«Tenemos muchas dificultades para poder aterrizar ahí»
Un piloto de la compañía Vueling explica que, con el recorte de la pista, «las 'performances' no dan para tomar tierra con seguridad»
«Si la pista del aeropuerto de San Sebastián ya era corta antes, con el recorte que han hecho ahora, nuestros aviones tienen muchas complicaciones para aterrizar ahí», afirma a este periódico un piloto de la compañía Vueling que prefiere no identificarse, intentando explicar el desvío sufrido por varios vuelos de su compañía a Bilbao. «De la flota de Vueling, que se compone de tres tipos de aeronaves (A-319, A-320 y A-321) solo aterrizaban en Hondarribia los A-319, «que son los más pequeños», precisa el aviador.
«Los pilotos tenemos una serie de 'performances' a tener en cuenta», es decir, un conjunto de parámetros que definen la forma en la hay que volar. «La gran mayoría de las operaciones se basan en el peso de la propia aeronave, pero también dependen de factores como la velocidad de despegue y aterrizaje o la longitud de pista requerida».
Todos estos factores vienen especificados en las tablas de 'performance'. «Por eso mismo, los A-320 y los A-321 no pueden aterrizar en aeropuertos con pistas tan pequeñas como el de San Sebastián o el de Florencia, por ejemplo». Dos terminales en las que opera Vueling y que suelen ser las que más complicaciones técnicas generan. «En Florencia ya tienen aplicado un granulado especial en la pista, que en Hondarribia aún no se ha aplicado (está previsto que esté concluido en diciembre). «Eso hace que, si llueve, el aeropuerto de San Sebastián no dé las 'performances' necesarias para aterrizar y haya que desviarse a Bilbao».
Sin embargo, no solo en caso de lluvia se puede llegar a desviar un vuelo, como se ha podido ver este mismo fin de semana. «Si el avión va lleno y por tanto tiene más peso o las condiciones de presión y de temperatura no son las idóneas, pueden ser motivos suficientes para no intentar el aterrizaje porque el coeficiente de frenada no da», señala el piloto de Vueling.
«Si una pista mide unos tres kilómetros no hay problema, la dificultad está en las pistas cortas como esta. Para los pilotos también es un incordio que se desvíe un vuelo y preferimos no tener que hacerlo, pero lo primero es la seguridad», concluye el piloto de Vueling.
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