Una delegación del PNV y del PSE se han reunido este lunes con la vista puesta en articular una mayoría que dé estabilidad a un Gobierno municipal de Irun que se encuentra en minoría, con solo los ediles socialistas. Fuentes jeltzales han explicado que la cita tenía como objetivo "abordar y avanzar en la estabilidad y la gobernabilidad de nuestra ciudad".

"Este fue el primer compromiso que adquirimos, la de colaboración y mano tendida al Gobierno municipal, compromiso que seguimos cumpliendo", asegura la formación jeltzale, que ha explicado que al término de la reunión ambas delegaciones se han emplazado "a seguir conversando y trabajando para ofrecer a Irun una importante estabilidad política, y llegado el caso, constituir un Gobierno local fuerte".

Así lo ha referido el nuevo portavoz del PNV en la ciudad, Gorka Álvarez, que ha vuelto a mostrar la disposición y la confianza de la bancada jeltzale en que las conversaciones se deriven en un gobierno que "dé respuesta a las necesidades" de Irun.

La cita ha llegado después de que la formación jeltzale anunciara el relevo de Xabier Iridoy como portavoz por Álvarez. En su presentación como jefe de filas del grupo municipal, el también director del Gobierno Vasco para la Comunidad Vasca en el Exterior señaló que "Irun necesita un proyecto de ciudad".

Según explicó entonces, la actual situación de la Corporación, con 10 ediles socialistas, 7 jeltzales, 4 de EH Bildu, 2 de Podemos y otros 2 del PP, lleva al Ayuntamiento "al momento de clarificar esta situación. En el PNV siempre hemos sabido anteponer y antepondremos los intereses de Irun y su estabilidad institucional ante cualquier circunstancia"

Con los actuales grupos municipales, la bancada socialista solo sumaría la mayoría absoluta de 13 ediles con el PNV o con EH Bildu, a quien ha sondeado en algunos momentos. Años atrás, incluso, ha habido acuerdos a tres entre el PSE, Elkarrekin Podemos y la coalición soberanista.

La agenda pendiente

En el caso de Irun, dos asuntos han marcado la actualidad municipal en los últimos años y cualquier principio de acuerdo invita a pensar que sentaría bases de resolución de estas y otras cuestiones.

Por un lado, la necesidad que plantea Osakidetza de una parcela en el centro de la ciudad —el PNV local apunta a los terrenos liberados en Via Irun— para construir un nuevo centro sanitario, que centralice y amplíe los servicios que hoy presta el ambulatorio de Irun Centro. El PSE, junto a los demás partidos de la oposición, reclama que se construya en el barrio de Oñaurre, ubicación que Osakidetza considera alejada del Centro de la ciudad.

Vinculado con Via Irun, el PNV propuso en la última campaña electoral propuso incluir en los planes de movilidad un puente entre Anaka y San Miguel, que descongestionaría el paseo de Colón, vial principal que une ambos lados de la brecha ferroviaria.

Junto con estos temas, asuntos como la situación de la seguridad de la ciudad, el nuevo pabellón que necesita el Bidasoa para disputar las competiciones oficiales, la "deuda histórica" del traslado de las pistas de atletismo y rugby de Plaiaundi a Txenperenea, la vivienda, las afecciones derivadas por el cambio climático, los servicios sociales y la situación del euskera en la ciudad están sobre la mesa de una negociación que, según fuentes del PNV, proseguirá "para ofrecer a Irun una importante estabilidad política, y llegado el caso, constituir un gobierno local fuerte, que responda a las necesidades actuales y futuras de Irun".