en las áreas más densamente pobladas. Por otra parte, el consistorio sostiene que toda obra de urbanización incluirá un Plan de Arbolado, restauración medioambiental y paisajística.
En relación a la segunda línea de actuación, pone el foco en las medidas para asegurar la adaptación de los espacios públicos pavimentados a la variable climática. De esta manera, se pretende imponer unos criterios de diseño que contribuyan a la reducción del estrés térmico y favorezcan el flujo del agua, así como fomentar las superficies permeables, que dejan pasar el agua permitiendo la reutilización del agua o su infiltración al suelo.
Una de las metas de este apartado es el aumento en la adaptación de las zonas urbanas expuestas al riesgo de inundabilidad, para hacer frente a episodios de lluvia más intensos, más frecuentes y más extensos en cuanto a superficie afectada, tal y como señalan desde el consistorio.
El tercer bloque de actuaciones se alinea con el PMUS 2023-2027, plan que actualmente se encuentra en la recta final para su aprobación. La finalidad de esta tercera línea es reducir el uso de los vehículos motorizados en el tejido urbano y dar prioridad al peatón. Es por ello que desde el Ayuntamiento primarán la solución de "plataforma única de uso mixto" (calzada y acera al mismo nivel) cuando el ancho de la calle no permita separar el itinerario rodado del peatonal.
Para la consecución de este objetivo, la ordenanza pretende restablecer los parámetros de las aceras, que serán de un ancho mínimo de tres metros siempre que existan las condiciones, y salvo excepciones muy justificadas, los espacios dedicados a los viandantes deberán ser como mínimo del 50% del total del a calle. Por otra parte, las nuevas zonas de aparcamiento deberán cumplir con ciertos requisitos de permeabilidad y arbolado. Al hilo de esto, en las nuevas urbanizaciones los estacionamientos de vehículos serán permeables al agua de lluvia y en parkings de hasta 50 plazas habrá un árbol por 4 plazas de aparcamiento.
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