Gipuzkoa destinará 17 millones a mantener y reparar 900 kilómetros de vías secundarias
La Diputación aumenta un 13% la inversión durante los dos próximos años. El servicio que presten las dos UTEs a partir de enero de 2018 incluirá bidegorris y carreteras locales atendidas hasta ahora por camineros
Está bien eso del hacer en el ámbito de las carreteras. ¡Y bien que cuesta! Pero lo construido pide mantenimiento y conservación para que la vía en cuestión ejerza su función, y esto también requiere no poco dinero. Un ejemplo. La Diputación Foral de Gipuzkoa ha sacado a licitación esta semana dos contratos para conservación y explotación de las carreteras de la red comarcal y local y de las vías ciclistas forales del territorio. El desembolso para dos años, con opción de prórroga para otros dos, asciende a 17,2 millones de euros (sin IVA) a falta del correspondiente concurso entre empresas.
Las labores de cuidado de carreteras no acaparan fotos institucionales, ni cortes de cinta como aquellas obras de infraestructuras estratégicas, pero exigen un esfuerzo de tesorería comparable al de algunos célebres proyectos. La cifra de los dos contratos de conservación de la red comarcal y local no queda tan lejana a los 23 millones que el Gobierno foral espera gastarse durante los próximos ejercicios en mejorar el trazado que une Azkoitia y Zumarraga, y supera con creces los 10 millones que destinará a acondicionar el enlace costero entre Mutriku y Deba, por citar dos de los proyectos estratégicos más importantes de la legislatura.
Plantar una carretera donde no había paso alguno para el tráfico suele justificar una inversión millonaria además de merecer notoriedad para políticos y medios de comunicación. Tras el anuncio pomposo llega el día a día. Que si limpiar los restos de este accidente, o retirar aquel desprendimiento, o quitar tales ramas caídas a la calzada; que si sustituir este o aquel pretil de seguridad, o reparar tales postes de señalización... El goteo de actuaciones, necesariamente incesante, hace que el conductor no se percate del desgaste de la carretera y pueda hacer un buen uso de ella en condiciones de calidad y seguridad. Pero la factura llega a la Administración aunque no se le dé la publicidad de una gran adjudicación.
Dos millones de incremento
Gipuzkoa cuenta con más de 1.300 kilómetros de red cuya conservación ordinaria se encuentra mayoritariamente externalizada a través de cinco contratos de servicios: tres para las redes principal y básica -comprende autopistas, autovías, N-1, N-634 o N-121-A entre otras- y dos para las redes comarcal y locales -aquellas carreteras conocidas como «secundarias»-. Estas últimas suman un total de 900 kilómetros, es decir, el 69% de todos los que necesitan ser mantenidos en buen estado.
Los dos contratos de vías secundarias son los que la Diputación saca ahora a licitación por 17.225.608,22 euros más IVA. También recogen las labores de conservación ordinaria de la red de vías ciclistas, cada vez más extensa por la proliferación de ciudadanos que utilizan el bidegorri como medio para desplazarse al trabajo o en planes de ocio. Las empresas que actualmente prestan el servicio finalizan su encargo en diciembre, fecha para la cual debe estar ya firmado el siguiente contrato.
El montante total mejorará en unos dos millones de euros (un 13% aproximadamente) la cantidad asignada a este capítulo durante el contrato que termina al final de 2017. El departamento foral de Infraestructuras Viarias ha querido actualizar las tareas que se van a adjudicar a las dos UTEs que se lleven el contrato dado que el personal del cuerpo de camineros forales dejará de llevar a cabo algunos trabajos que recaían sobre él en pasados ejercicios.
La licitación en curso se plantea en dos lotes, uno para la zona denominada 'Ekialde' (este, en euskera) y otro para la zona 'Mendebalde' (oeste). El primer contrato, el más cuantioso con casi 11 millones de presupuesto de licitación, incluye las carreteras comarcales y locales de Bidasoaldea, Donostialdea, Tolosaldea y Goierri. El segundo asciende a 9,9 millones -con el IVA incluido- y se centra en las vías de las zonas del Deba y Urola.
Dividir la adjudicación en dos lotes presenta la ventaja, según fuentes forales, de permitir el acceso a estos contratos a las pequeñas y medianas empresas, agrupadas en UTEs que se reparten tareas de muy diferente naturaleza.
La adjudicación contempla, por ejemplo, labores de ayuda a la vialidad «para garantizar la circulación en condiciones de seguridad y fluidez», señalan las mismas fuentes. La larga lista incluye tareas de vigilancia, vialidad invernal -retirada de nieve o extensión de fundentes-, limpieza de calzada, retirada de desprendimientos y de ramas de árboles, limpieza de elementos de drenaje (balsas de agua), segado de márgenes, talas de árboles caídos... Pueden ser de carácter incidental -tras un accidente o un fenómeno meteorológico adverso- o de carácter sistemático con una programación prefijada con ciclos temporales: limpieza sistemática de calzada, campañas estacionales de segado, de limpieza de hojas en cunetas, de podas y talas de árboles...
Del mismo modo, las empresas que acudan al concurso deberán presentar sus ofertas para la realización de labores para el mantenimiento de los elementos constitutivos de las carreteras y de las vías ciclistas, tales como reparación de pavimentos, de obras de fábrica, de elementos de drenaje (cunetas y caños), de elementos de seguridad (pretiles y barreras metálicas) y de la señalización y el balizamiento. También en este caso las labores pueden ser sistemáticas o como respuesta a diferentes incidencias.
La partida de estos dos contratos forma parte del programa de conservación ordinaria de carreteras al que la Diputación destinó el año pasado más de 45 millones de euros, cantidad a la que sumó otros diez en planes de mantenimiento preventivo. De hecho, este frente ha sido uno de los más reforzados por el actual Gobierno bipartito PNV-PSE, que ha presumido de haber incrementado en más de un 35% el dinero dedicado al mantenimiento de carreteras respecto a la anterior legislatura.
Las cifras
- 69%
- vías secundarias. Es el porcentaje que acaparan respecto a los 1.300 kilómetros de red total.
- 11 millones
- se destinarán a la zona 'Ekialde' Bidasoaldea, Donostialdea, Tolosaldea y Goierri.
- 45 millones
- se gastó la Diputación el año pasado en su plan de conservación ordinaria de carreteras.
Diferentes conservaciones
- Red roja
- Es la llamada red principal (Autopistas, autovías, N-I, N-634, N-121-A) y suma 275 kilómetros.
- Red naranja
- Itinerarios de carácter comunitario que unen distintos territorios, consta de 129 kilómetros y comparte tres contratos con la red roja
- Red verde
- Vías comarcales (288 kilómetros).
- Redes amarilla y gris
- Conjunto de vías locales que suman 615 kilómetros. Comparten dos contratos con la red verde.
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