RAÚL GRANDE GUTIÉRREZ DISEÑADOR DE LA MARCA DE PALMERA-MONTERO GUNEA DE IRUN
“No hay muchas ocasiones para diseñar un mural con tipografía, y ya si es tu ciudad, es algo que ilusiona”
Raúl Grande, irunés de 37 años, es, además de profesor del Centro Superior de Diseño Kunsthal, donde se formó, el rostro detrás de Loideo, el estudio de diseño que ha creado la marca y señalética del nuevo edificio Palmera-Montero Gunea de Irun
XABIER SAGARZAZU - Martes, 21 de Febrero de 2017 - Actualizado a las 06:12h
Raúl Grande Gutiérrez, diseñador de la marca de Palmera-Montero Gunea de Irun.
IRUN - Raúl Grande formó parte de la primera promoción de Kunsthal y tras obtener algunos premios, logró una beca que le llevó a formarse en la escuela que la conocida marca de moda Benetton tenía en Italia. De allí, al estudio madrileño de Óscar Mariné, uno de los más reputados diseñadores españoles “de la vieja escuela, de los que no usaban el ordenador hasta hace bien poco”, donde pasó siete años en los que pudo “aprender muchísimo”. En 2011 se instaló como diseñador en Donostia y empezó luego a trabajar como profesor de tipografía en Kunsthal. Hace dos años, creó su actual estudio, Loideo, que estos días culmina el trabajo de la marca y señalética de Palmera-Montero Gunea, con un gran mural en el edificio que alberga a asociaciones irunesas y a Mondragon Unibertsitatea.
¿Cómo llega usted a diseñar la imagen de Palmera-Montero Gunea y cómo surge la idea del mural que se está culminando estos días?
-La oportunidad de diseñar la marca y la señalética de Palmera-Montero surge del concurso público al que el Ayuntamiento nos convocó a mí y a otros profesionales. Dentro de ese concurso, pudimos hacer una visita al edificio, aún en obras, y con las condiciones y características enumeradas por el Ayuntamiento, había que hacer una propuesta de diseño, además de la oferta económica. En mi caso, incluí la idea de pintar un gran mural tipográfico en una de las fachadas del edificio, con palabras relativas a los usos sociales y educativos que tiene el edificio, que de esta forma le habla al ciudadano que pasa por sus inmediaciones. El color elegido como fondo fue el gris de los elementos metálicos exteriores del edificio, aunque dentro opté más por el negro y el rojo, junto al blanco, como colores de Irun que son. Una fachada en rojo o negro iba a ser muy cargante.
¿Cómo es el proceso de trabajo para diseñar y luego ejecutar un mural de estas dimensiones?
-De cara al concurso público, plasmé el concepto del mural, al igual que el resto de elementos de la imagen y la señalética del edificio, sobre los planos facilitados por el Ayuntamiento y sobre las fotografías que hicimos en la visita a la obra. Luego, una vez se adjudicó el concurso, trabajé con el gabinete de comunicación del Ayuntamiento para consensuar las palabras que debían reflejar en ese mural lo que es Palmera-Montero Gunea. Una vez cerrado eso, hice un diseño por ordenador y la empresa de rotulación lo pasó a escala real, para imprimir las letras en vinilos, tanto en negativo como en positivo, que se usan luego como plantillas para pintar. A la fachada se le ha aplicado un tratamiento de imprimación, con un líquido fijador que impide que el polvillo que quede en la pared caiga, dando mayor durabilidad al mural. Finalmente, se usan los vinilos sobre la fachada, para marcar las palabras con cinta de carrocero, y se pinta.
¿No era arriesgada la propuesta de usar únicamente letras?¿Pensó en algún tipo de ilustración para ese mural? ¿Cree que se entenderá bien?
-El mural es la parte más creativa y personal del trabajo para Palmera-Montero, porque en otros elementos como la señalética, hay que supeditar la forma a la función, es decir, se trataba de facilitar a la gente el situarse en el edificio y orientarse dentro de él. Siendo profesor de tipografía, casi no podía hacer otro mural. O sí. Pero entiendo que si comunicar es hablar, la representación visual de la palabra es el texto. Pero no es un texto plano, sino que hay un juego entre los tamaños y jerarquías, además de ejes verticales. No sé si gustará a la gente, pero desde luego, espero que sí. Estoy agradecido al Ayuntamiento por esta apuesta, porque un mural de este tamaño no se hace todos los días, y menos en tu propia ciudad, que es algo que ilusiona todavía más.
Trabajó también en la imagen y la señalética del espacio cultural y biblioteca Carlos Blanco Aguinaga (CBA). ¿Hay nexos entre aquel proyecto y este de Palmera-Montero?
-Ninguno, salvo por el uso de los colores blanco, negro y rojo, que identifican muy bien a Irun y son parte de la marca del Ayuntamiento, que era el cliente . Pero cada edificio tiene unos usos distintos y se acerca al usuario de una forma diferenciad
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