“Una exposición del nivel del Bellas Artes de Bilbao en la sala Menchu Gal”. Así definió ayer Fernando Golvano la muestra Basterretxea en Irun (1958-1971), que él mismo ha comisariado y que abrirá sus puertas el próximo martes, 23 de julio.

“El espacio de esta sala es limitado, pero las obras que acoge esta exposición han estado en museos importantes”, matizó el comisario, haciendo referencia a las 23 piezas que componen la muestra, y que se encuentran repartidas en tres ejes discursivos. El primero de ellos aborda la creación de Basterretxea durante su estancia en Irun entre los años 1958 y 1971. A este respecto, Golvano recordó que, a mediados de la década de los 50, Basterretxea y Oteiza, que por aquel entonces tenían su residencia y su taller en Madrid, planearon volver a Euskadi. Finalmente decidieron instalarse en Irun, en la casa taller de la actual avenida Iparralde que proyectó el arquitecto Luis Vallet de Montano en colaboración con ambos artistas.

El segundo eje de la muestra ofrece un diálogo entre obras de los artistas que junto al propio Basterretxea conformaron el grupo Gaur (1965-1967): Oteiza, Chillida, Amable Arias, Mendiburu, Sistiaga, Balerdi y Zumeta.

De hecho, la alcaldesa de Irun, Cristina Laborda, explicó ayer que la sala Menchu Gal ha acogido exposiciones de todos los integrantes de dicho grupo, por lo que constituye el lugar idóneo para que la ciudad de Irun se sume al reconocimiento y celebración del centenario del nacimiento de Basterretxea.

Basterretxea en Irun (1958-1971) cuenta con un último eje dedicado al diseño, que el artista trabajó, entre otros proyectos, a través de Biok, una empresa de muebles que abrió en Irun junto a dos socios.

Las piezas expuestas en Irun pertenecen, en palabras de Gorka Basterretxea, hijo de Néstor, a algunos de los proyectos más emblemáticos del trabajo de Basterretxea, desarrollados a lo largo de los trece años que pasó en la ciudad.

“La muestra permite asimismo descubrir rastros de las diversas disciplinas que trabajó y que hoy en día continúan en distintos rincones de la localidad”, agregó Gorka, poniendo como ejemplo una mesa de la pastelería Aguirre que todavía se sigue utilizando y que actualmente se ha instalado en la sala Menchu Gal.

Por su parte, Golvano definió la exposición como una pequeña síntesis de la poética constructiva del artista. “Néstor decía que lo fabuloso se dice de múltiples maneras, y él no se quedó limitado a la pintura o al dibujo, ya que decía que todo empezaba con el dibujo, sino que pasó a los relieves, la escultura, los bajorrelieves, la fotografía experimental, el cine, el diseño de muebles…”. Aseguró además que la aportación más importante del artista nació en Irun. “Por eso rescatar su memoria y ofrecer un conocimiento más profundo de esa obra permite a mucha gente comprender mejor la gran aportación que Basterretxea y Oteiza realizaron a Irun y, al mismo tiempo, permite que su trabajo perdure”, afirmó.

Cabe destacar que las obras que a partir del martes se podrán contemplar en la sala Menchu Gal pertenecen a la colección de la familia Basterretxea Irurzun, además de a instituciones como el Bellas Artes de Bilbao, Artium, Fundación Museo Jorge Oteiza, el fondo Vallet de Montano y el Archivo de Irun, y a particulares, entre los que se encuentran Usoa Zumeta, Gorka Sistiaga, Maru Rizo, la pastelería Aguirre y la colección Ipiña Bidaurrazaga. También se ha contado con la colaboración de Gordailua, donde se encuentra depositada parte de la obra de la familia.

La muestra permanecerá abierta hasta el 20 de octubre y se podrá visitar de martes a sábado de 18.00 a 21.00 horas y los domingos y festivos de 11.30 a 13.30 horas durante julio y agosto, mientras que a partir de septiembre la sala abrirá sus puertas los viernes y sábados de 18.00 a 21.00 horas y los domingos y festivos de 11.30 a 13.30 horas. Además, según adelantó ayer Nuria Alzaga, delegada de Cultura del Ayuntamiento de Irun, en los próximos meses se ofrecerán visitas guiadas, de las que se irá informando más adelante.