Noticia publicada en Diario Vasco sección Bidasoa el 21 de marzo de 2010.
IRUN
Construir ciudad en femenino
Callejones estrechos, zonas mal iluminadas y en las que predomina la sensación de dejadez se convierten en puntos que evitan las mujeres. Irungo Bilgune Feminista trabaja en la creación de un mapa que marque las áreas mejorables
21.03.10 - 02:05 -
JOANA OCHOTECO IRUN.
Irungo Bilgune Feminista se reunirá con las AVV para recabar la opinión de las vecinas
«Las mujeres vivimos la ciudad de manera muy diferente a los hombres»
«Las mujeres vivimos la ciudad de manera muy diferente a los hombres»
Existe en Irun un camino que une las calles Gudari y Almirante Arizmendi, ésta última paralela a la avenida Iparralde. Podría ser una buena ruta para atajar, por ejemplo, entre la zona residencial de Mendibil y el barrio de Santiago, pero el estado del camino no invita precisamente a utilizarlo. Poca iluminación, escalones empinados y medio rotos por los que no parece descabellado torcerse un tobillo, pintadas y un aire de dejadez que inspira de todo menos confianza. «No creo que ninguna chica se atreva a cruzarlo sola», comenta una de las jóvenes que forman Irungo Bilgune Feminista. El callejón cumple con todos los requisitos para ser señalado como uno de los 'puntos negros' de Irun.
El colectivo de mujeres trabaja desde hace semanas en la creación de un mapa que enumere todos los lugares de Irun que puedan generar «inseguridad, miedo o dificultades a la hora de desplazarse a las mujeres. Nosotras vivimos la ciudad de una manera muy diferente a los hombres», señalan desde Irungo Bilgune Feminista. Sin embargo, precisan desde el colectivo, la idea no es marcar estos lugares como puntos prohibidos para las mujeres, «sino recuperarlos. La ciudad también es nuestra y tenemos derecho a movernos por ella. Irun va a cambiar mucho en los próximos años, y creemos que es un buen momento para plantear nuetras reivindicaciones».
Con este objetivo, el colectivo ha empezado a celebrar talleres en los distintos barrios de Irun, el primero de ellos Ventas. «Queremos que las mismas vecinas nos indiquen los puntos en los que sienten inseguridad o tienen dificultades para desplazarse». Una vez se haya recabado información barrio por barrio, «podremos crear un mapa que muestre los 'puntos negros' que queremos cambiar». Y lo cierto es que hay unos cuantos, tanto en los barrios y en las afueras como en el mismo centro.
Con este objetivo, el colectivo ha empezado a celebrar talleres en los distintos barrios de Irun, el primero de ellos Ventas. «Queremos que las mismas vecinas nos indiquen los puntos en los que sienten inseguridad o tienen dificultades para desplazarse». Una vez se haya recabado información barrio por barrio, «podremos crear un mapa que muestre los 'puntos negros' que queremos cambiar». Y lo cierto es que hay unos cuantos, tanto en los barrios y en las afueras como en el mismo centro.
La primera calle, primer punto
La calle más antigua de Irun tiene un valor histórico innegable, pero también características que pueden hacer de ella un 'punto negro'. Es la calle Beraketa, que une Francisco de Gainza con Sarasate, y a pesar de que su iluminación se ha mejorado mucho, aún está lejos de ser una vía por la que pasear resulte agradable.
El estado del pavimento es más que cuestionable, con zonas en las que el suelo es de piedra y otras de gravilla. La puerta medio rota de uno de los patios privados que dan a la calle, sumado a las pintadas, contribuyen a reforzar la sensación de inseguridad. Una sensación que, señalan desde Irungo Bilgune Feminista, «muchas veces está condicionada por una percepción subjetiva» que afecta especialmente a las mujeres. Por ejemplo, «cuando en un sitio ocurre una agresión, ese punto queda marcado. Puede que no sea, de por sí, un lugar inseguro, pero el miedo le da esa percepción», comenta una de las jóvenes del colectivo. Según explican desde Irungo Bilgune Feminista, además de transformar espacios de la ciudad, «creemos que también es necesario un cambio de mentalidad. Las mujeres tenemos que reclamar nuestro derecho a caminar por nuestra ciudad, sin tener que ir acompañadas o evitando determinados lugares a determinadas horas».
«¿Venís a echar un traguito?»
Otro punto céntrico a mejorar se ubica en Luis Mariano, en el parque que existe sobre la zona comercial, y al que se accede a través de las escaleras que conducen al polideportivo Artaleku.
La zona, iluminada por sólo dos farolas, no invita al paseo a partir de las diez de la noche, y se convierte más bien en un punto a evitar. ¿La sensación de inseguridad sería menor si la zona estuviera más iluminada? «En este caso, puede que sí, al tratarse de un espacio amplio. Si bien es cierto que, a veces, lo que falla no es la poca luz, sino que hay demasiada iluminación en un mismo punto y los alrededores parecen más oscuros e inhóspitos», explica una de las jóvenes del colectivo. Mientras, en uno de los bancos del parque, se distingue a un grupo de chavales que parecen haber encontrado el sitio perfecto para hacer botellón: «¡Eh, chochitos! ¿Venís a echar un traguito?», les 'invitan'.
La zona, iluminada por sólo dos farolas, no invita al paseo a partir de las diez de la noche, y se convierte más bien en un punto a evitar. ¿La sensación de inseguridad sería menor si la zona estuviera más iluminada? «En este caso, puede que sí, al tratarse de un espacio amplio. Si bien es cierto que, a veces, lo que falla no es la poca luz, sino que hay demasiada iluminación en un mismo punto y los alrededores parecen más oscuros e inhóspitos», explica una de las jóvenes del colectivo. Mientras, en uno de los bancos del parque, se distingue a un grupo de chavales que parecen haber encontrado el sitio perfecto para hacer botellón: «¡Eh, chochitos! ¿Venís a echar un traguito?», les 'invitan'.
Cerca de allí, las escaleras que unen el aparcamiento del polideportivo Artaleku con la avenida Gipuzkoa muestran un aspecto en apariencia más seguro, gracias a la iluminación. Sin embargo, «las escaleras siempre resultan más inseguras que, por ejemplo, una cuesta, que ofrece más posibilidades de movilidad». Asimismo, la maleza creciente a ambos lados le resta puntos al tramo.
Bastante más tenebrosa resulta la cuesta de la calle Artaleku. Son sólo unos diez metros, pero el descampado lleno de zarzas y maleza junto al solar donde se ubicaba el inmueble incendiado en enero incitan a recorerlo rápido y con los ojos bien abiertos.
Y es que la visibilidad es uno de los factores que más condicionan la percepción de inseguridad. Para ayudar a paliar su ausencia, desde Irungo Bilgune Feminista sugieren la colocación de «espejos» en las entradas y salidas de callejones en los que no se pueda ver bien. «Tener controlado lo que sucede a nuestro alrededor, poder asegurarnos de que nadie está aprovechando un lugar estrecho para seguirnos, es importante para reforzar la sensación de seguridad al circular por la calle».
Sin olvidar la movilidad
Si bien desde Irungo Bilgune Feminista señalan que, hasta ahora, el factor en el que más han incidido es la seguridad, «también queremos hacer hincapié en los problemas en cuanto a movilidad». Y es que, también en este sentido, no es lo mismo moverse por la ciudad como hombre que como mujer: «nosotras vamos cargadas muchas veces con el carro de la compra o el cochecito del niño, utilizamos más en transporte público...».
En este sentido, el diagnóstico del Plan de Movilidad ofrece una buena oportunidad para que los ciudadanos manifiesten su opinión a través de las encuestas que completarán el diagnóstico. Según señaló la delegada de Relaciones con el Ciudadano, Maite Cruzado, «a través de la participación podremos establecer mejoras, una vez se planteen las medidas a adoptar y mejorar en el ámbito peatonal». Unas mejoras que deben contar con la participación y el interés de todos los ciudadanos. Porque la ciudad es de todos... y de todas.
pie de foto:La percepción de inseguridad, en ocasiones, puede estar condicionada por factores subjetivos. Además de 'colorear' los puntos negros de la ciudad, es necesario trabajar en un cambio en cuanto a la actitud, tanto de hombres como de mujeres. :: F. DE LA HERA
Aunque es sencillo identificar las características comunes que confieren a un espacio el carácter de inseguro, más complicado resulta enumerar todos los que existen en la ciudad. Es por ello que desde Irungo Bilgune Feminista solicitan la colaboración de todas para la elaboración del mapa de 'puntos negros'.
Para recabar el mayor número posible de opiniones, desde el colectivo han optado por dirigirse a las Asociaciones de Vecinos con el fin de organizar reuniones y talleres en cada barrio. El primero que han visitado ha sido Ventas, y planean realizar las próximas convocatorias en Arbes. «Hay que señalar estas zonas entre todas, e ir barrio por barrio para que el proceso sea más participativo».
Además, el pasado miércoles Irungo Bilgune Feminista ofreció una charla en el local de la asociación Argoiak en el que explicaron sus planteamientos y las actuaciones que planean llevar a cabo. Durante la misma, quedó claro que no sólo en el centro hay puntos susceptibles de ser mejorados. Una de las asistentes a la charla señaló el cementerio y sus alrededores como otro 'punto negro'. Según comentaba esta vecina, en la zona se han producido ya «varios atracos».
El bidegorri de Osinbiribil es otra de las zonas en las que, debido al estado de dejadez, aumenta la percepción de inseguridad. Sin embargo, es uno de los 'puntos negros' que proximamente serán 'coloreados', con el reciente compromiso adquirido por el Ayuntamiento de renovar el bidegorri.
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